lunes, 6 de abril de 2009

Científicos secuencian el genoma del piojo

Fuente: El Universal.

Con el objetivo de desarrollar nuevos tratamientos contra la infestación de los piojos, un equipo de científicos australianos ha secuenciado el genoma de este molesto parásito y ha descubierto que su material genético es diferente al de todos los animales conocidos hasta la fecha.

La revista Genome Research publica hoy los resultados de la investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Queensland y del J. Craig Venter Institute (Australia) .

Los piojos "chupadores" , o anopluros, se alimentan de sangre del ser humano y de otros primates y no sólo son peligrosos por su actividad parasitaria, sino que pueden ser un vector de transmisión de ciertas enfermedades infecciosas, como el tifus epidémico.

Para conocer mejor este animal y saber cómo se puede prevenir la infestación o luchar contra ella, los investigadores han analizado el material genético del Pediculus humanus.

El equipo se sorprendió al descubrir que su ADN mitocondrial (mtADN) , el material genético de las mitocondrias -orgánulos que generan energía para la célula-, está fragmentado en muchas partes, algo nunca visto en las secuencias de genoma animal practicadas hasta la fecha.

La mayoría de las especies del reino animal tiene un cromosoma circular mitocondrial, mientras que el mtADN del piojo chupador está partido en 18 minicromosomas.

Los minicromosomas múltiples se han encontrado en plantas y protistas (organismos unicelulares) , pero esta es la primera vez que se descubre que un animal ha adoptado esta estructura de mtADN.

Los piojos masticadores, o Mallophaga , que afectan a aves y otros mamíferos, no tienen el ADN mitocondrial fragmentado, lo que hace a los investigadores considerar que los cromosomas múltiples evolucionaron junto a la característica de alimentarse de sangre.

Con estos datos sobre la mesa, los científicos se preguntan cómo evolucionaron los piojos chupadores y qué ventajas pudo ofrecerles un mtADN dividido en minicromosomas.

La revolución de la inteligencia 'verde'

Fuente: El Mundo.

No basta con reciclar. Ni con comprar alimentos biológicos. Ni con cambiar las bombillas o desconectar los enchufes... «Esos pasos son necesarios pero insuficientes, porque lo que hay que cambiar realmente es nuestro modo de pensar. Todos nuestros actos tienen un impacto en el medio ambiente: negarlo es de ignorantes».

Estamos al habla con Daniel Goleman, el autor de Inteligencia emocional, que acaba de darle una nueva vuelta de tuerca al concepto con Inteligencia ecológica (Kairós), que llega el próximo lunes a las librerías españolas. A más de uno le sonará a «oportunismo verde», pero lo que propone Goleman es un concepto tan revolucionario como el que le hizo célebre en los años 90.

La revista Time acaba de destacar su nuevo libro entre las «10 ideas que están cambiando el mundo». La idea no es nueva. Hace cuatro años, el psiquiatra Ian McCallum publicó una obra del mismo título que fue un bestseller. «Nos cuesta admitir que somos parte de la gran diversidad de la naturaleza», advierte McCallum. «Nos hemos colocado ignorante y arrogantemente en el vértice de la creación, y va siendo hora de bajarnos de ese precario pedestal».

Daniel Goleman recoge ahora el testigo y entra a trapo en la cuestión de nuestra «ignorancia ecológica». «El problema tiene su raíz en la desconexión profunda entre el hombre y la naturaleza que se produce con la revolución industrial», declara el autor a EL MUNDO, desde su retiro bucólico en Massachusetts.

«Mientras la gente vivía en las granjas y en contacto con la tierra, existía una memoria ecológica que pasaba de generación en generación», agrega Goleman. «Con la inmigración masiva a las ciudades ese conocimiento se perdió, y también el contacto directo con los ciclos de la naturaleza. Hemos levantado una barrera que nos aísla del mundo natural y nos impide ver las consecuencias de nuestros actos».

Goleman se ha propuesto combatir esa «ignorancia» con la herramienta más básica: información. «Cuando la gente conozca el coste real de todo lo que consumimos, cambiará radicalmente de comportamiento», asegura. «Estamos a las puertas de una revolución ecológica que va a consistir ni más ni menos que en la divulgación de ese conocimiento que hasta ahora ha sido ocultado a la opinión pública».

Calcular la huella de carbono de los productos no es más que el principio, según Goleman. «Los ecologistas industriales llevan más de una década perfeccionando alternativas más completas como la evaluación del ciclo de vida (LSA), que permite calcular el impacto de un producto durante su fabricación, transporte, uso y tratamiento como desecho. En internet hay ya herramientas como GoodGuide.com, que evalúa hasta 70.000 productos por su impacto ecológico».

Tarde o temprano, vaticina, «los productos tendrán un precio ecológico y las empresas rivalizarán por reducirlo para atraer al consumidor compasivo, aquel que ha decidido alinear sus valores con sus dólares». Le preguntamos si no existe el riesgo de caer en un nuevo «elitismo ecológico», con una minoría que tendrá acceso a esa información privilegiada a tavés de su iPhone y una mayoría que seguirá adquiriendo productos más dañinos para la salud y el medio ambiente porque son más baratos y no tienen otra opción.

«Yo creo que la revolución ecológica va a llegar a todos», dice Goleman. «Y me llena de esperanza ver en la Administración Obama a asesores como Cass Sunstein, que sostiene que no basta con que el Gobierno regule sino que en cuestiones como la salud y el medio ambiente hacen falta empujones para que la gente pueda elegir mejor».

En opinión de Goleman, la «inteligencia ecológica» puede ser también el «pegamento necesario» entre dos mundos que hasta ahora se daban la espalda: «Los ecologistas han de admitir su parte de culpa por no haber sido efectivos a la hora de embarcar a la empresas en la tarea común de un planeta mejor».

La otra gran asignatura pendiente es la educación, y Goleman prevé una revolución verde en las escuelas para cambiar radicalmente el modo en que los niños se aproximan a la ciencia: «Los chavales aprenderán a calibrar el impacto real de todas y cada una de sus elecciones personales. En eso consiste la inteligencia ecológica».

Un divulgador pionero

>Meditación. Daniel Goleman es uno de los pioneros en el estudio científico de la meditación. En 1988 escribió ‘La mente meditativa’ (1988) y en el 2005 allanó el camino a la participación del Dalai Lama en la Conferencia Internacional de Neurociencia.

>Emociones. En 1995, 'Inteligencia Emocional' fue el libro de ensayo más vendido en el mundo. En esta obra, Goleman explica cómo nuestra capacidad para identificar, evaluar y controlar nuestras emociones (EQ) puede ser un factor tan decisivo o más que el coeficiente de inteligencia (IQ).

>Empatía y conciencia. En el 2006, Goleman da una nueva vuelta de tuerca al concepto y populariza el concepto de 'Inteligencia Social', explorando factores como la 'empatía' o la 'conciencia situacional'.

El paciente que suda, sangra y llora, pero que nunca se queja

Fuente: Publico.

Pueden sudar, sangrar, orinar, respirar, sufrir un infarto, reconocer un centenar de fármacos e incluso llorar y quejarse cuando caen en manos de un cirujano poco hábil, pero nunca interpondrán una demanda por un error médico contra un facultativo negligente. Son los nuevos pacientes de látex, el último avance en materia de simulación médica avanzada.

Estos muñecos de plástico, que forman parte en realidad de un complejo sistema informático, están ganando terreno día a día en la sanidad española, ya que, a juicio del pediatra Antonio Rodríguez Núñez, del Servicio de Críticos y Urgencias Pediátricas del Hospital Clínico Universitario de Santiago, "evitan muchos errores en pacientes reales".

Aunque desde sus inicios la medicina se ha servido de distintos modelos con fines docentes, la nueva generación de simuladores avanzados supone un importante salto cualitativo, ya que permiten reproducir casos clínicos reales, con medición de todas las variables en tiempo real, incluyendo el pulso, la respiración, o incluso la reacción del organismo a un determinado fármaco o a una maniobra concreta de reanimación.

Los alumnos, que pueden ser estudiantes, médicos en formación o especialistas que buscan obtener mayor destreza, son supervisados por un instructor que analiza la evolución de las intervenciones y que posteriormente, gracias a la grabación en vídeo de todo el proceso, hace posible que los errores no se repitan luego en pacientes reales.

Con este instrumento, los médicos tratan de emular a otros profesionales, como los pilotos aéreos o de Fórmula 1, que trabajan horas y horas en simuladores antes de enfrentarse a la situación real. De hecho, una de las virtudes del sistema radica en que "los médicos pueden sentir la misma presión que si se tratara de un caso real", señala Jorge Vilaplana, director de Laerdal España, uno de las principales empresas fabricantes.

"La simulación es uno de los pilares de la seguridad del paciente", explica por su parte Rodríguez Núñez, que participó la semana pasada, en la Escuela Gallega de Administración Sanitaria (Fegas), en el primer curso de simulación médica avanzada en cuidados intensivos pediátricos celebrado en España. De hecho Galicia es una de las comunidades donde, a raíz de su uso por el servicio de urgencias 061, este instrumento está más implantado.

"El muñeco se programa para emular casos que han ocurrido en la realidad; frente a la simulación clásica, que era inanimada, estos muñecos tienen un alma: los datos que van remitiendo al ordenador", agrega el experto.

Aire en las venas

Para este especialista, las funciones más útiles que presentan estos maniquíes son las de respiración y circulación sanguínea, que suelen funcionar gracias a un sistema de aire comprimido. En el primer caso, el muñeco puede respirar, por ejemplo, como un asmático o una persona con neumonía, mientras que en el segundo los alumnos se pueden topar con cambios en el pulso o la tensión arterial, o incluso con problemas en el corazón que pueden requerir la aplicación de distintas medidas, como la administración de fármacos o el choque eléctrico.

Pese a que cada uno de estos muñecos, junto con su equipamiento, puede costar hasta 100.000 euros en el caso de los modelos más avanzados, los expertos no dudan de que dentro de poco todos los hospitales tendrán uno.

"Es una herramienta de capacitación que no tiene límites; es el futuro", sostiene el responsable del proyecto de simulación avanzada de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria, Luis Sánchez Santos.

"Lo que aprendes de un error no lo olvidas nunca y si el error lo cometes sobre el látex, no le va a pasar nunca al paciente de carne y hueso", concluye el especialista.

viernes, 3 de abril de 2009

Logran comprobar que las células cardíacas se regeneran

Fuente: La Nacion.

En un hallazgo que puede abrir nuevos caminos para el tratamiento de la enfermedad cardíaca, investigadores suecos pueden haber tenido éxito en comprobar una propiedad controvertida del corazón humano -el ritmo al cual las células musculares se renuevan durante la vida de una persona-.

El hallazgo refuta lo que era la creencia convencional: que el corazón no puede producir nuevas células musculares y, por lo tanto, las personas mueren con el mismo corazón con el que nacieron.

A los 25 años, alrededor del 1% de las células cardíacas se renuevan anualmente, y ese ritmo cae a menos del 0,5% anual a los 75 años, concluyó un equipo de científicos suecos conducido por el doctor Jonas Frisen, del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

Esto significa que alrededor de la mitad de las células musculares del corazón se renuevan a lo largo de una vida normal, calcula el grupo sueco. Sus resultados se publican hoy en Science .

"Creo que éste será uno de los más importantes trabajos de la medicina cardiovascular en años -dijo el doctor Charles Murry, investigador de la Universidad de Washington en Seattle-. Ayuda a resolver una antigua controversia acerca de si el corazón humano tiene la capacidad de regenerarse."

Si el corazón puede renovar sus células, los científicos pueden alentar la esperanza de desarrollar fármacos que aceleren el proceso, ya que el corazón no alcanza a reemplazar las células que mueren durante un ataque cardíaco.

El dogma que decía que el corazón no puede regenerar sus células fue desafiado desde 1987 por un solitario escéptico, el doctor Piero Anversa, ahora en la Escuela de Medicina de Harvard. Anversa sostiene que las células cardíacas se renuevan tan rápido que una persona que se muere a los 80 las ha reemplazado completamente cuatro veces.

La renovación de las células cardíacas puede medirse fácilmente en animales marcándolas radiactivamente y viendo qué tan rápido son reemplazadas. Tal experimento no podría hacerse en personas por cuestiones éticas. Pero el doctor Frisen se dio cuenta hace varios años de que las armas nucleares que se probaron en la atmósfera hasta 1963 habían, de hecho, marcado las células de la población mundial.

Las explosiones nucleares generaron una forma de carbono radiactivo, el carbono-14. La cantidad de este elemento en la atmósfera ha descendido gradualmente desde ese año, cuando se prohibieron las pruebas.

En el cuerpo, el carbono-14 de la dieta ingresa en las nuevas células y se mantiene intacto durante la vida de esa célula. Debido a que el nivel de carbono-14 de la atmósfera decae cada año, su cantidad en el ADN puede servir para indicar la fecha de nacimiento de esa célula.

Hace cuatro años, Frisen utilizó este nuevo método para calcular el ritmo de regeneración de varios tejidos del organismo y concluyó que la edad promedio de las células de un organismo adulto puede ser de entre siete y 10 años. Pero hay un amplio rango de edades, desde la de las células de la sangre, rápidamente reemplazadas, hasta las de las mayormente permanentes del cerebro.

Frisen ahora aplicó con éxito su método a las células cardíacas, pero tuvo que sortear una serie de obstáculos técnicos debidos a su especial comportamiento. Muchas tienen dos núcleos en los cuales el ADN puede estar duplicado. "Me impresionó el nivel de rigor de este análisis", dijo Murry.

La píldora masculina podría estar en los genes

Fuente: Publico.

Tras 40 años de búsqueda de la píldora anticonceptiva masculina, puede que sea un gen el que finalmente ofrezca una alternativa a la vasectomía y el preservativo a los hombres que no quieran tener descendencia. Un estudio publicado hoy en American Journal of Human Genetics ha descubierto una mutación genética que podría impedir la entrada del semen en el ovocito, impidiendo así su capacidad de fecundación.

La proteína modificada podría convertirse en un objetivo sobre el que actuara una futura píldora anticonceptiva masculina pero, además, la manipulación de ese gen denominado CATSPER1 podría ser un arma contra la infertilidad en el hombre.

Estudiando la sordera

El hallazgo publicado hoy esfruto de la casualidad. Los autores del trabajo, de la Universidad de Iowa (EEUU), estudiaban, junto con colegas iraníes, las cualidades genéticas de una determinada población del país asiático, con elevadas tasas de patologías asociadas a mutaciones genéticas.

En concreto, los investigadores se centraban en la sordera hereditaria. En un análisis rutinario, identificaron a dos familias con infertilidad masculina y optaron por analizar las causas del fenómeno. Tras centrarse en un grupo de genes implicados en la infertilidad de ratones machos, los autores encontraron que las mutaciones en ambas familias se localizaban en el gen CATSPER1. La ausencia de éste en roedores hace que su esperma tenga una movilidad reducida, lo que afecta a su capacidad de fecundar al óvulo de la hembra.

Desde que en la década de 1960 se popularizara la píldora anticonceptiva femenina, numerosos científicos han intentado encontrar su homólogo masculino, sin éxito. De hecho, es frecuente leer titulares en los medios de comunicación sobre la próxima aparición de este método de control de natalidad. Todos parecen prometedores pero la realidad es que sólo la vasectomía y el preservativo pueden ser utilizados por los hombres con este fin. "Ahora mismo, la píldora masculina es ciencia ficción", explica el andrólogo del Hospital de Galdakao Ander Astobieta, quien reconoce que, a pesar de que se han investigado varias vías, no se ha hallado ninguna reversible.

El principal enfoque se ha hecho con dos hormonas: la testosterona y la progestina. Pero los efectos secundarios, que incluían el aumento del colesterol, eran más graves que sus supuestos beneficios.

Otra hormona que también se ha estudiado es la prolectina que, además de regular la producción de la leche materna, controla la de espermatozoides. Pero los datos preliminares apuntan a que sólo con implantes de testosterona lograría una eficacia aceptable.

La imitación de la píldora femenina también se ha intentado. El laboratorio Organon probó en 2000 una hormona sintética usada en la píldora, desogestrel. Aunque los ensayos parecían prometedores, no ha vuelto a haber noticias sobre el fármaco. Hace tres años se descubrió una nueva vía, recogida en Nature Medicine, que no involucraba el uso de hormonas, sino el de una sustancia llamada adjudin. En ratas, el anticonceptivo conseguía evitar que el esperma madurara y fuera apto para la fecundación.

Tejidos asombrosos

Fuente: El Pais.

Sábanas que ahuyentan mosquitos, calcetines que regeneran la piel, tresillos que se iluminan de noche, camisetas que protegen del sol, alfombras que detectan tu presencia, bragas antihongos...

La crisis de la industria textil es casi tan antigua como la agrícola, pero quizá detrás de ella lo que hay es una permanente evolución tecnológica para encontrar, más allá de la moda, soluciones a las necesidades de la gente. Si no se puede competir con China, India y Vietnam en la producción de ropa, las soluciones son diseño y tecnología. En los últimos años aparecieron trajes que no se planchan ni se mojan y anoraks con botones para el iPod. Pero la investigación va más allá. Varios institutos textiles españoles van detrás de los tejidos del futuro, y sus aplicaciones al consumo. Aunque muchos ya se comercializan, con otros se sigue investigando. Su hallazgo supondría algo así como el santo grial femenino: las bragas anticelulitis.

Hay sábanas que ahuyentan mosquitos. También hay sábanas anti-estrés "que mejoran la calidad del sueño un 78%. Su tjido tecnológico neutraliza las cargas electroestáticas que el cuerpo acumula durante el día. Por medio de su toma de tierra, las elimina por la noche", asegura Eduardo Aznar, director de Aznar Textil.

La compañía, con 127 años en el sector, fabrica las sábanas Zazen (una postura de relajación Zen) desde hace un año. Son útiles para "personas con estrés, fatiga mental, cansancio, contracturas musculares y otras dolencias que afectan al sueño". Su precio oscila de 61 a 77 euros,

según el tamaño. Como la mayoría de sábanas, admite plancha y secadora y sus efectos son permanentes: "La innovación se encuentra en el hilo tecnológico utilizado por urdimbre y trama, y a la toma de tierra que ayuda a eliminar las cargas", explica Aznar.

Hay tejidos técnicos y tejidos inteligentes. O una mezcla de ambos. En 2003, el 20% del textil europeo era técnico. Dos años después, el 33%. Para 2010 se espera que el 20% de las telas técnicas que fabricará Europa (el primer exportador de tejidos y el segundo en confección) usará nanomateriales.

Los tejidos técnicos tienen funciones que van más allá de las características de la tela. Por ejemplo, los monos de bebé con propiedades antibacterianas y que, además, protegen de los rayos ultravioletas. Son de la colección Rafife baby, cuestan de ocho a diez euros y se venden en tiendas de puericultura desde 2008. "El tejido, desarrollado con fibra de bambú, tiene un factor de protección 60", explica Jesús Espí, gerente de Ramón Espí.

Estímulos externos

Los tejidos inteligentes, con componentes electrónicos, químicos o encapsulados,

responden a estímulos externos y transportan datos y energía. Son materiales diseñados para actuar con cierto efecto y de forma controlada. Sus aplicaciones se pueden trasladar a cualquier ámbito: de la aeronáutica (radiadores textiles que se integran en el asfalto para evitar su congelación), a la alimentación (telas termocromáticas que cambian de color por efecto del calor, y sirven para controlar la cadena de frío), pasando por la salud y el alto rendimiento deportivo. "Los emplean principalmente empresas ajenas al sector textil tradicional (moda, hogar). Por motivos tecnológicos y de coste hay productos smart que tardan años en llegar al gran público", asegura Ferran Soldevila, director de innovación de Cetemmsa (Mataró). Este centro tecnológico centra sus desarrollos en química, electrónica y nuevos materiales, como los que tienen "memoria de forma" y que han alumbrado "los pantalones que no se planchan", explica Soldevila.

De sus laboratorios han salido guantes o prendas de abrigo que se calientan. Con batería incorporada, "pueden calentar un día entero". Mochilas lumínicas y tiendas de campaña con energía fotovoltaica cuyo interior se ilumina sin enchufarlas a la corriente. Y camas clínicas con antiácaros que, "mediante sensores en el colchón, detectan si el enfermo permanece demasiado tiempo con la misma postura y puede padecer llagas".

Esta misma semana han visto la luz unos calcetines que regeneran la piel "gracias a las propiedades del chitosan 2", explica Javier Lurbe, responsable de mercadotecnia del fabricante de prendas técnicas para el deporte desde 1991, Lurbel. Se venderán en tiendas de deporte, ortopedias y parafarmacias. No pierden cualidades por el lavado.

Desde Aitex, el centro tecnológico de Alcoy creado en 1985, también han salido fibras biodegradables; tejidos de menor peso y espesor que reducen la pérdida de espacio al insonorizar un local o vehículo y alfombras capaces de detectar presencia, aún en desarrollo. "El objetivo es conseguir que la alfombra actúe como un sensor sin cambiar su proceso de fabricación, salvo en el tipo de cola empleada, que es conductora. De la detección se encarga un condensador que, al presionarlo, deforma la alfombra, y se comporta como un sensor de presencia", explica Sonia Luengo, de La Salle, que ha participado en el proyecto.

Las innovaciones también inciden en la reducción de costes de producción. Por ejemplo, en el centro textil andaluz, Citta, ultiman el visor 3D de moda. "Con la herramienta se ven las prendas en tres dimensiones a partir de los patrones originales, su efecto de caída y el movimento de cada tejido. Como se puede variar su composición hasta obtener el resultado esperado, reduce el coste del diseño de las colecciones porque evita fabricar prototipos". El servicios, explica Manuel Mérida, del departamento de proyectos, "se ofrecerá en breve desde el centro a las empresas interesadas".

miércoles, 1 de abril de 2009

El láser más poderoso del mundo recrea las condiciones del 'corazón' del Sol

Fuente: 20minutos.

Científicos estadounidenses del US National Ignition Facility (NIF) han recreado las condiciones del "corazón" del Sol a través de "un láser gigante" de gran potencia, con el objetivo de demostrar el "poder" y la viabilidad de la fusión nuclear, un proceso que los expertos consideran que "puede ofrecer abundantes cantidades de energía limpia".

Según recogió hoy la BBC, este experimento para iniciar la reacción nuclear focaliza el rayo de luz de 192 láseres, formando un sólo haz de luz, que se refleja en una pequeña partícula de combustible de hidrógeno. A su juicio, este trabajo demostrará que se puede extraer más energía de la que se emplea para iniciar la reacción.

El profesor Mike Dunne, que lidera un experimento similar en Europa y que emplea de igual forma la fusión nuclear con láseres, comentó que si finalmente el experimento del NIF triunfa se tratará de un "evento sísmico".

Concretamente, este láser gigante, que ha sido construido durante doce años, es el más grande de estas características en Estados Unidos y se pondrá en funcionamiento en junio de 2009. Los primeros resultados se esperan entre 2010 y 2012. "Tenemos un montón de cosas por hacer y por aprender", señaló el director del proyecto, el doctor Moses.

La fusión es considerada por los expertos como el "santo grial" de las fuentes de energía por su potencial suministrador de energía limpia. Pero el reto, según los expertos, de crear un reactor de fusión nuclear ha sido difícil pero ahora mismo consideran que están cerca de encontrar la solución.

El CO2 enterrado se disolvería en agua, pero podría volver a emerger a la superficie

Fuente: El Mundo.

El almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) en depósitos geológicos se disuelve en su mayor parte en las aguas subterráneas. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo multidisciplinar de científicos que ha investigado en nueve almacenamientos naturales de CO2 en tres continentes distintos, según publica hoy en su principal artículo la revista Nature.

La captura y almacenamiento de CO2 es una de las alternativas que busca la industria mundial para evitar la emisión de este gas producido en la quema de combustibles fósiles, causante prioritario del cambio climático.

La investigación, liderada por Stuart Gilfillan, de la Universidad de Edimburgo, concluye que el CO2 se disuelve en el agua subterránea en una proporción del 82%, mientras que el resto, combinado con calcio o magnesio, da lugar a formaciones rocosas carbonatadas de calcita, dolomita o magnesita y, en ocasiones, aragonito.

La investigación pretende conocer la evolución del CO2 inyectado en formaciones geológicas profundas o en antiguos yacimientos de gas o petróleo, a lo largo de los siglos. Para ello han estudiado nueve de estos yacimientos naturales de CO2 en EEUU, Europa y China.

En siete de ellos han descubierto que la disolución del gas de efecto invernadero ha sido en agua con un grado de pH de entre 5 y 5,8. En los dos restantes el gas se ha fijado en rocas ricas en sílice, bajo formas de minerales carbonatados.

Los nueve yacimientos tenían edades comprendidas entre 10.000 y 42 millones de años, y en ningún caso han mostrado señales de fugas del CO2.

No obstante, Stuart Gilfillan, se muestra cauto: «Para el almacenamiento es esencial conocer hacia dónde se dirigen las aguas subterráneas y si no vuelven a surgir a la superficie».

Estos surgimientos de agua y CO2 existen en numerosos puntos del planeta y devuelven a la atmófera el gas que contienen. Precisamente una fotografía de un geiser en Utah, EEUU, es la que ilustra la portada de Nature.

El Naturalista Don Carlos

Fuente: Publico.

“Cobardes, hipócritas y eunucos”. Tan duros calificativos dedicó Miguel de Unamuno a “todos los que ocupando altos cargos no han concurrido a la celebración del centenario de Darwin”, según informaba el diario valenciano El Pueblo.

Era el mes de febrero de 1909 y en el Paraninfo de la Universidad de Valencia acababa de celebrarse el único homenaje de una institución académica española al naturalista inglés Charles Darwin en el centenario de su nacimiento y el cincuentenario de su obra cumbre, El origen de las especies.

Este martes, la misma universidad investía como doctor honoris causa a Richard Dawkins, una figura que ha transitado por la vía del evolucionismo desde el pensamiento científico a una militancia ateísta siempre rodeada de polémica. Hoy como hace 100 años, el evolucionismo levanta ampollas cuando coloniza las esferas políticas y religiosas, tiñendo de actualidad un debate que en España cuenta ya más de un siglo.

En 1909, el nombre del Naturalista Don Carlos –como figuraba en su pasaporte expedido en Argentina durante su viaje en el Beagle– no era extraño en España. La primera traducción completa de El origen de las especies al castellano en 1877 llegó casi dos decenios después de su primera publicación en inglés y varios años más tarde que las versiones francesa, italiana y alemana. Según el historiador Dale J. Pratt, el retraso se debió a “presiones gubernamentales y eclesiásticas”. El giro se produjo tras la revolución de 1868 que abrió el Sexenio Democrático.

Pero para entonces, las traducciones francesas de Darwin ya habían calado en círculos intelectuales. Según Emilio Huelin en La Ilustración española y americana, “llegó con frecuencia a considerarse en las veladas de la alta sociedad como algo chic y de buen tono citar pasajes de las obras de Darwin”, algo que mencionaba Galdós en Fortunata y Jacinta. Científicos como Ramón y Cajal manejaban el pensamiento evolucionista, que también recibía notables críticas de figuras como la escritora Emilia Pardo Bazán o el político conservador Antonio Cánovas del Castillo.

Dos Españas

La Iglesia católica abominaba de las ideas de Darwin, pero también surgió un pequeño núcleo precursor del evolucionismo teísta que después desarrollaría el jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin. En resumen, a finales del XIX bullía un magma de debate entre dos Españas, para las que según Thomas F. Glick, autor de Darwin en España, “el darwinismo fue una piedra de toque”.

Con el cambio de siglo, la cercanía del centenario no pareció motivar a las autoridades académicas. Pero sí a un grupo de estudiantes valencianos de Medicina reunidos en una asociación llamada Academia Médico-Escolar. El inspirador de esta pequeña escuela fue el anatomista Peregrín Casanova, que había mantenido correspondencia con el eminente evolucionista alemán Ernst Haeckel. Tampoco es casual que brotara una corriente de interés en Valencia, donde el escritor Vicente Blasco Ibáñez había promovido el darwinismo con la edición de varias obras.

Siendo Casanova decano de la Facultad de Medicina, un discípulo suyo, Salvador Monmeneu, fue quien se percató de la efeméride y reclutó a sus compañeros para organizar un homenaje. La iniciativa estuvo a punto de naufragar: la subvención de 500 pesetas que habían solicitado al Ayuntamiento fue rechazada por los cargos conservadores. En último extremo, el alcalde firmó a regañadientes para no jugarse su puesto contra la mayoría republicana del consistorio.

El homenaje estuvo también en la cuerda floja cuando casi todos los científicos invitados por los estudiantes declinaron su asistencia. Uno de ellos, el más anciano, llegó a decir que era imposible que se cumpliese el centenario, ya que Darwin le había escrito en 1878. Por suerte, el más brillante de los invitados accedió encantado: Miguel de Unamuno, traductor del filósofo evolucionista Herbert Spencer, rector de la Universidad de Salamanca y ya entonces una celebridad.

Unamuno ambiguo

Las ocupaciones de Unamuno obligaron a retrasar el homenaje desde el 12 de febrero, fecha del aniversario, hasta el 22. Pero su presencia dio lustre al acto y resonancia nacional en la prensa. Frente a un auditorio abarrotado y ante un retrato de Darwin, el escritor pronunció un discurso “difícil de analizar”, dice Glick, “como lo es la postura de Unamuno frente al darwinismo”; aunque en esta ocasión suscribió el darwinismo punto por punto, poco después, en Del sentimiento trágico de la vida, diría que la Iglesia “se opuso a Darwin, e hizo bien, porque el darwinismo tiende a quebrantar nuestra creencia de que es el hombre un animal de excepción, creado expreso para ser eternizado”.

Ya entonces, Darwin era un asunto político y religioso. Según Glick, Monmeneu y sus colegas no querían “politizar el homenaje”, pero la prensa lo hizo por ellos. Durante semanas, diarios de ambos bandos se atizaron artículos donde, señala Glick, lo de menos fue siempre “el contenido científico del darwinismo”.

Las 'ratas de laboratorio' del ejército de EEUU reclaman justicia

Fuente: Caracol.

Ya han pasado cuarenta años, pero Frank Rochelle no olvidó al conejo albino de dos metros de altura que lo persiguió en sus alucinaciones. Este ex soldado del ejército estadounidense, sometido a sustancias experimentales durante la Guerra Fría, ahora reclama justicia.

"Inocularon en nuestras venas productos cuyos laboratorios farmacéuticos no querían. Usaron nuestros cuerpos. Éramos como conejillos de Indias", explica Rochelle desde su domicilio en Carolina del Norte (sureste).

Este sexagenario es uno de los miles de soldados sometidos a pruebas químicas, biológicas y farmacéuticas durante la Guerra Fría. En su nombre y en el de otros cinco veteranos, una asociación de ex combatientes de Vietnam demandó al ejército y a la CIA ante un tribunal federal en Oakland (California, oeste).

"El país debe responsabilizarse y ocuparse de nosotros", agrega.

La demanda denuncia "una espantosa historia de experimentos sobre humanos, actividades militares secretas y abusos de poder sin límites de parte de nuestro propio gobierno".

Los soldados afectados fueron usados "como ratas de laboratorio", según afirma la demanda preparada por abogados de San Francisco.

Estos experimentos fueron efectuados entre 1950 y 1975, la mayoría en el arsenal de Edgewood, en Maryland (este), con el fin de evaluar su efecto sobre las tropas en caso de su posible uso por un ejército enemigo.

El gobierno reconoció haber llevado a cabo estos experimentos en audiencias ante el Congreso en los años 1970. En 2003, el ministerio de ex combatientes recomendó que se asignara una ayuda médica a los afectados, precisando que 6.720 soldados fueron sometidos a 254 tipos de sustancias, entre ellas LSD, gas mostaza y lacrimógenos.

En los años 1980, un estudio oficial aseguró que estos experimentos sólo presentaban un riesgo "mínimo" de efectos a largo plazo. Pero esta conclusión fue impugnada ulteriormente por otro estudio.

En la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés), la portavoz Marie Harf aseguró que la institución no conduce más este tipo de experimentos y que ya dijo todo lo que tenía que decir en aquellas audiencias ante el Senado.

Rochelle era un joven soldado de 20 años en 1968 cuando se presentó como voluntario para participar en un programa de ensayos "de equipos militares", antes de descubrir que se trataban de pruebas farmacéuticas.

Firmó luego de haber recibido la garantía de que "aquello no era nocivo".

"Yo no era más que un pequeño campesino salido del campo", cuenta. "El único medicamento que conocía era el jarabe para la tos".

El joven soldado debió inhalar un humo que le provocó alucinaciones durante tres días. Intentó arrancarse las pecas con una máquina de afeitar pensando que eran cucarachas que corrían por su piel. Después de dos meses recibiendo este tratamiento, el ejército lo envió a Vietnam.

Rochelle afirma que los voluntarios no sabían a qué sustancias serían sometidos. Y como el gobierno se negó durante años a reconocer la existencia misma del programa, las víctimas no pudieron ser tratadas en hospitales militares.

Ahora retirado, Rochelle sufre pesadillas, trastornos de sueño, problemas respiratorios, ansiedad y pérdida de memoria; y recurre a la justicia para obtener ayuda médica y psicológica para todas las víctimas.

"No es una cuestión de dinero. Queremos las medallas que nos prometieron por ayudar a nuestro país. Y que esto no se repita jamás".