Fuente: Lanza Digital.
El ingeniero Antonio Ibáñez de Alba, como director general de los laboratorios Alba Montecristo, ha elaborado un equipo de explosión que, añadiéndolo al motor de cualquier vehículo podría hacer prescindir a camiones, turismos, ciclomotores o embarcaciones del uso de carburantes derivados del petróleo, sin que el motor sufriese modificaciones considerables.
Según recuerda el estudio, los actuales motores desarrollan el movimiento a través de la explosión de gasolina o gasoil, que se produce en el interior de los cilindros, mientras que con esta "micro-explosión" se genera una presión que desplaza los pistones, provocando el movimiento.
El equipo que se presenta plantea la producción de "micro-explosiones" fuera del propio motor, con un combustible sólido-líquido que genera la presión necesaria para que el vehículo se desplace con el mismo rendimiento que con su habitual combustible.
El ingeniero comenta en la explicación de esta propuesta que la instalación del equipo en el motor de cualquier vehículo sería "rápida y sencilla", sin necesidad de modificar su estructura. El coste aproximado de este "kit" sería de aproximadamente 1.500 euros, un precio que, según el ingeniero, podría ser subvencionado en parte por las administraciones para los profesionales del transporte.
Aunque Ibáñez no ha querido especificar en el estudio la naturaleza del combustible sólido-líquido, asegura que su coste sería de, aproximadamente, el 40 por ciento del precio actual del barril de petróleo, habiendo realizado los cálculos en base al precio de las materias primas que componen este combustible sólido-líquido.
De hecho, realizando una comparativa con un litro de gasoil, el precio del nuevo combustible rondaría entre los 0,48 euros y los 0,52 euros, en función de la calidad de sus componentes.
En cuanto a los gases de escape, en la propuesta se establece que un filtro con sustancias químicas específicas, hace que el equipo emita el 10 por ciento de los gases contaminantes que actualmente produce cualquier vehículo.
El usuario del vehículo podría determinar el combustible a utilizar, ya que la instalación del equipo no supondría la anulación del motor para su funcionamiento con el combustible de origen.
Esto quiere decir que dispondría de un motor de consumo "híbrido", pudiendo elegir el combustible o utilizar el que más a mano tuviese.
Como ejemplo, pone que a un vehículo diesel de 100 CV, con un consumo de 5,2l a los 100 kilómetros, al precio actual de 1,32 euros, le cuesta 6,86 euros recorrer 100 kilómetros, mientras que con el equipo instalado y empleando el combustible sólido-líquido, recorrer la misma distancia le supondría un coste de entre los 2,5 y los 2,7 euros.
Así, estima que la aplicación del equipo y su combustible en todo tipo de vehículos supondría un ahorro del 50 por ciento del consumo de petróleo debido a la automoción, en los tres años siguientes a su puesta a la venta, aspirando a la supresión total en un plazo de 10 años. o
La investigación y desarrollo del prototipo han sido desarrollados desde 2004 en los laboratorios del grupo Alba Montecristo, sitos en Daimiel, bajo la dirección de Antonio Ibáñez de Alba y su equipo de ingenieros formado por Ino Feijoo, Francisco Javier Avileo y Oscar Campos, en colaboración con la Compañía de diseño industrial Nova Diseño, de Ciudad Real.
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