La reprogramación, un procedimiento que permite obtener células "a medida" de los pacientes mediante la conversión de células dañadas en células sanas de cualquier tipo, se lleva los máximos honores en la lista de los diez avances más importantes del año que da a conocer hoy la revista Science.
La reprogramación celular ofrece herramientas ansiadas desde hace mucho para poder entender, y tal vez algún día curar, enfermedades como la de Parkinson y la diabetes tipo 1.
Entre los otros nueve hallazgos sobresalientes de la ciencia internacional ocurridos a lo largo de este año figuran también éxitos en física, biología molecular, astronomía, endocrinología, genética y ciencia de los materiales.
"Cuando nos lanzamos a identificar los avances del año buscamos trabajos que contestaran preguntas importantes y que abrieran las puertas a nuevos descubrimientos. Nuestra primera elección, la reprogramación celular, abrió un nuevo campo de la biología de la noche a la mañana y ofrece esperanzas de alcanzar tratamientos que podrían salvar la vida de muchas personas", dijo el editor de Science, Robert Coontz.
Hace dos años, en experimentos con ratones, los científicos demostraron que podían barrer la "memoria" evolutiva de la célula insertándole sólo cuatro genes. Una vez que volvía a su estado prístino, embrionario, la célula podía entonces ser obligada a transformarse en otro tipo de célula completamente distinto.
Este año, los científicos obtuvieron resultados espectaculares. Dos equipos tomaron células de pacientes que sufrían una variedad de enfermedades y las reprogramaron para que se convirtieran en células madre. Muchas de estas enfermedades son difíciles o imposibles de estudiar en modelos animales, lo que hace que sea indispensable contar con líneas celulares humanas.
Las células transformadas crecen y se dividen en el laboratorio, a diferencia de la mayoría de las células adultas, que no sobreviven en medios de cultivo. En teoría, las células podrían ser inducidas a asumir nuevas identidades, incluyendo aquellas que afligían a los pacientes que habían donado las células iniciales.
Un tercer equipo se salteó por completo el estado embrionario y, trabajando con células de ratón, convirtió un tipo de células maduras de páncreas llamadas "exocrinas" directamente en células beta, productoras de insulina.
Estas nuevas líneas celulares serán una gran herramienta para entender cómo surgen y se desarrollan las enfermedades, y para probar fármacos. Eventualmente, si los científicos pueden dominar la reprogramación celular y controlarla con más precisión, eficiencia y seguridad, los pacientes algún día podrían ser tratados con versiones saludables de sus propias células.
Los otros nueve avances son:
No hay comentarios:
Publicar un comentario