El joven ha tenido en cuenta para sus cálculos el riesgo existente de que el Apophis colisione con alguno de los 40.000 satélites situados en las "proximidades" de la Tierra durante la travesía que le llevará a estar "cerca" del único planeta del Sistema Solar habitado -por lo que se conoce hasta el momento- el 13 de abril de 1929.
Estos satélites se mueven a una velocidad de 3.07 kilómetros por segundo a una distancia máxima de 35.880 kilómetros de la tierra; el Apophis pasará a unos 32.500 kilómetros de nuestro planeta.
Si el asteroide colisionara con un satélite que cambie su trayectoria prevista, la colisión podría tener lugar en su próxima órbita en el año 2036.
Tanto la NASA como el joven Marquardt están de acuerdo en que si el asteroide entra en la Tierra, se transformará en una bola de acero e iridio de 320 metros de diámetro y un peso de 2.000.000 toneladas que podría estrellarse en el Océano Atlántico.
Nico Marquardr ha realizado este descubrimiento mientras trabajaba en un proyecto para una competición regional de ciencia. Su estudio, titulado "Apophis, el asteroide asesino", no dejan, desde luego, indiferente a nadie.