Fuente: Electronicafacil.
Un equipo de expertos en bioingeniería de la Universidad Rice ha descubierto que una alta presión, similar a la que se podría experimentar a unos 800 metros de profundidad en el océano, estimula a las células de los cartílagos a formar tejido nuevo con prácticamente la totalidad de las propiedades de los cartílagos naturales. El nuevo método, que no requiere de células madre, podría acabar aliviando el sufrimiento de miles de víctimas de la artritis.
Este método de diseño de tejidos resulta prometedor no sólo para los cartílagos, sino también para tejidos que ayuden a reparar vejigas, vasos sanguíneos, riñones, válvulas cardíacas, huesos y más, según el investigador principal, Kyriacos Athanasiou, profesor de bioingeniería en la Universidad Rice.
El cartílago, un tejido del cuerpo humano que no puede autorrepararse, ha sido desde hace tiempo un blanco apetecible para los bioingenieros especializados en tejidos. El cartílago es el amortiguador de impactos del esqueleto, y su rigidez, fortaleza y otras propiedades mecánicas derivan no de las células vivas del cartílago, sino de una matriz densamente tejida de colágeno y proteoglicanos que las rodea. Esta matriz extracelular es producida durante el desarrollo de los cartílagos en la infancia, pero no puede ser reparada una vez que sufre heridas en la edad adulta.
Un cartílago herido generalmente sirve como punto central para la formación de artritis, de manera que los bioingenieros especializados en tejidos han estado buscando desde hace mucho tiempo un medio de hacer crecer cartílago nuevo que pueda ser trasplantado en los adultos para reparar las articulaciones dañadas antes de que se desarrolle la artritis. Desafortunadamente, el cartílago es difícil de obtener por bioingeniería, en parte porque no existen procesos de curación naturales a los que se pueda tratar de imitar.
El Laboratorio de Bioingeniería Músculo-esquelética de Athanasiou se ha centrado sobre los cartílagos desde hace más de una década, y él dice que el nuevo proceso es el primero que ha estudiado que pueda producir cartílago casi idéntico al propio tejido del cuerpo.
La combinación de presión hidrostática y de factores de crecimiento empleada en este proceso resultó en una matriz extracelular de cartílago con propiedades casi idénticas a las de los cartílagos verdaderos.
Por ahora, el proceso sólo se ha ensayado con células de vacunos, y aún está por probar en animales vivos. Athanasiou advierte que habrán de pasar varios años antes de que este proceso esté a punto para ensayos clínicos en humanos.
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1 comentario:
Si no fuese por la labor desarrollada por ustedes, muchas noticias interesantes estarían en el olvido; buen tema el mostrado, ahora a hurgar en el google... Saludos.
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