martes, 11 de marzo de 2008
Una especie de planta evoluciona rápido en las ciudades debido al efecto isla
La aceleración de la evolución puede ser la clave para poder sobrevivir en el ambiente hostil de la ciudad, al menos para ciertos tipos de plantas. En menos de 12 años una planta mediterránea ha adaptado su estrategia reproductora para conseguir batallar con el duro cemento de las calles. Este hallazgo podría ayudar a los expertos a entender cómo las especies evolucionan en habitats fragmentados.
Al igual que otras especies de su misma familia Crepis sancta produce dos tipos de semillas. Unas son pesadas y caen cerca de la planta progenitora y otras más livianas, provistas de plumón, que son arrastradas por el viento hasta un nuevo habitat más alejado. Luego unas son creadas para caer y otras para volar. De este modo la planta pone los “huevos en dos cestas”. Las que caen cerca tienen la desventaja que tendrán que competir con la planta progenitora en recursos, pero el lugar es ya propicio a la especie. Las que caen lejos no tienen que competir con la progenitora, pero pueden tener un futuro igualmente incierto al caer en un sitio no propicio o tener que competir igualmente con otras plantas.
Los ecólogos siempre han sabido que las plantas que viven en lugares aislados, como las islas, producen mayor número de semillas pesadas que ligeras, presumiblemente porque de otro modo el viento haría que las semillas ligeras terminaran casi todas en el mar y no germinaran, desperdiciando recursos reproductivos. Hay que tener en cuenta que, en esos lugares, las plantas no pueden intercambiar polen con otros ejemplares de su misma especie de fuera de la isla, por encontrarse éstos lejos.
Como consecuencia las plantas (y animales) en regiones aisladas tienden a evolucionar en esos lugares en una dirección diferente a la de las plantas de otros lugares menos aislados, por estar la evolución sujeta a un comportamiento histórico. También pueden evolucionar a ritmo distinto del resto de sus congéneres, pues en estos hábitats intercambian pocos o ningún gen con otros miembros de su especie de otros lugares, y pueden llegar incluso a evolucionar más rápido al no quedar un cambio genético ventajoso (si aparece) tan diluido en el fondo común.
Pierre-Olivier Cheptou y sus colaboradores pensaron que sería interesante estudiar la típica hierba invasora de las praderas de césped (Crepis sancta) en la ciudad de Montpellier, concretamente en los parches de tierra alrededor de los troncos de árbol de la ciudad. Estos lugares representan sólo un 1% de la superficie total y se encuentran aislados unos de otros por un “mar” de cemento y asfalto. Las semillas de esta planta que cayeran en el cemento serían tan inútiles como las semillas que caen al océano. Por este motivo sería ventajoso desde un punto de vista evolutivo que estas plantas produjeran mayor número de semillas pesadas en las ciudades.
El destino de las semillas depende claramente de su tipo. Contando los tipos de semillas y contando las semillas que caían en una superficie pegajosa especial dispuesta debajo de la planta, los investigadores pudieron calcular que las semillas pesadas caen casi siempre debajo de la planta, mientras que las ligeras lo hacían con una probabilidad del 45%.
Entonces los investigadores tomaron semillas procedentes de ejemplares del campo y de ciudad, y los cultivaron bajo iguales condiciones en el laboratorio. Comprobaron que las plantas del campo producían un 10% de semillas pesadas, mientras que las de la ciudad producían un 15%. A través de un modelo genético calcularon que a esta planta le costó 12 años adaptarse al ambiente urbano. Este periodo de tiempo coincide con la fecha en la que las aceras de la ciudad fueron recubiertas de cemento. Para los investigadores fue una sorpresa que estos cambios se dieran tan rápido. Esto sería un buen ejemplo de selección natural dura inducida por un ambiente artificial.
El próximo paso de estos investigadores es ir viendo si las plantas urbanitas producen mayor proporción de semillas pesadas con el tiempo, es decir, si la planta continúa evolucionando.
Este resultado sugiere que la deforestación y otros cambios inducidos por el ser humano cambia el entorno de tal modo que puede producir el efecto isla sobre ciertas plantas, y que esto limite el intercambio de genes. El escenario tiene sus riesgos porque si el ambiente cambia rápidamente estas adaptaciones locales pueden poner fin a la especie.
Por otro lado ya contamos con un caso más de adaptación natural al medio urbano distinto del típico ejemplo de las polillas oscuras y claras en el Londres de época manchado por la contaminación.
Cuando ande por la calle y vea una de estas plantas piense en el enorme esfuerzo evolutivo que se está desarrollando ante sus ojos.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Construyen ‘ciudad ecológica’
El Emirato Árabe de Abu Dhabi comenzó a construir la que sería la primera ciudad que no produzca gases contaminantes, ni basura.
Plano general del proyecto de Ciudad Masdar, Emirato Árabe de Abu Dhabi El proyecto es apoyado por la organización conservacionista World Wildlife Fund, (WWF, por sus siglas en inglés).
El proyecto conocido como Ciudad Masdar, tendrá un costo de US$22.000 millones, su construcción tomará ocho años y tendrá una capacidad para albergar 50.000 personas y 1.500 negocios.
La ciudad utilizará energía solar y sus residentes no se desplazarán en automóviles, sino en cabinas que se moverán sobre cintas magnéticas.
Abu Dhabi tiene una de las mayores emisiones de gases con efecto invernadero per capita, y los escépticos temen que Masdar pueda ser tan solo un paliativo.
Otros temen que Masdar, que estará localizada en las afueras de la ciudad de Abu Dhabi, podría convertirse en un desarrollo de lujo para los ricos.
Recreación pictórica del sistema de transporte del proyecto de Ciudad Masdar, Emirato Árabe de Abu Dhabi La ciudad utilizará energía solar y sus residentes se desplazarán en cabinas sobre cintas magnéticas.
Menos consumo
El proyecto es apoyado por la organización World Wildlife Fund (WWF, por sus siglas en inglés), una organización conservacionista.
La ciudad hará uso de la tradicional arquitectura del Golfo para crear edificios de bajo consumo de energía, con aire acondicionado natural generado por torres de viento.
El agua provendrá de una planta desalinizadora impulsada por energía solar. La ciudad necesitará solo una cuarta parte de la energía que requiere una comunidad de ese tamaño, mientras que las necesidades de agua serán un 60% menores.
En enero, las autoridades de Abu Dhabi anunciaron una iniciativa de US$15.000 millones destinada a financiar un plan de desarrollo de tecnologías energéticas limpias, al que calificaron como "el proyecto sostenible más ambicioso lanzado por un gobierno".
Como parte del plan, Abu Dhabi contará con la planta de hidrógeno más grande del mundo.
Iniciativa financiera
El dinero está siendo canalizado a través de la compañía Masdar Initiative, establecida para desarrollar y comercializar tecnologías energéticas limpias.
Abu Dhabi espera que esta experiencia allane el camino hacia iniciativas internacionales de riesgo compartido que involucren mucho más dinero.
El emirato invertirá US$4.000 millones de capital en el proyecto, y recurrirá a préstamos para completar el resto.
"Estamos creando una variedad de instrumentos financieros para financiar los US$22.000 millones del proyecto", dijo a Reuters el director ejecutivo de Masdar, el Sultán al-Jaber.
"Vamos a monetizar las reducciones en las emisiones de gas carbónico (...) Una iniciativa financiera de esta envergadura nunca ha sido aplicada a escala de una ciudad completa", dijo.
lunes, 1 de octubre de 2007
Proponen la creación de ciudades sustentables
Casi 400 universitarios analizaron opciones contra calentamiento global
Utilizar tecnologías limpias, fortalecer los instrumentos internacionales, mejorar los sistemas de transporte público, impulsar la inversión privada y fomentar la participación de la sociedad civil son algunas de las recomendaciones frente al cambio climático que cerca de 400 jóvenes aprobaron luego de dos días de negociación en El Mundo en EL UNIVERSAL, foro que reprodujo sesiones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Declaración de los Jóvenes de México ante el Cambio Climático aprobada ayer será enviada, según el representante de la ONU en México, Arie Hoekman, al Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas en Nueva York, el 9 de octubre.
El documento elaborado por los estudiantes, quienes representaron a los 192 países miembros de la ONU, recogió la preocupación por incluir en la educación el tema del medio ambiente y a diseñar ciudades sustentables frente a la explosión demográfica y disponibilidad de recursos
La resolución de 21 puntos recomienda la sustitución paulatina de combustibles fósiles por fuentes alternas de energías seguras y limpias.
Sin embargo, en la sesión plenaria del último día de trabajo, presidida por el embajador Enrique Berruga, ex representante de México ante la ONU, y quien se desempeñó como secretario general del organismo en este modelo, los jóvenes dejaron ver sus desacuerdos en procedimientos para combatir el calentamiento global.
Algunos consideraron que temas como el control natal, el uso de materiales para mitigación del calentamiento global y la participación de la iniciativa privada para abatir este problema no debían estar incluidos en la resolución final, porque éstos deben ser resueltos por cada nación.
Al foro llevado a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) asistieron estudiantes de diversas universidades de la República para reproducir un modelo de las Naciones Unidas, que es un simulacro de foros internacionales donde estudiantes asumen el papel de diplomáticos/delegados, para encontrar soluciones a problemas que enfrenta la comunidad internacional.
El tema central fue el cambio climático, entendido como la variación global del clima por causas naturales y humanas en diversas épocas, y que altera parámetros climáticos como temperatura, lluvias y nubosidad.
Los jóvenes recomendaron también crear tecnologías pro-ambientales, capaces de adaptarse al impacto de la explosión demográfica.
En la clausura del evento convocado por EL UNIVERSAL en ocasión de su 91 aniversario, Arie Hoekman dijo a los jóvenes que este fenómeno es un desafío sin precedente que exige la acción de los gobiernos, de la iniciativa privada y de toda la población.
Sobre la participación de la iniciativa privada en el combate al cambio climático, uno de los puntos que mayor controversia causó en la sesión final, Hoekman dijo a los jóvenes que antes de percibir a este sector como una amenaza para el desarrollo de los países, debe considerarse como factor de vital importancia para el desafío mundial del calentamiento global.
En tanto, Enrique Berruga subrayó la importancia de la participación juvenil en la solución del problema y advirtió que el riesgo de retrasar las acciones contra el cambio climático “es demasiado grande como para correrlo”. “Este es un tema de supervivencia y está en juego el futuro de la humanidad”, dijo el embajador al resaltar la importancia de la ONU en la resolución de éste y otros problemas.
En representación del licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente y Director General de EL UNIVERSAL, el vicepresidente y director general editorial de este diario, Roberto Rock, clausuró el evento, a la vez que entregó reconocimientos —de manera simbólica— a 20 de los participantes en este foro.
lunes, 18 de junio de 2007
Así es la ciudad del futuro
William Mitchell sonríe cuando se le pregunta si, en el futuro, viviremos en Blade Runner. El ex decano de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y uno de los referentes mundiales en la planificación de las ciudades, reflexiona: "Cuanto más tecnológicamente avanzada sea una ciudad, menos se parecerá a Blade Runner [película de ciencia-ficción de Ridley Scott (1982)]. La tecnología tiende a ser ubicua y no intrusiva. Los grandes cambios que están por venir no los veremos. Así que la ciudad del futuro es esta misma".
Mitchell se refiere a Sevilla, donde se ha celebrado el seminario Creatividad e innovación en la cultura digital. El experto ha hecho alusión a su proyecto Smart Cities (Ciudades Inteligentes) en el MIT. En él trabaja un equipo multidisciplinar de arquitectos, urbanistas, informáticos y científicos que imaginan cómo será el urbanismo en las próximas décadas.
La base de la ciudad del futuro será la inteligencia. Las ciudades preindustriales, explica Mitchell, eran "esqueleto y piel", techos y paredes, diseñadas casi en exclusiva para protegernos de las inclemencias del tiempo. Las ciudades industriales construyeron sistemas para la canalización del agua y de la energía. Pero las del siglo XXI serán "organismos vivos", dotados de inteligencia propia. Y su sistema nervioso será Internet.
En la idea de Smart Cities, todos los dispositivos -desde los teléfonos móviles hasta los coches y edificios- tendrán sistemas de inteligencia incorporados y estarán interconectados. El grupo de Mitchell investiga "sistemas de transporte inteligente": las vías y calles tendrán sensores que podrán indicar, en tiempo real, la densidad del tráfico. Enviarán las señales directamente a los coches inteligentes, que decidirán por sí mismos qué trayecto escoger. Los expertos de Smart Cities llevan desde 2003 tratando de reinventar el coche. La idea es mejorar su relación con las ciudades, y con las personas. Han inventado un pequeño coche apilable y eléctrico. El automóvil, pensado para dos pasajeros, tiene cuatro ruedas independientes, que son capaces de rotar 360 grados según la dirección de la conducción. Los ciudadanos cogerían el coche apilado pasando su tarjeta de crédito por un lector, y después lo aparcarían en otra de las pilas repartidas por la ciudad. Otra idea es la subasta de aparcamientos: según Mitchell, los coches inteligentes podrían pujar con otros automóviles por conseguir el mejor aparcamiento de la ciudad.
Los expertos de Smart Cities han diseñado, además, una lente electrónica, parecida a un telefóno móvil, que proporciona información en tiempo real de los edificios o monumentos de una ciudad que el usuario enfoque. También han inventado un coche que se conduce simplemente con el cuerpo, y una pelota que reacciona a los movimientos de los niños: les persigue o se deja perseguir según se muevan ellos. Los investigadores han desarrollado asimismo, un proyecto para la autoridad francesa de transportes con el objetivo de rediseñar las paradas de autobús. La idea es que sean movibles y que los viajeros puedan saber (gracias a su teléfono móvil o cualquier otro dispositivo electrónico) por dónde circula el autobús, y éste, dónde están sus viajeros, y así evitar las paradas vacías.
A Mitchell, que participó en el seminario organizado en Sevilla por la Fundación Telefónica, no se le escapan las dudas que suscitan proyectos como éstos. ¿Qué pasará cuando todo, incluido el ciudadano medio, esté interconectado? ¿Perderemos intimidad? ¿Está suficientemente asegurada la protección de la salud ante el incremento de ondas electromagnéticas? ¿Nos harán estas redes más vulnerables a los ataques cibernéticos? "Entiendo que estas preocupaciones existan, pero no hay evidencias científicas serias todavía de que haya razones para preocuparse". "Lo que yo creo", añade Mitchell, "es que el gran problema no es tecnológico, sino cultural. Descubrimos cosas a gran velocidad, pero no podemos inventar las convenciones sociales para entenderlas con la misma rapidez".
Ésta es la razón de que, al pensar en la ciudad del futuro, muchos imaginen una urbe similar a Blade Runner. Por eso, Mitchell decepcionó al cineasta Steven Spielberg cuando éste le pidió que imaginara cómo sería Washington en 50 años para su película Minority Report y él respondió: "Si quieres la verdad, bastante parecida a como es ahora". Sin embargo, para él, hacer ciudades invisiblemente inteligentes, es "muy emocionante para un arquitecto, porque podemos volver a organizar las ciudades desde un punto de vista más humano".
Zaragoza digital
Los expertos del MIT han colaborado en la puesta en marcha de la Milla Digital de Zaragoza, que pretende convertir los entornos de la vieja estación de El Portillo y la nueva de Delicias en un proyecto urbanístico y tecnológico innovador.Se trata de una extensión de casi un millón de metros cuadrados, donde se construirán más de 3.000 viviendas, comercios y zonas verdes. Como en todos los proyectos de Smart Cities, se une el entorno físico con el digital. Por ejemplo, habrá luces inteligentes en calles y edificios que podrán cambiar de color e intensidad dependiendo de la hora del día. Los elementos de mobiliario urbano -como mesas de café o señales- podrán mostrar información sobre los menús o plazas de aparcamiento. Las obras comenzaron a principios de este año y, cuando se celebre la Expo 2008, ya habrá espacios urbanizados.