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lunes, 28 de abril de 2008

Piden vetar las plantas de carbón

Fuente: El Nuevo Herald.

Las leyes que fijan objetivos para las emisiones con efecto invernadero son ''inútiles'' mientras Estados Unidos continúe construyendo centrales eléctricas que funcionan con carbón, dijo James E. Hansen, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.

Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera son ya demasiado altos, dijo Hansen el pasado martes en la Universidad George Washington, en Washington. La polución de las nuevas plantas de carbón hará casi imposible evitar los peores efectos del cambio climático como riadas y sequías.

Hansen, que en 1981 advirtió que el calentamiento global por las emisiones estaba subiendo la temperatura del planeta más rápido de lo esperado, dijo que un catastrófico cambio climático podría evitarse con políticas conservacionistas y el uso de energías renovables como la eólica. Los objetivos de contaminación, como los que se debatirán en el Senado estadounidense en junio, no lograrán desacelerar el calentamiento global a menos que se prohíban las centrales que consumen carbón, dijo.

''Esa clase de objetivos son inútiles'', dijo Hansen. ``Parece que hacen algo fijando un objetivo, pero a menos que lo respalden con acciones reales no es muy significativo''.

Se espera que el Senado debata en junio una ley sobre cambio climático patrocinada por Joseph Lieberman, independiente por Connecticut y John Warner, republicano por Virginia. La iniciativa legislativa propone reducir los gases que atrapan el calor ambiental poniendo límites a las empresas energéticas y a los grandes grupos industriales.

El dióxido de carbono se genera principalmente de la combustión de combustibles fósiles. El aumento de las temperaturas globales provocadas por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero está causando el deshielo del Artico y el descenso de la precipitación pluvial en zonas de frica y el Mediterráneo, dijo el año pasado el grupo intergubernamental de expertos de la ONU para el Cambio Climático.

martes, 11 de marzo de 2008

Una especie de planta evoluciona rápido en las ciudades debido al efecto isla

Fuente: NeoFronteras.

La aceleración de la evolución puede ser la clave para poder sobrevivir en el ambiente hostil de la ciudad, al menos para ciertos tipos de plantas. En menos de 12 años una planta mediterránea ha adaptado su estrategia reproductora para conseguir batallar con el duro cemento de las calles. Este hallazgo podría ayudar a los expertos a entender cómo las especies evolucionan en habitats fragmentados.

Al igual que otras especies de su misma familia Crepis sancta produce dos tipos de semillas. Unas son pesadas y caen cerca de la planta progenitora y otras más livianas, provistas de plumón, que son arrastradas por el viento hasta un nuevo habitat más alejado. Luego unas son creadas para caer y otras para volar. De este modo la planta pone los “huevos en dos cestas”. Las que caen cerca tienen la desventaja que tendrán que competir con la planta progenitora en recursos, pero el lugar es ya propicio a la especie. Las que caen lejos no tienen que competir con la progenitora, pero pueden tener un futuro igualmente incierto al caer en un sitio no propicio o tener que competir igualmente con otras plantas.
Los ecólogos siempre han sabido que las plantas que viven en lugares aislados, como las islas, producen mayor número de semillas pesadas que ligeras, presumiblemente porque de otro modo el viento haría que las semillas ligeras terminaran casi todas en el mar y no germinaran, desperdiciando recursos reproductivos. Hay que tener en cuenta que, en esos lugares, las plantas no pueden intercambiar polen con otros ejemplares de su misma especie de fuera de la isla, por encontrarse éstos lejos.
Como consecuencia las plantas (y animales) en regiones aisladas tienden a evolucionar en esos lugares en una dirección diferente a la de las plantas de otros lugares menos aislados, por estar la evolución sujeta a un comportamiento histórico. También pueden evolucionar a ritmo distinto del resto de sus congéneres, pues en estos hábitats intercambian pocos o ningún gen con otros miembros de su especie de otros lugares, y pueden llegar incluso a evolucionar más rápido al no quedar un cambio genético ventajoso (si aparece) tan diluido en el fondo común.
Pierre-Olivier Cheptou y sus colaboradores pensaron que sería interesante estudiar la típica hierba invasora de las praderas de césped (Crepis sancta) en la ciudad de Montpellier, concretamente en los parches de tierra alrededor de los troncos de árbol de la ciudad. Estos lugares representan sólo un 1% de la superficie total y se encuentran aislados unos de otros por un “mar” de cemento y asfalto. Las semillas de esta planta que cayeran en el cemento serían tan inútiles como las semillas que caen al océano. Por este motivo sería ventajoso desde un punto de vista evolutivo que estas plantas produjeran mayor número de semillas pesadas en las ciudades.
El destino de las semillas depende claramente de su tipo. Contando los tipos de semillas y contando las semillas que caían en una superficie pegajosa especial dispuesta debajo de la planta, los investigadores pudieron calcular que las semillas pesadas caen casi siempre debajo de la planta, mientras que las ligeras lo hacían con una probabilidad del 45%.
Entonces los investigadores tomaron semillas procedentes de ejemplares del campo y de ciudad, y los cultivaron bajo iguales condiciones en el laboratorio. Comprobaron que las plantas del campo producían un 10% de semillas pesadas, mientras que las de la ciudad producían un 15%. A través de un modelo genético calcularon que a esta planta le costó 12 años adaptarse al ambiente urbano. Este periodo de tiempo coincide con la fecha en la que las aceras de la ciudad fueron recubiertas de cemento. Para los investigadores fue una sorpresa que estos cambios se dieran tan rápido. Esto sería un buen ejemplo de selección natural dura inducida por un ambiente artificial.
El próximo paso de estos investigadores es ir viendo si las plantas urbanitas producen mayor proporción de semillas pesadas con el tiempo, es decir, si la planta continúa evolucionando.
Este resultado sugiere que la deforestación y otros cambios inducidos por el ser humano cambia el entorno de tal modo que puede producir el efecto isla sobre ciertas plantas, y que esto limite el intercambio de genes. El escenario tiene sus riesgos porque si el ambiente cambia rápidamente estas adaptaciones locales pueden poner fin a la especie.
Por otro lado ya contamos con un caso más de adaptación natural al medio urbano distinto del típico ejemplo de las polillas oscuras y claras en el Londres de época manchado por la contaminación.
Cuando ande por la calle y vea una de estas plantas piense en el enorme esfuerzo evolutivo que se está desarrollando ante sus ojos.

sábado, 19 de enero de 2008

400 plantas medicinales en peligro

Fuente: BBC Mundo.

Expertos advirtieron que centenares de plantas medicinales corren riesgo de extinción, amenazando el descubrimiento de curas para enfermedades graves.

Cerca del 50% de las medicinas que se prescriben son derivadas de químicos que han sido descubiertos primero en plantas.

La Agenda Internacional para la Conservación en los Jardines Botánicos advirtió que muchas plantas están en riesgo debido al exceso de recolección, y a la deforestación.

Investigadores advirtieron que la cura para enfermedades como el cáncer y el VIH-SIDA podría "extinguirse antes de ser hallada".

Declive

El grupo, que representa jardines botánicos de 120 países realizó una encuesta entre 600 de sus miembros y expertos de distintas universidades.

Ellos identificaron 400 plantas que están en riesgo de extinción.

Estas incluyen el árbol de Tejo, cuya corteza es la base de la producción del paclitaxel, una medicina ampliamente conocida en el tratamiento del cáncer.

La planta Hoodia, original de Namibia, -que atrae el interés de los laboratorios que desarrollan medicinas para la reducción del peso-, está al borde la extinción, afirma el informe.

Y la mitad de las especies de magnolias de todo el mundo están también amenazadas.

Curas en peligro

La magnolia contiene el químico honokiol, que ha sido utilizado en la medicina tradicional China para el tratamiento del cáncer y para retrasar el comienzo de las enfermedades coronarias.

El informe también señala que el Autumn crocus, una planta utilizada en el tratamiento de la gota y de la leucemia, es recolectada en exceso debido a su popularidad en la horticultura y a la belleza de sus pétalos.

Muchos de los químicos extraídos de estas plantas en riesgo de extinción son producidos ahora en laboratorios.

Pero el informe advierte que su extinción pondría en riesgo futuros descubrimientos y también podría tener consecuencias en el mundo en desarrollo.

Al menos 5.000 millones de personas todavía dependen de la medicina tradicional con base en plantas, como forma primordial del cuidado de su salud.

Salud en peligro

"La pérdida de las plantas medicinales del mundo puede que no esté en la primera línea de la conciencia pública", dijo la autora del informe, Belinda Hawkins.

"Sin embargo, no es una exageración si decimos que si no se detiene el rápido declive de estas especies, el futuro de la asistencia sanitaria global podría desestabilizarse".

"La naturaleza nos ha dado muchas de nuestras medicinas", agregó Richard Ley, de la Asociación de Industrias Farmacéuticas del Reino Unido.

"Los científicos están siempre interesados en lo que ellas nos pueden ofrecer, y por eso es muy preocupante que muchas de estas plantas estén en riesgo".

martes, 27 de noviembre de 2007

Desarrollan plantas genéticamente modificadas capaces de resistir sequías

Fuente: Yahoo! Noticias.

Un estudio dado a conocer ayer en Estados Unidos indica que investigadores estadounidenses y japoneses han obtenido plantas genéticamente modificadas capaces de resistir las peores sequías con necesidades ínfimas de agua. Los autores del estudio creen que el hallazgo podría tener implicaciones importantes para la producción de alimentos en condiciones extremas.

La suposición de que era posible incrementar la tolerancia de las plantas a la presión de la sequía retrasando la senectud de las hojas durante una sequía fue el punto de partida de este trabajo, según detallaron Rosa Rivero, de la Universidad de California en Davis, y Mikoko Kojima del instituto de investigación japonés Riken de Yokohama, en la revista Anales de la Academia de Ciencias de Estados Unidos (PNAS). Entre los vegetales, la senectud no es una simple degradación de las condiciones de vida de la célula, sino un proceso controlado genéticamente, explicaron. Así, algunos genes se expresan únicamente en el momento de la senectud.

"Nuestra hipótesis es que la senectud se debe a la activación de un 'programa de la muerte' de algunas células. Este programa podría ser activado de manera inapropiada en algunas plantas cuando ocurre una sequía. Suprimir este programa podría permitir así a plantas prepararse mejor frente a la sequía", apuntaron los científicos.

Los investigadores añadieron, tomando como base sus investigaciones sobre plantas de tabaco genéticamente modificadas, el gen IPT (isopentényl transférase), que produce una enzima que fabrica una hormona denominada cytokinine (CK). Esta hormona alienta a las hojas a mantenerse verdes incluso en periodos de sequía, según los autores del estudio, que creen que su descubrimiento reducirá las pérdidas agrícolas debidas a la sequía y podría permitir la producción de alimentos en las regiones donde falta el agua.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Plantas inteligentes se conectan a una red de chat para enviar señales de aviso

Fuente: CORDIS.

Investigadores de los Países Bajos han hallado que las plantas tienen sus propios «sistemas de chat» que pueden utilizar para avisar de peligros inminentes.

Contrariamente al pensamiento convencional, por el que se considera que las plantas son organismos pasivos que esperan ser arrancados o comidos, los científicos han descubierto que muchas plantas se pasan el tiempo comunicándose entre sí. Se identificó una forma de red de comunicación interna que permite a las plantas intercambiar información de manera eficaz.

Muchas plantas de hierbas, como la fresa, el trébol, la caña y el saúco no se reproducen mediante semillas, sino que su tamaño aumenta mediante tallos horizontales, conocidos como estolones, por la superficie del suelo o debajo de él. A través de estos tallos, las plantas pueden quedar conectadas entre sí por cierto período de tiempo, lo que les brinda la oportunidad de intercambiar información mediante estos canales internos del mismo modo en que lo hacen las redes informáticas.

Mediante la investigación experimental, los científicos también pudieron demostrar que las plantas de trébol utilizan los enlaces de la red para avisarse las unas a las otras de la proximidad de un enemigo y de este modo aumentan las posibilidades de sobrevivir. Utilizando sus señales internas, las plantas que son atacadas por orugas avisan a los otros miembros de la red, que a su vez fortalecen su resistencia química y mecánica de manera que son menos atractivos para los insectos que se acercan. Gracias a este sistema de alerta rápida, las plantas pueden estar a un paso por delante de sus agresores y limitar significativamente el daño que éstos causan.

«Nos sorprendió sobremanera lo comunicativas que son las plantas. Hemos observado el trébol común y hemos descubierto que éste "habla" a través de redes para avisar que están acercándose agresores como las orugas. Esto presenta paralelos interesantes con las redes electrónicas y los sistemas de alerta rápida para propósitos de defensa militar», afirmó el coordinador del proyecto, Josef Stuefer, de la Universidad de Radboud en Nijmegen (Países Bajos).

No obstante, el equipo de investigadores también encontró un inconveniente importante a esta red vegetativa, similar al que se encuentra en las redes de ordenadores: los virus, que pueden utilizar la infraestructura para extenderse rápidamente a través de las plantas conectadas. Igual que una reacción en cadena, la infección de una planta produce la infección de todas las plantas que hay dentro de la red.

«Parece que las plantas carecen de cortafuegos, de modo que pueden ser infectadas por virus fácil y rápidamente», afirmó el Dr. Stuefer.

«Todavía no está claro si las plantas utilizan correos electrónicos y tienen mecanismos anti-spam eficaces», añadió con humor.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Unos investigadores españoles encuentran una regla que explica la edad de las plantas

Fuente: El Mundo.

MADRID.- Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han formulado una regla universal para explicar la supervivencia de las plantas, con independencia de si su longevidad es de siglos o de apenas un día. A partir de consideraciones biofísicas los autores formulan una ecuación que la predice en función de su envergadura y del aumento de la temperatura. El trabajo ha sido publicado en el último número de Proceedings of the National Academic of Science (PNAS).

Nuria Marbà, una de las autoras del trabajo, explica que "los motivos por los que las plantas mueren representan un misterio para la ciencia, porque todos los organismos vegetales, en ausencia de perturbaciones, podrían vivir de forma indefinida gracias a la fotosíntesis". Para resolver esta dificultad el equipo del CSIC ha desarrollado técnicas pioneras para cuantificar la mortalidad celular de los organismos, algo que hasta ahora no era posible conocer.

Según la científica existe una interesante relación: las plantas más pequeñas son las que viven menos, pero también las que tienen tasas más elevadas de crecimiento poblacional. Un ejemplo, explica Marbà, sería el plancton marino, que sólo vive un día, pero que se reproduce a un ritmo vertiginoso. Recíprocamente, "los organismos de mayor tamaño (...) alcanzan edades milenarias, pero muestran nacimientos esporádicos".

Comparando más de 700 organismos fotosintéticos de todos los tamaños -desde la 'cianobacteria Prochloroccucus', con medio micrómetro de diámetro, hasta los árboles más grandes- la investigadora del CSIC afirma que "Si la mortalidad de las plantas fuese superior al número de nacimientos, se extinguirían con facilidad. En caso contrario, se multiplicarían hasta agotar los recursos necesarios para su subsistencia y se extinguirían de igual forma".

Pero el tamaño no es la única variable. Según el estudio la esperanza de vida de las plantas está directamente relacionada con el aumento de la temperatura. Esto, según los autores, tendría una clara implicación: "Las previsiones de la comunidad científica en torno al cambio climático vaticinan que la temperatura de La Tierra aumentará cuatro grados centígrados durante el presente siglo. En este escenario y, según los cálculos del estudio, este incremento provocaría que la tasa de mortalidad de cada especie incrementara un 40%".

viernes, 17 de agosto de 2007

Nueva interacción descubierta entre plantas e insectos

Fuente: USDA.

Una nueva clase de compuestos ha sido descubierta que podría ayudar a revelar más información sobre cómo las plantas responden a los ataques por insectos. Científicos con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en el Centro para Entomología Médica, Agrícola y Veterinaria (CMAVE por sus siglas en inglés), mantenido por ARS en Gainesville, la Florida, en colaboración con colegas en el Instituto Militar de Virginia y la Universidad Estatal de Pensilvania, aislaron los compuestos de las secreciones bucales de los saltamontes Schistocerca americana que se alimentan en plántulas de maíz.

Plantas, y los insectos que las comen, toman parte en una relación que involucra muchos cambios hormonales y químicos resultantes en la planta, incluyendo la producción y emisión inducida de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Estos cambios fisiológicos, causados por un grupo de compuestos conocidos como elicitores, varían--no sólo para plantas diferentes, sino también con la especie de insecto que se alimenta en una planta. Entender la interacción entre las plantas y los insectos es importante en la ciencia de cultivos y el manejo de insectos dañinos.

El químico del ARS Hans T. Alborn, en la Unidad de Investigación Química de CMAVE, dirigió el grupo que aisló la clase de compuestos previamente no identificados. Los investigadores los nombraron 'caeliferins' porque un análisis preliminar de las secreciones bucales recogidas de varias especies de Orthoptera (saltamontes, grillos y los insectos que se llaman 'katydids' en inglés) indicó que los compuestos podrían estar presentes en la mayoría de--y posiblemente todos--los saltamontes, los cuales son miembros del orden Caelifera, pero no en los grillos o katydids en el suborden Ensifera.

Los caeliferins aislados por Alborn tienen algunas propiedades únicas, y deben de proveer nuevas herramientas biológicas y orientación en explorar el ecólogo fisiológico de--y las interacciones entre--los insectos y las plantas. Curiosamente, la estructura de los caeliferins podría determinar si los saltamontes S. americana son solitarios o gregarios. Si es así, los compuestos podrían tener alguna influencia en el comportamiento de enjambre de los grillos.

Los científicos del CMAVE estudian los elicitores de lanzamientos de volátiles de plantas para encontrar maneras de inducir las reacciones defensivas para ayudar a las plantas de cultivos a continuar sanos y vigorosos a pesar de ataques por insectos. Es bien conocido que la masticación de los insectos podría inducir el lanzamiento de COVs de plantas que llaman a los enemigos naturales de los insectos atacantes. Pero las secreciones bucales de los insectos también podrían provocar las defensas directas de plantas que impiden las actividades de los insectos.

ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU.

viernes, 27 de julio de 2007

Desarrollan plantas transgénicas contra estrés ambiental

Buenos Aires.- Científicos argentinos desarrollaron plantas transgénicas capaces de crecer y multiplicarse incluso bajo condiciones de "grave estrés ambiental", informó la prensa local.

La sequía, las radiaciones, la salinidad, la falta de nutrientes o la carencia de hierro podrían dejar de ser un problema gracias a la solución encontrada por un grupo de investigadores argentinos, que consiste en insertar un determinado gen bacteriano en el genoma vegetal.

El investigador Néstor Carrillo y su grupo del Instituto de Biología Molecular y Celular de la ciudad de Rosario (IBR) hallaron en las cianobacterias, microorganismos que pueblan los océanos y viven en condiciones extremas, la solución para el tercio del planeta que está cubierto por suelos no aptos para el cultivo.

Según la teoría de los científicos, estos microorganismos, de los que provienen las algas y las plantas terrestres, previenen las fuentes de daño en lugar de combatirlas. "A medida que fueron poblando la tierra firme, estos mecanismos se fueron perdiendo, pero nosotros identificamos una proteína en las plantas, la flavodoxina, cuya producción se estimula en situaciones de estrés" , aseguraron los biólogos al diario argentino La Nación.

El hallazgo de este equipo de investigadores es introducir el gen que sintetiza esta proteína, y que era utilizado por sus "antepasados" en la célula vegetal para que las plantas puedan restablecer el equilibrio metabólico en condiciones adversas.

Fuente: El Universal.

miércoles, 18 de julio de 2007

Descubren cómo funciona la hormona del peligro en plantas

Científicos españoles, dirigidos por el biólogo Roberto Solano, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han descubierto cómo se defienden las plantas contra sus amenazas externas, tras descifrar el mecanismo de acción del jasmonato, una hormona que es utilizada como señal de peligro.

La misión de esta pequeña molécula es actuar de centinela y avisar de una amenaza exterior, en forma de animal herbívoro, hongo o bacteria, explican los científicos en un artículo publicado en el último número de la revista Nature.

Solano destaca la relevancia que puede llegar a tener este hallazgo en el desarrollo de soluciones agronómicas y medioambientales frente a las amenazas del cambio climático para las actuales condiciones de vida en la Tierra.

Además, "la comprensión del mecanismo de acción de esta hormona en las plantas podría tener también importantes repercusiones en la investigación y terapia del cáncer", explica Solano. Recientemente, recuerda, se ha descrito la actividad antitumoral del jasmonato en células animales en cultivo, sin que se conozca de momento el mecanismo molecular que subyace a esta actividad.

Los científicos, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) en Madrid, y de la Universidad Miguel Hernández de Elche, desarrollaron sus experimentos en Arabidopsis thaliana.

Se trata de una crucífera, pariente cercana del rábano, la col, la colza, la mostaza y el alhelí, y universalmente usada como planta modelo para la investigación vegetal.

Desde su descubrimiento hace 45 años en el aroma del jazmín (al que debe su nombre, del inglés jasmine) , existen numerosas evidencias de que el jasmonato es fundamental para la supervivencia de las plantas en la naturaleza.

El jasmonato regula su respuesta a muchas situaciones de estrés, como el ataque de patógenos o insectos, la sequía o las variaciones extremas de la temperatura ambiental.

Según Solano, "una de las primeras respuestas de la planta ante la infección por un patógeno o la aparición de una herida, como la causada por la mordedura de un herbívoro, es la síntesis de jasmonato".

Esta hormona pone en marcha una batería de genes de defensa, mediante un proceso de transmisión que, hasta ahora, no se conocía en detalle.

La investigación ha identificado una familia de proteínas represoras, bautizadas por los investigadores como JAZ (abreviatura de jasmonate zim-domain proteins) , que representaban el eslabón perdido en la cadena de transmisión de la señal del jasmonato.

El estudio confirma que, en ausencia de la hormona, las JAZ se unen a los factores de transcripción y les impiden actuar. En cambio, cuando aparece un peligro, la planta produce jasmonato, como señal de alarma, que se une a un receptor e induce la eliminación de las JAZ.

Este proceso de degradación de las proteínas libera a los factores de transcripción, activa sus genes diana y desencadena la respuesta de defensa; en ausencia de peligro, esta batería de genes de defensa permanece en cambio inactiva.

Fuente: El Universal.