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sábado, 8 de diciembre de 2007

A punto de botarse carguero alemán equipado con una cometa del tamaño de un campo de futbol

Fuente: Maikelnai's Blog.

Una cometa del tamaño de un campo de fútbol proveerá la mayor parte de la energía necesaria para impulsar a un buque pesado alemán cuya botadura se espera para este mes de diciembre. Desde la compañía naviera Beluga, comentan que esperan que la cometa ayude a reducir el consumo de combustible en un 50% en condiciones óptimas, mientras que la reducción en la emisión de gases invernadero en el mar sería de entre un 10 y un 20%. Es interesante comentar que el buque transportará aerogeneradores fabricados en Esbjerg (Dinamarca) con destino a Houston, Texas.

La compañía que ha fabricado la cometa para el buque alemán, SkySails, ha confeccionado grandes velas para yates pero ahora se ha fijado como objetivo equipar con velas más grandes a buques comerciales. Su ambiciosa meta es dotar con sus velas a 1.500 barcos para el año 2015.

lunes, 19 de noviembre de 2007

¿ El agua de la Tierra procede de cometas ?

Fuente: HispaMp3.

Las teorías de los astrónomos y científicos sobre la posible procedencia del agua de cometas y asteroides fue uno de los temas discutidos de la 39 Conferencia Anual de Ciencias Planetarias que se realizó recientemente en Orlando

(EFE) "Puede ser que el agua de la Tierra provenga de los cometas y los asteroides como sugieren los estudios", dijo a Efe el profesor Humberto Campins, líder y fundador del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad de Florida Central, anfitriona del evento, y director de la conferencia.

Campins destacó que resulta impactante para la ciencia "el uso de técnicas infrarrojas para estudiar los cometas y su posible contribución al origen del agua y las moléculas orgánicas en la Tierra".
Cabos sueltos

Cerca de mil astrónomos de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa asistieron a la conferencia para intercambiar impresiones y compartir los últimos resultados científicos en el estudio del sistema planetario.

La conferencia sirvió también para presentar planes futuros de investigación y buscar estrategias que atraigan a más mujeres y niños hacia el campo de la astronomía, explicó el profesor Campins.

Los astrónomos presentaron, entre otros, los resultados sobre los estudios de las luces curvas de los cometas, las lunas de hielo del planeta Saturno, la composición mineralógica de los meteoritos, el desarrollo de nuevas tecnologías de naves espaciales para explorar el sistema solar en el futuro, los asteroides, y la existencia de planetas fuera del sistema solar.

Los científicos de la Nasa explicaron, por su parte, su contribución al estudio de la astronomía y sus investigaciones científicas.

Destacaron el trabajo que realiza la División de Ciencia Planetaria de la Nasa y su desarrollo de tecnologías "listas para volar ahora o en los próximos dos años y que se usarán en la exploración del sistema solar en misiones futuras", según Dave Lavere, director de esa división de la Nasa.

Aunque ha habido grandes avances en la ciencia queda todavía mucho por descubrir en astronomía, aseguró la astrónoma Julia De León.

"Hemos avanzado mucho, especialmente durante los últimos 50 a 75 años, que han sido los más importantes, después de instalar telescopios que permiten investigaciones profundas del sistema solar", dijo.

"Sin embargo -prosiguió-, aún nos quedan infinitas preguntas y los descubrimientos astronómicos actuales sólo son una parte ínfima del todo", afirmó la astrónoma española, quien trabaja en la investigación de la composición mineralógica de los asteroides y su implicación para la Tierra.

La ciencia planetaria es el estudio de todos los objetos y procesos planetarios de sistemas que no están relacionados con la estrella central de un sistema solar, y es un conjunto de ciencias en la que además de la astronomía convergen la química, geofísica, meteorología y la biología, explicó el profesor Campins.

viernes, 24 de agosto de 2007

Más pruebas de impacto cometario que eliminó a los mamuts

Fuente: NeoFronteras.

Achacan al impacto de un cometa la extinción de mamuts y grandes mamíferos y la desaparición de la civilización Clovi ocurrida hace 12.900 años. El impacto habría producido un enfriamiento global.

La desaparición de la cultura Clovi y con ella la presencia de grandes mamíferos en Norteamérica ha sido un gran misterio durante décadas. Incluso se ha acusado precisamente a la gente que vivía allí de su extinción debido a los hábitos de caza sobre estos animales.

Ahora James Kennett y sus colaboradores de la Universidad de California en Santa Barbara proponen una nueva explicación: un impacto cometario. La teoría que ya se propuso hace algún tiempo (y de la que NeoFronteras ya se hizo eco) cobra visos de verosimilitud a la luz de las pruebas encontradas.

El cometa, de unos cuatro kilómetros de diámetro, podría haber explotado en la atmósfera o haber hecho impacto en una capa de hielo que cubría parte Norteamérica en esa época. Esta causa podría explicar además por qué hubo un lapso de tiempo (llamado Younger Dryas) de unos mil años durante el cual las temperaturas fueron bajas a pesar de corresponder a un periodo interglaciar. Pruebas de este periodo frío están contenidas en los testigos de hielo y en los sedimentos marinos.

Si la hipótesis del cometa es cierta su impacto habría provocado fuegos a lo largo de todo el continente, matado la vegetación y por consiguiente eliminado la base de la cadena alimentaria. Los grandes mamíferos habrían muerto de hambre extinguiéndose en el lugar. Como la cultura Clovi vivía principalmente de la caza de estos animales su sociedad se habría visto afectada también por el impacto.

Los científicos han podido encontrar altas concentraciones de iridio en los yacimientos arqueológicos Clovis que han visitado. Este elemento es muy raro en la corteza terrestre, pero es relativamente abundante en cometas y asteroides.

Además han encontrado microesferas metálicas con nanodiamantes que se podrían haber formado a partir de los elementos acarreados por el cometa.

El impacto habría desestabilizado una gran porción de lo que era la capa de hielo Laurentide, originando una gran afluencia de agua dulce a los océanos Atlántico y Pacífico. Este aporte habría cambiado la circulación de las corrientes marinas y alterado la atmósfera, lo que finalmente habría producido una pequeña edad del hielo.

Empiezan a acumularse pruebas de una “alta” frecuencia de impactos sobre nuestro planeta. Esto nos debería hacer recapacitar sobre nuestras prioridades a la hora de la investigación espacial. Una vigilancia de estos cuerpos quizás sea más importante que nunca. La vida humana es muy frágil, las civilizaciones lo son aún más.

martes, 14 de agosto de 2007

La Tierra cruzará en septiembre la estela de un gran cometa que llega cada dos mil años

Fuente: eldiariomontanes.es.

El primer día de septiembre también se va a observar otra 'lluvia de estrellas' La última vez que 'Kiess' pasó cerca del Sol ocurrió en el año 83 de nuestra era.

Mientras que medio mundo sigue estos días elevando la vista al cielo nocturno en busca de Perseidas, los astrónomos se disponen a enfrentarse a otra «lluvia de estrellas» mucho más rara y misteriosa. Su máximo está previsto para el 1 de septiembre y será una oportunidad única (de hecho, la segunda) para saber algo más de 'Kiess', un esquivo cometa que solo pasa cerca del Sol una vez cada dos mil años. De paso, también esperan usar la información que consigan para desarrollar un novedoso sistema de alerta que nos ayude a prevenir la amenaza de un impacto letal contra uno de estos vagabundos del Sistema Solar.

La lluvia de meteoros de septiembre, llamada 'Alpha Aurigidis', sólo ha podido verse en tres ocasiones, en 1935, 1986 y 1994. El motivo es su origen poco habitual. La mayor parte de las lluvias de meteoritos son causadas por cometas con periodos orbitales cortos, bolas heladas que giran dentro o en las cercanías del Sistema Solar en órbitas que duran a lo sumo un par de cientos de años.

Estos cometas se desprenden de numerosas partículas cada vez que se aproximan al Sol. Partículas que forman una larga estela que marca con claridad la órbita del cometa. Cada año, cuando la Tierra pasa a través de estas colas, muchas de estas partículas entran en nuestra atmósfera, se queman y forman las populares lluvias de estrellas.

Pero 'Kiess' es diferente, ya que la última vez que pasó cerca del Sol fue en el año 83 de nuestra era. Y eso significa que, a diferencia de lo que sucede con otros cometas, su rastro es mucho más débil y difícil de detectar. Como dificultad añadida, la Tierra sólo se cruza con esta tenue estela en muy contadas ocasiones.

«Manguera» espacial

Los científicos creen que la trayectoria de las partículas de 'Kiess' es controlada por la fuerte gravedad de dos de nuestros planetas gigantes, Júpiter y Saturno, que la hacen ondear de uno a otro lado, igual que un jardinero haría con su manguera al regar. Peter Jenniskens, del centro de investigación Ames, de la NASA, y Jérémie Vaubaillon, del Instituto Caltech, en California, creen que este año, la «manguera» apuntará hacia la Tierra. Y no quieren dejar pasar la ocasión.

Varios equipos de astrónomos, tanto desde tierra como a bordo de aviones que volarán siempre en la zona en sombra de nuestro planeta, observarán con todo detalle la inusual lluvia el próximo 1 de septiembre, con la esperanza de localizar algún fragmento de la corteza del 'Kiess', un cometa que procede de la nube de Oort, en los bordes exteriores del Sistema Solar.

Pero Jenniskens y sus colegas quieren algo más. Usar la información que consigan para poner a punto un nuevo sistema que ayude a prevenir la posibilidad de que uno de estos grandes objetos haga impacto contra la Tierra. Con la tecnología actual, los astrónomos solo pueden localizar cometas como el 'Kiess', con periodos orbitales largos, unos pocos años antes de que penetren en el corazón del Sistema Solar. Lo cual deja muy poco tiempo de reacción en caso de que alguno de ellos se dirija directamente hacia nuestro mundo. Sin embargo, como es el caso, si el cometa ya ha visitado antes nuestro sistema, su rastro (las partículas que forman las lluvias de estrellas), pueden ser usadas para seguirle la pista y trazar su trayectoria orbital. Y eso permitiría poner a punto un sistema de alertas mucho más eficaz que el que se usa hoy.

El tamaño y el número de las partículas que los científicos encuentren en 'Alpha Aurigidis' les ayudará a comprender cómo se reparten a lo largo de la estela de 'Kiess' y cómo evoluciona la órbita del misterioso cometa.

Para lograr su objetivo, Jenniskens ha pedido a los aficionados a la astronomía que estén pendientes y ayuden en la tarea. Una pista, al menos por el momento: las partículas del 'Kiess' brillarán con un llamativo tono verde azulado.