Los efectos negativos de la televisión nunca habían llegado a tal extremo. El afán por grabar las imágenes que nunca nadie ha filmado puede provocar graves consecuencias para las personas grabadas. Así le ha ocurrido a cuatro indígenas que han fallecido por una epidemia de gripe, según ha denunciado un organización humanitaria.
Estos indios, procedentes de Perú, han fallecido como consecuencia de una epidemia transmitida en su tribu, completamente aislada. Además, otros miembros de esa comunidad permanecen enfermos.
La organización humanitaria Fenama, dedicada a los derechos humanitarios, asegura que la productora Cicada Films visitó varias comunidades indígenas a pesar de ser advertida de que no debía hacerlo, según publica 'The Times'.
La compañía, con sede en Londres, remontó el río más allá de los límites permitidos, según Fenama. La grabación tenía como objetivo colocar en mitad de la selva un 'set' en el que dos presentadores británicos -Mark Anstice y Olly Steeds- convivieran con el pueblo indígena.
El Gobierno peruano ha manifestado que Cicada sólo tenía permiso para visitar otra comunidad -la de Yomybato- y que prohibió expresamente a la productora que contactara con poblaciones vírgenes.
La productora ha rechazado rotundamente las acusaciones. "Negamos con todo el énfasis ser responsables de la introducción de una enfermedad respiratoria, ya que cuando llegamos ya encontramos habitantes locales con síntomas de sufrirla", ha manifestado la empresa.
El antropologista norteamericano Glenn Shepard, que se encontró con los reporteros en Perú, asegura que les advirtió de los riesgos del viaje, tal y como recoge 'The Guardian'.
"La 'telerealidad' ha llevado a las productoras y los canales a buscar comunidades cada vez más remotas y peligrosas", ha añadido Shepard.
El principal precedente de este tendencia es el programa de la BBC 'Tribe series', dedicado a llegar a las poblaciones más alejadas de todo el planeta.
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