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martes, 15 de abril de 2008

Los monos volverán al espacio

Fuente: Publico.es.

Sin menospreciar el resto de barreras técnicas, los expertos parecen haberse puesto de acuerdo en cuál es el principal obstáculo al que se enfrenta el ser humano para emprender largos viajes o estancias fuera de este planeta: el efecto de la radiación cósmica sobre el organismo. Hace dos semanas, un comité del Consejo Nacional de Investigación de EEUU hacía notar que, frente a esta radical limitación, la NASA “no está financiando los experimentos adecuados”. Mientras, Rusia parece haber encontrado su fórmula, que sin duda levantará controversia. Según informa la BBC, el Gobierno ruso planea rescatar la costumbre de emplear como sufridos conejillos de indias a los cosmonautas que menos protestan: los animales; más concretamente, monos.

Situado en la región de Krasnodar Krai, bordeando el Mar Negro, el Instituto Sochi de Primatología Médica es un centro de referencia ruso en experimentación con primates no humanos, y ya en la extinta URSS trabajó en la preparación de monos para el programa espacial. Durante los dos próximos años, el instituto seleccionará a los 40 macacos más aptos, que serán enviados al Instituto de Problemas Biomédicos en Moscú –organismo especializado en medicina aerospacial– con vistas a una eventual misión a Marte, que en ningún caso se contempla antes de 10 años.

Según el director del centro Sochi, Boris Lapin, “las personas y los monos son prácticamente igual de sensibles a grandes y pequeñas dosis de radiación, así que es mejor experimentar con macacos que con perros u otros animales”. Además del efecto de los rayos cósmicos, el programa examinará el impacto sobre la salud de los monos de otros factores como la ingravidez, el aislamiento y una dieta especialmente concebida, compuesta por zumos y purés.

El instituto encargado de la selección cuenta con su propio programa de cría de animales, por lo que éstos no serán capturados del medio natural.

Una de las estrellas del centro es Krosh, un veterano que ya participó en una misión espacial de diez días al espacio a finales de 1992, cinco años antes de que la sequía de fondos obligase al Gobierno ruso a cancelar esta línea. Los 16 años de Krosh equivalen a 60 humanos, según la investigadora del centro Anaida Shaginyan, pero “es muy activo, responde bien a la comida y es agresivo con sus parejas femeninas”, lo que implica una buena salud sexual. De hecho, tuvo descendencia después de su debut espacial, y no es descartable que alguno de sus hijos se convirtiera en el primer macaco cosmonauta de segunda generación.

Sacrificio polémico

De forma inmediata a su difusión, los planes del Gobierno ruso ya han suscitado la polémica. Aunque el uso de mamíferos superiores para experimentación continúa siendo una práctica habitual, su desaparición de los programas espaciales parecía haber dado carpetazo a un capítulo que ahora parece abrirse de nuevo. La investigadora Shaginyan explica: “Ciertamente, lo siento por los monos, pueden morir, pero los experimentos son necesarios para preservar las vidas de los cosmonautas que volarán a Marte en el futuro”.

No es de la misma opinión el representante de la organización ecologista World Wildlife Fund (WWF), Andrei Zbarsky, quien señala que “la humanidad sacrifica cada año más de 100 millones de animales en nombre de la belleza y la salud; ya es hora de pensar en una alternativa a la experimentación con animales”. El portavoz de WWF recuerda la historia de la perrita Laika, lanzada a la órbita terrestre por los soviéticos en 1957; “hoy no es ningún secreto que la perra murió de estrés nervioso inmediatamente después del lanzamiento del cohete y que su cuerpo muerto giró en órbita durante dos semanas”, subraya Zbarsky.

En total, 12 macacos han volado al espacio en misiones soviéticas o rusas del proyecto Bion. Los primeros fueron Abrek y Bion en 1983, y los últimos, Lapik y Multik, en 1997. Francia ha enviado dos macacos al espacio, mientras que EEUU empleó entre 1948 y 1985 a una veintena de monos, la mayoría macacos, pero también chimpancés como Ham y Enos.

Moscú quiere brillar de nuevo en el cielo

Los planes del Gobierno ruso de enviar macacos a Marte se han difundido coincidiendo con el deseo, manifestado por el presidente Putin, de relanzar su programa espacial. El pasado viernes, víspera del Día del Cosmonauta –fecha que marca el aniversario del vuelo pionero de Yuri Gagarin–, Putin declaraba ante el Consejo de Seguridad de su país: “Ahora tenemos la oportunidad real para pasar de explotar y apoyar el previo –a menudo soviético– ‘capital espacial’ a emprender nuevos y ambiciosos proyectos”.

El gesto más notorio será la construcción de un nuevo centro de lanzamiento en el este de Rusia. La base de Vostochny asumirá todas las misiones tripuladas en 2020, lo que evitará al Gobierno ruso seguir dependiendo del cosmódromo de Baikonur, antes en la Unión Soviética, pero hoy en la república independiente de Kazajistán. Vostochny proporcionará a Rusia, según Putin, “un acceso garantizado al espacio”.

El presidente ruso mencionó otros proyectos en los ámbitos militar, civil y científico. Entre ellos se cuenta el sistema de navegación por satélite GLONASS. Putin declaró además que el próximo mes de julio propondrá en París a los socios europeos de la Estación Espacial que la vida útil de esta instalación se prolongue cinco años hasta 2020, para compensar los retrasos en la construcción del segmento ruso.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

La estructura viva más fácilmente distinguible desde el espacio

Fuente: Blog mi+d.

La Gran Barrera de Corales (“Great Barrier Reef”), está compuesta por un inmenso conjunto de colonias que cubren una extensión de unos 2,000 kilómetros de longitud hacia el noroeste australiano. En ocasiones se dice que es el animal más grande que existe (recordemos que los corales son animales). En cualquier caso, según dicen los expertos, es uno de los sistemas más complejos y variados que existen. También de los más delicados. La foto adjunto muestra esta estructura única vista desde una órbita cercana, por el satélite Terra. Los detalles corresponden a un tamaño de un kilómetro, aproximadamente, pero en el enlace a la foto en alta resolución se pueden apreciar estructuras de hasta 250 metros.

Sin embargo, este conjunto de arrecifes coralinos no es la estructura viva más grande que se puede divisar desde el espacio… la respuesta está en una de las regiones, en apariencia, más desoladas de nuestro planeta. Tal vez incluso sea CBE. Ese pálido punto azul (I): la Tierra desde la Luna" visible desde nuestro satélite, la Luna.

martes, 25 de septiembre de 2007

Las bacterias pueden sufrir mutaciones y hacerse más dañinas en un viaje espacial

Fuente: adn.es.

Un estudio de la Universidad de Arizona, en EEUU, detalla cómo varios cultivos de 'Salmonella typhimurium' registraron alteraciones peligrosas después de pasar 12 semanas en órbita.

Las bacterias podrían sufrir cambios genéticos y aumentar su virulencia en los viajes espaciales, según un estudio de los Centros de Enfermedades Infecciosas y Vacunología de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los investigadores descubrieron que después de doce días de orbitar la Tierra como carga de una lanzadera espacial las bacterias patogénicas del tipo Salmonella typhimurium (una de las causantes con más frecuencia de la Salmonelosis) habían sufrido alteraciones como cambios en la expresión genética en la producción de proteínas, así como un aumento en su virulencia.

El estudio, dirigido por Cheryl Nickerson, es el primero en investigar cómo los vuelos espaciales afectan al potencial de causar enfermedades y a los perfiles de expresión genómica de un patógeno microbiano, en este caso la salmonella.

Casi tres veces más virulentas

Después del vuelo en la misión STS-105, las bacterias fueron analizadas en busca de cambios en los niveles de expresión de genes y proteínas. En comparación con las bacterias que se quedaron en Tierra, la salmonella del viaje espacial había cambiado la expresión de 167 genes. Los estudios de virulencia mostraron que las bacterias eran casi tres veces más propensas a causar la muerte de ratones en comparación con las bacterias que se quedaron en tierra.

Los científicos descubrieron que una proteína reguladora importante, la Hfg, podría ser una molécula clave responsable del aumento en la virulencia. La Hfg constituiría, según los autores del estudio, un objetivo terapéutico para proteger a los astronautas de las enfermedades infecciosas durante los viajes espaciales.

viernes, 20 de julio de 2007

Fracasa el último experimento de la Agencia Espacial Brasileña

El cohete se encendió, despegó y se perdió en el cielo. Y esto último en un sentido algo más que visual o metafórico. Lo que pretendía la Agencia Espacial Brasileña era aprovechar la ingravidez para llevar adelante nueve experimentos científicos. Es posible que lo lograran; pero nunca sabremos los resultados porque la cápsula en la que se habrían realizado se perdió en mitad del océano. Por algún motivo, el sistema de detección por GPS no pudo indicar su posición exacta.

El lanzamiento del cohete era el primero después del desastre sucedido hace cuatro años en la misma base de Alcántara, Maranhao, al Noreste del país. Entonces, un incendió ocurrido en la misma vispera del lanzamiento de otro cohete se llevó la vida de 21 operarios y una buena parte de las instalaciones de la base. Aquella catástrofe frenó en seco las aspiraciones de Brasil de participar en la carrera espacial. Por eso la prueba de hoy tenía tanta importancia.

Y, en cierto modo, las cosas no salieron mal. El cohete hizo lo que de él se esperaba; pero no se pudo recuperar aquella parte que contenía los experimentos científicos. Por este motivo, los responsables de la operación prefieren no hablar de "fracaso".

El vehículo había sido construido en colaboración con la Agencia Espacial de Alemania. Tenía un coste de 1,25 millones de dólares. Y, de nuevo, deberá ser fabricado por entero ya que no se ha podido recuperar ninguna de sus partes. No obstante, la Agencia Espacial Brasileña sigue decidida a sacar adelante su programa espacial.

Fuente: El Mundo.

martes, 5 de junio de 2007

La ESA enviará bacterias devoradoras de residuos al espacio

El día en que los astronautas viajen al planeta Marte deberán reciclar sus desechos orgánicos al máximo y, para conseguirlo, un equipo formado por búlgaros, rusos y belgas se dispone a enviar bacterias devoradoras de residuos al espacio.

"Nunca hemos puesto a prueba nuestro conocimiento sobre reciclaje de desechos en el espacio. Es la primera vez que enviaremos bacterias anaerobias termófilas con el fin de estudiar su comportamiento", explica a AFP Christophe Lasseur, jefe del proyecto 'Melissa' de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Lanzado en 1989, 'Melissa" prepara un viaje de seres humanos a Marte, que podría materializarse dentro de varias décadas con una duración de unos tres años.

A excepción de las misiones 'Apolo' de la NASA, "el hombre nunca ha salido de la órbita terrestre durante más de unas semanas", recuerda Lasseur.

Además, la distancia relativamente corta de la Tierra a la antigua estación espacial rusa MIR o a la actual Estación Espacial Internacional (EEI) ha permitido hasta ahora a los astronautas viajar con todo el equipamiento necesario y regresar con sus desechos, agrega.

Sin embargo, para emprender rumbo a Marte, las condiciones serán bien distintas.

Puesto que el mínimo diario para la supervivencia de un individuo en el espacio comprende 1 kilo de oxígeno, 1 kilo de alimentos y 3 de agua, para una misión de seis personas durante 1.000 días, el volumen total de las provisiones se elevaría a 30 toneladas, algo que ninguna nave puede transportar. El objetivo es por lo tanto reducir peso.

La solución que propone 'Melissa' reside en el desarrollo de un ecosistema cerrado en el que los residuos orgánicos sean "reciclados" por bacterias no consumidoras de oxígeno las cuales reducirán su volumen desprendiendo dióxido de carbono (CO2), que será absorbido a su vez por algas y plantas productoras de oxígeno.

Se trata principalmente de limitar el volumen de los residuos resultantes de la higiene personal, según el profesor Viachheslav Ilyn, del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de Moscú.

El Instituto de Microbiología de la Academia búlgara de Ciencias se adjudicó el concurso para este proyecto sobre bacterias anaerobias termófilas, prueba de los esfuerzos de la ESA para alentar la participación de los nuevos Estados miembros de la UE en sus actividades.

Las primeras bacterias serán enviadas al espacio en la primavera de 2009, según el profesor búlgaro Ivan Siméonov, jefe del proyecto ANDIOMUM (Estudio de la Digestión Anaerobia de Materia Orgánica en Condiciones de Microgavedad).

"Enviaremos bacterias en estadios diferentes de desarrollo para dejarlas 10 días en el espacio. Paralelamente, realizaremos la misma experiencia en la Tierra para comparar", explica.

"La vida sobre la Tierra nació de las condiciones constantes de gravedad. La microgravedad espacial representa para las bacterias un estado de estrés, hay que ver si son capaces de sobrevivir", indica Siméonov.

Fuente: La Flecha.