El lanzamiento del cohete era el primero después del desastre sucedido hace cuatro años en la misma base de Alcántara, Maranhao, al Noreste del país. Entonces, un incendió ocurrido en la misma vispera del lanzamiento de otro cohete se llevó la vida de 21 operarios y una buena parte de las instalaciones de la base. Aquella catástrofe frenó en seco las aspiraciones de Brasil de participar en la carrera espacial. Por eso la prueba de hoy tenía tanta importancia.
Y, en cierto modo, las cosas no salieron mal. El cohete hizo lo que de él se esperaba; pero no se pudo recuperar aquella parte que contenía los experimentos científicos. Por este motivo, los responsables de la operación prefieren no hablar de "fracaso".
El vehículo había sido construido en colaboración con la Agencia Espacial de Alemania. Tenía un coste de 1,25 millones de dólares. Y, de nuevo, deberá ser fabricado por entero ya que no se ha podido recuperar ninguna de sus partes. No obstante, la Agencia Espacial Brasileña sigue decidida a sacar adelante su programa espacial.
Fuente: El Mundo.
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