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martes, 16 de junio de 2009

Hallan una bacteria que podría dar las claves sobre la vida en otros planetas

Fuente: ABC.

Una pequeñísima bacteria atrapada bajo el hielo de Groenlandia podría albergar la clave sobre formas de vida en otros planetas, según un estudio publicado en la revista International Journal and Systematic and Evolutionary Microbiology.

Científicos de la Universidad de Pensilvania han explicado que el microbio Herminiimonas glaciei sobrevivió en estado durmiente bajo los hielos durante 120.000 años en un ambiente similar al de otros planetas.

El grupo encabezado por la bióloga Jennifer Loveland-Curtze revivió la bacteria incubando sus muestras a 2 grados centígrados durante siete meses y luego a 5 grados durante cuatro meses.

H.glaciei es de 10 a 50 veces más pequeña que la bacteria que causa la gastroenteritis y su tamaño le ayudó a sobrevivir en las venas líquidas que existen entre los cristales del hielo a más de tres kilómetros de profundidad. Además, los científicos consideran que sus diminutas dimensiones le ayudaron a usar sus nutrientes de manera más eficiente y como protección de los depredadores.

Vida en otros lugares del sistema solar

Según el estudio, la mayor parte de la vida en la Tierra ha consistido en microorganismos y, por lo tanto, sería razonable pensar que esto mismo ocurre en otros planetas. El análisis de estos microorganismos que sobreviven bajo condiciones extremas en la Tierra puede ofrecer claves acerca de las formas de vida en otros lugares del sistema solar, ha añadido Loveland-Curtze.

La experta ha indicado que esos ambientes extremadamente fríos como la profundidad de los hielos de Groenlandia son los mejores análogos de posibles hábitat extraterrestres. «Las temperaturas excepcionalmente frías pueden preservar las células y los ácidos nucleicos durante millones de años. H. Glaciei es uno de ellos».

lunes, 16 de marzo de 2009

Compuestos antibióticos a los que las bacterias no pueden hacerse resistentes

Fuente: Ciencia Kanija.

La cada vez más frecuente resistencia bacteriana a los antibióticos es alarmante. Investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva creen que pueden haber encontrado una solución a esta batalla aparentemente perdida. El Profesor Vern L. Schramm y su equipo han desarrollado compuestos antibióticos que no llevan a una resistencia bacteriana con el paso del tiempo.

Los antibióticos administrados funcionan extremadamente bien al principio, acabando más del 99,9% de los microbios que tiene como objetivo. No obstante, los microbios tienen una alta tasa de mutación y debido a que los antibióticos están inicialmente diseñados para un objetivo específico único, son incapaces de acabar con dl 100% de los microbios durante una infección. Los microbios supervivientes que han tenido éxito al evitar los antibióticos continúan replicándose y dispersándose, llevando a una nueva cepa resistente a antibióticos con el tiempo.

El Dr. Schramm y Ruth Merns, autores del estudio, lanzaron la teoría de que los antibióticos no tienen necesariamente que matar el microbio en sí, sino que en lugar de esto, deben interrumpir la infección. En otras palabras, si el microbio sobrevive pero no se replica, la resistencia a los antibióticos no tendrá lugar.

En el estudio de Nature of Chemical Biology, se usaron los microbios de prueba Vibrio cholerae, que causan el cólera, y la cepa 0157:H7 de E. coli, los conocidos contaminantes de la comida que son responsables de aproximadamente 110 000 enfermedades cada año en los Estados Unidos. El objetivo de la investigación era interrumpir la capacidad de infecciosa microbiana para comunicarse entre sí.

El proceso mediante el que se comunican las bacterias se conoce como “detección de quórum”. En la detección de quórum, las moléculas de señal conocidas como “autoinductores“ son detectadas entre las bacterias. Estos autoinductores regulan la expresión de los genes bacterianos, incluyendo los genes asociados con la virulencia. Estudios anteriores han demostrado que las cepas bacterianas con defectos en la detección de quórum son menos infecciosas.

La enzima bacteriana “MTAN” está directamente implicada en la sintetización de autoinductores y es crucial para catalizar la detección de quórum. El objetivo del equipo era inhibir MTAN diseñando un sustrato al cual la enzima se uniese de forma preferente en lugar de al sustrato humano.

Para diseñar un análogo del sustrato natural de MTAN, el laboratorio Schramm obtuvo una imagen de la estructura de la enzima durante su breve periodo de transición (una décima de billonésima de segundo) en el cual la enzima convierte su sustrato a un compuesto químico distinto.

Con el conocimiento de la estructura transicional de la enzima, el Dr. Schramm y sus colegas construyeron y probaron tres análogos de estados de transición de MTAN. Los tres compuestos desarrollados tuvieron un gran éxito al interrumpir la detección de quórum tanto en V. cholerae como en E. coli 0157:H7. No sólo MTAN se unía preferentemente a los análogos de Schramm, sino que de hecho, los análogos inhibieron permanentemente a la enzima de iniciar la detección de quórum.

Para probar si los microbios desarrollarían resistencia con el tiempo, los investigadores probaron los análogos en 26 generaciones sucesivas de ambas especies bacterianas. Las 26 generaciones fueron igualmente sensibles al antibiótico que la primera generación.

“En nuestro laboratorio, llamamos a estos agentes los antibióticos eternos”, dijo el Dr. Schramm.

El Dr. Schramm también apunta que muchos patógenos bacterianos agresivos expresan MTAN y por tanto probablemente serían susceptibles de inhibirse mediante los análogos, incluyendo a: S. pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, N. meningitides, y Staphylococcus aureus.

Hasta la fecha, el equipo de investigación de Schramm ha desarrollado más de 20 inhibidores altamente efectivos de MTAN, y se espera que todoso sean seguros para el uso humano dado que MTAN es una enzima bacteriana y su bloqueo no tendrían efectos sobre el metabolismo humano.

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Cómo romper la resistencia de las bacterias?

Fuente: Publico.

La batalla contra las infecciones bacterianas parece haberse recrudecido en la última década. Las bacterias, organismos con una gran capacidad adaptativa, están aprendiendo a resistir a los nuevos fármacos y, sólo en España, las infecciones adquiridas en el hospital acabaron en 2006 con la vida de 5.600 personas.

Las farmacéuticas están estancadas en este campo. Utilizan fórmulas renovadas pero basadas en modelos conocidos en los que pequeñas moléculas inhiben el crecimiento bacteriano. "Los nuevos fármacos son transformaciones de viejas fórmulas, pero con cada vez más espectros de actuación. Las bacterias se están volviendo resistentes, hay infecciones a las que los actuales sistemas de inhibición no les afectan", contaba recientemente en Science el director de Microbiología del laboratorio GSK, David Payne.

Por esta razón diferentes grupos en todo el mundo se esfuerzan por desarrollar fármacos más sofisticados e incluso revolucionarios. Es el caso del investigador del Begbroke Science Park (Reino Unido) David Haydon, que trata de atacar al andamio que proporciona la forma y estabilidad a las células bacterianas. De esta forma, al atacar a la propia estructura se detendría la infección, ya que las células son incapaces de proliferar en los diferentes tejidos. Por su parte, el grupo del microbiólogo de la Universidad de Texas David Rasko intenta detener las enzimas que actúan dentro de las células, lo que ralentizaría el crecimiento bacteriano hasta detenerlo.

Otro grupo del Centro de Investigación Biotecnológica de la Universidad de Toyama (Japón) ha analizado el genoma de algunas de las bacterias fuente de enfermedades. "Así podemos seleccionar los genes responsables de la identificación de los organismos que van a infectar", comenta Tomoshige Hiratsuka, líder del grupo que explica que, por esa vía, se podría crear un antibiótico específico para cada género bacteriano, que "confundiera" al invasor.

Estas tres nuevas formas de atacar el problema, aunque existen, son todavía muy teóricas. El interés de la industria farmacéutica será vital para su desarrollo.

viernes, 26 de diciembre de 2008

La bacteria que se convirtió en dinosaurio

Fuente: El Mundo.

El aumento de los niveles de oxígeno en el planeta en dos fases muy concretas del pasado está detrás del proceso evolutivo que convirtió a unas bacterias invisibles al ojo humano en unos seres vivos tan gigantescos como un dinosaurio, una secuoya o una ballena.

La investigación desarrollada por un equipo de 13 científicos, dirigidos por Jonathan Payne, de la Universidad de Stanford (EE. UU.), apunta a que este aumento biológico se produjo en dos periodos diferentes de los 3.500 millones de años de vida en el planeta y que fueron fases relativamente cortas: menos del 20% de esa historia.

Para realizar este trabajo, que da luz a uno de los misterios más asombrosos de la vida, los investigadores se centraron en analizar y comparar el tamaño máximo que había conseguido cada uno de los seres vivos, desde las bacterias procariotas (organismos unicelulares muy primitivos que han desarrollado membrana nuclear) a las eucariotas (más complejas, y por tanto posteriores), los metazoan y las plantas vasculares.

Todos estos organismos vivieron a partir de un momento determinado del periodo Arcaico (hace entre 4.000 y 2.500 millones de años) y aún existen en nuestros días. Estudiando los registros fósiles que han dejado, observaron que habían aumentado su tamaño hasta 16 veces en los últimos 3.500 millones de años, como publican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science (PNAS)'.

Pero lo más sorprendente es que ese aumento fue episódico: un salto de seis veces sus dimensiones ocurrió a mitad del Paleoproterozoico, hace 1.900 millones de años, y otra en el Ordovícico (hace entre 600 y 450 millones de años). Es decir, que más del 75% del aumento del tamaño de los seres vivos ocurrió en dos momentos no muy largos.

Más oxígeno

Observaron, además, que ambos momentos ocurrieron tras dos incrementos en la oxigenación del planeta. "La conexión entre estos dos episodios de aumento de tamaño y la mayor oxigenación ha hicimos de forma inmediata porque, desde hace décadas, estudiar las curvas de oxígeno atmosférico es un objetivo de gran interés para los científicos", asegura Payne.


El biólogo norteamericano destaca que lo realmente interesante fue descubrir que "cada uno de esos pasos es correlativo con un momento en el que la vida se hizo más compleja: primero surgió la célula eucariota y luego los organismos multicelulares". Volviendo la vista al pasado, hay que recordar que cuando surgieron las primeras bacterias no había oxígeno en la Tierra. Y que durante los primeros 1.500 millones de años de vida en la Tierra esos microorganismos eran sólo unicelulares, lo que les otorgaba un crecimiento de tamaño muy limitado. El aumento de sus dimensiones sólo fue posible con la llegada de organismos más complejos, hace 2.000 millones de años.

Pero antes, algo cambió: en el periodo Arcaico (hace más de 3.000 millones de años), hubo unas bacterias primitivas que 'inventaron' un metabolismo nuevo: les permitía usar la energía del sol y el dióxido de carbono para nutrirse, es decir, crearon la fotosíntesis que genera el oxígeno.

Pronto, estas bacterias llenaron con el nuevo elemento los océanos y también la atmósfera, como aún ocurre hoy. De hecho, los mares son grandes captadores de dióxido de carbono atmosférico. Fue ese preciado y peligroso oxígeno libre el que hizo posible que la vida evolucionara: los organismos desarrollaron un núcleo que contenía su material genético.

Más adelante, las células eucariotas llegaron a la tierra y desarrollaron estructuras celulares más grandes. En 200 millones de años, los organismos invisibles pasaron a ser del tamaño de una moneda de 10 céntimos.

Llegan los 'multicelulares'

Durante otros mil millones de años, la vida languideció como simples células bacterianas, hasta la transición del Precámbrico al Cámbrico, hace unos 540 millones de años cuando, de nuevo, el nivel de oxígeno atmosférico aumentó notablemente, hasta alcanzar el 10% de su concentración actual.

Muchos científicos mantienen que ese segundo aumento era la llave fundamental para que la vida fuera multicelular. Una vez que ese nuevo nivel se alcanzó, los límites del tamaño a los que se constreñían los organismos unicelulares desaparecieron.

En poco tiempo evolutivo, es decir, en unos cientos de millones de años, se pasó de los organismos del tamaño de una moneda a otros gigantescos, como los cefalópodos del Ordovícico, con más de tres metros de largo. Más adelante vendrían los dinosaurios, aunque algunos animales anteriores ya habían sido más gigantescos.

Michal Kowalewxski, otro de los autores de este trabajo, recuerda que antes de su estudio la referencia en esta materia era el gráfico que hizo J.T. Bonner, hace más de 40 años, sobre el tamaño de los organismos.

"Una creencia común era que el tamaño había aumentado con la complejidad de los animales o que cambió lentamente a través del tiempo, pero no sabíamos cómo ese cambio se produjo en un grupo de organismos. ¿Aumentó rápidamente tras su aparición y luego disminuyó, o viceversa. Nuestro estudio trataba de responder a esta pregunta, cuando nos encontramos con un patrón en todos los casos", concluye.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Bacteria luminosa permite detectar derrames petróleo: expertos

Fuente: Reuters.

Una nueva técnica que emplea bacterias que se iluminan, y por ello son fáciles de ubicar, ayudaría a detectar mejor la contaminación generada por los derrames de petróleo y otras filtraciones peligrosas para el medio ambiente, informaron el jueves investigadores suizos.

Estas bacterias coloridas son baratas y pueden alertar a los científicos para que reduzcan los niveles de derrame en las instalaciones subterráneas y los centros de almacenamiento de todas las sustancias que se pueden filtrar en el suelo o el mar, dijo Jan Van der Meer, de la Universidad de Lausana en Suiza.

"El centro de nuestro sistema sensor cromático son las bacterias en sí," señaló Van der Meer en un comunicado. "Ellas se reproducen a sí mismas (...) lo que hace al mecanismo realmente económico," añadió.

Van der Meer, que presentó su investigación en un encuentro de la Sociedad de Microbiología General en Dublín, Irlanda, indicó que los científicos evaluaron exitosamente a las bacterias para medir una serie de contaminantes dañinos mediante un simple dispositivo de registro de la luz.

El principal problema en la detección de los derrames de petróleo y otras sustancias tóxicas es que muchos de los químicos más peligrosos no se disuelven en el agua, lo que los hace difíciles de identificar, explicó el autor.

En cambio, estos contaminantes suelen adherirse a las rocas, las aves marinas y los mariscos, donde permanecen por muchos años.

A diferencia de los métodos actuales, la nueva técnica no requiere químicos para determinar la fuente de las filtraciones y es más beneficiosa para el medio ambiente, manifestó Van der Meer.

"Dado que las bacterias son organismos simples unicelulares, es relativamente fácil equiparlas con un sensor y 'proteína informante' de color brillante, que pone de manifiesto bajo el microscopio y nos alerta de diversas sustancias que se filtran en el suelo o el mar por derrames de petróleo," concluyó Van der Meer.

viernes, 4 de abril de 2008

Y la bacteria se comió el antibiótico

Fuente: El Mundo.

Por paradójico que resulte, los antibióticos (esos fármacos diseñados para acabar con las bacterias) pueden ser un rico manjar para estos microorganismos. Un grupo de investigadores acaba de descubrir que multitud de bacterias del entorno son capaces de nutrirse de diferentes tipos de antibióticos. El hallazgo puede aportar nuevas claves sobre las resistencias a los antibióticos.

Se lo comen todo. "Prácticamente todas las moléculas orgánicas de la naturaleza pueden ser comidas por algún tipo de bacterias, por eso no vemos acumulaciones significativas de ningún tipo de material orgánico en el entorno", explica a elmundo.es Gautam Dantas, uno de los autores del trabajo, que acaba de publicar la revista 'Science'.

Sin embargo, nadie se había planteado hasta ahora que en ese 'todo' también pudiesen encontrarse los antibióticos, sustancias sintéticas o naturales pensadas, precisamente, para matar bacterias. "Nuestro trabajo muestra que corren la misma suerte que cualquier otro compuesto orgánico del entorno", agrega este investigador, del departamento de Genética de la Harvard Medical School (EEUU).

Una amplia variedad

Dantas y su equipo intuyeron este curioso fenómeno mientras realizaban una serie de experimentos sobre biocombustibles. Las bacterias están demostrando ser un útil sintetizador de estos carburantes y los investigadores recurrieron a los antibióticos durante experimentos que evaluaban el metabolismo bacteriano. "Nuestro nuevo estudio describe los resultados de un experimento más detallado que hicimos [a partir de aquel hallazgo] para evaluar estos patógenos en diferentes entornos y ante clases más variadas de antibióticos", aclara el investigador.

En efecto, desde antibióticos clásicos como la penicilina a modernas moléculas como la ciprofloxacina resultaron ser una fuente de carbono (uno de los procesos metabólicos de las estos microoganismos) para multitud de bacterias del suelo. Los investigadores cultivaron cepas bacterianas de 11 orígenes diferentes en 18 antibióticos. Todos los fármacos facilitaron el crecimiento de algún tipo de bacteria y seis de ellos nutrían a bacterias de las 11 procedencias estudiadas. "Realmente, nos sorprendió la variedad de bacterias y, sobre todo, su ubicuidad y su capacidad para usar todos los antibióticos estudiados", aclara Dantas.

La más numerosa era la familia de proteobacterias Burkholderiales (41% de las 11 especies aisladas). En este grupo se encuentran también microorganismos que causan enfermedades en el hombre (como 'Bordetella pertussis', causante de la tosferina) y los animales (como 'Burkholderia mallei', culpable de una infección equina llamada muermo).

¿Qué pasa con las bacterias humanas?

"Hemos demostrado que las bacterias que se comen antibióticos están ampliamente esparcidas por el entorno y constituyen un desconocido reservorio de genes [que regulan mecanismos responsables] de la resistencia a los antibióticos que pueden (o no) haber contribuido a los crecientes niveles de bacterias patogénicas resistentes a múltiples fármacos", resume Dantas.

Es más, muchos de los patógenos que se nutrían de los antibióticos están estrechamente relacionados con patógenos que pueden afectar al hombre. "Dada la creciente incidencia de microbios patogénicos resistentes a múltiples fármacos, estábamos especialmente interesados en la relación entre estos microorganismos y las bacterias del entorno que sobreviven en antibióticos. Ahora, hemos continuado con algunos hallazgos excitantes sobre un fenómeno parecido en microbios humanos que planeamos difundir muy pronto", avanza el investigador.

Dantas y su equipo seguirán trabajando para comprender mejor los mecanismos genéticos y bioquímicos que hay detrás de la resistencia de los antibióticos en estas bacterias y ver cómo pueden 'saltar' a los microorganismos que afectan al hombre.

jueves, 20 de marzo de 2008

Hallan cómo una bacteria desarrolla resistencia a penicilina

Fuente: PRENSA LATINA.

Un equipo de científicos descubrió cómo una bacteria causante de la neumonía ha desarrollado resistencia a la penicilina, publicó la revista Journal of Biological Chemestry.

El hallazgo podría ayudar a la creación de nuevas drogas para enfrentar enfermedades como las MRSA (infecciones por staphylococcus aureus resistentes a la meticilina), dijeron en la publicación investigadores de la Universidad de Warwick.

Los científicos centraron su estudio en el streptococcus pneumoniae, responsable de miles de muertes de niños en el mundo.

La penicilina previene la construcción de un componente esencial de protección para la bacteria llamada Peptidoglycan.

El equipo se concentró en una proteína llamada MurM la cual ha estado vinculada con cambios en el mencionado componente que se han observado en la resistencia del streptococcus pneumoniae a la penicilina.

Como resultado, halló que la proteína actúa como una enzima jugando un rol en la formación de estructuras que se vuelven fuertes dentro del peptidoglycan.

Cuantos más altos son los niveles de la actividad de la proteína MurM, más fuerte se volvió el peptidoglycan, y resultó más probable que la bacteria desarrollara resistencia a la droga.

sábado, 1 de marzo de 2008

¿Bacterias que hacen llover contra la sequía?

Fuente: 20minutos.
  • Están por todo el mundo y pueden usarse para crear lluvia artificial.
  • Son de las principales partículas que desencadenan la lluvia.
Hasta ahora se sabía que algunas bacterias que flotan en la atmósfera provocan la lluvia bajo ciertas condiciones en áreas concretas del planeta, pero un equipo de científicos ha demostrado su presencia en todo el mundo y su importancia en el clima.

Generalmente el vapor de agua acumulado en las nubes se precipita en forma de lluvia cuando se congela alrededor de una de las muchas partículas sólidas que flotan en la atmósfera, desde arena y granos minerales hasta polvo de origen biológico.

Los científicos sabían que sobre amplias zonas agrícolas y boscosas, como extensas plantaciones de trigo y el Amazonas, la abundante presencia de polen y bacterias en zonas medias y altas de la atmósfera eran los principales núcleos sólidos alrededor de los cuales se catalizaba la formación de hielo. Este hielo, posteriormente, al atravesar capas más calientes de aire se transformaba en lluvia. Los meteorólogos llaman a este proceso nucleización.

Según un estudio que publicará el sábado la revista Science, cinetíficos de la Universidad Estatal de Luisiana (EE UU), junto a colegas de Montana y Francia, han encontrado evidencias de que las bacterias que hacen llover se distribuyen por toda la atmósfera terrestre y están entre las principales partículas que desencadenan la lluvia.

El estudio podría tener aplicaciones prácticas para provocar lluvia artificial, como ya se hace bombardeando las nubes con sales de plata, si no fuera porque las principales bacterias que provocan lluvias son organismos fitopatógenos, es decir, que son perjudiciales para los cultivos.

Los científicos han examinado el agua de lluvia en múltiples lugares y ha concluido que las bacterias tienen la capacidad de provocar la formación de hielo a su alrededor a temperaturas más altas que el polvo mineral. Este estudio inicia la comprensión de la intrincada relación entre el clima del planeta y la biosfera, según los especialistas.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Los cubitos de hielo contienen más bacterias que el agua del wc

Fuente: La Flecha.

Una investigación llevada a cabo por un diario norteamericano determinó que uno de cada cinco locales de comida ofrecen hielo con más bacterias que el agua de un retrete.

Luego de analizar los cubos de hielo de 49 restaurantes informales y locales de comidas rápidas, el Chicago Sun-Times descubrió que en una proporción mayor a uno de cada cinco, las muestras contenían altos niveles de bacterias.

Los cubitos de hielo de tres restaurantes contenían altas cantidades de "escherichia coli" (una bacteria que se encuentra en la materia fecal tanto de hombres como de animales), según revelaron los análisis desarrollados por un laboratorio certificado por el gobierno a pedido del matutino.

Peor aún resultó la comparación de las muestras de hielo con el agua tomada de un retrete de los baños del periódico.

El agua del inodoro resulto ser "más limpia" que los hielos de veintiuno de los bares y restaurantes.

Ya lo sabe. Cuando pida una bebida, mejor tomarla caliente.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Descubierta una bacteria que produce nanotubos

Fuente: Teleobjetivo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de California ha descubierto una bacteria que, mediante un proceso que aún no se ha terminado de comprender, es capaz de producir nanotubos semiconductores. Este descubrimiento puede abrir la puerta a la producción en masa de estos componentes.

A día de hoy, los nanotubos son la gran promesa de la industria electrónica. El uso de nanotubos puede romper los límites de la miniaturización que presentan los componentes semicondutores de silicio, y ademas pueden permitir una espectacular reducción de precios. Desgraciadamente, a día de hoy no existe ningún procedimiento para producir en masa este tipo de componentes.

Este equipo de investigadores, que trabaja en el desarrollo de técnicas para eliminar la contaminación por arsénico, ha descubierto que la Shewanella, una bacteria capaz de metabolizar metales, es capaz de producir unos nanotubos de sulfuro de arsénico, que presentan capacidad semiconductora y fotoactiva; estas propiedades, ademas de hacerlos aptos para el uso en electrónica, permitirá utilizarlos para fabricar nuevos tipos de componentes.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Científicos descubren arcilla que acaba con las bacterias más mortíferas

Fuente: Maikelnai's Blog.

El polvo de unos volcanes franceses podría ser eficaz combatiendo al 99% de las bacterias, incluyendo al Staphylococcus aureus resistente a meticilina (abreviado MRSA ) y a la E. coli, en cuestión de 24 horas.

Se cree que esta arcilla, llamada Agricur, descubierta en las montañas del Macizo Central francés, podría conducir a los científicos al desarrollo de una nueva clase de antibióticos contra los que las súper bacterias no podrán desarrollar resistencia. Si los resultados de los ensayos con humanos resultan un éxito, el agricur podría salvar las vidas de miles de personas cada año.

Los científicos que realizaron los experimentos en laboratorio se sorprendieron al ver que la arcilla podía destruir colonias enteras de bacterias en solo un día. A lo largo de ese mismo período, las muestras de MRSA no tratadas con agricur incrementaron su número 45 veces. La arcilla también destruye otras bacterias mortales como la salmonella y el buruli, una enfermedad similar a la lepra que destruye los tejidos.

Esta terrible enfermedad ataca a los niños de África central y occidental. El MRSA y otras bacterias son resistentes a los antibióticos convencionales, en la mayor parte de los casos porque los pacientes abandonan el tratamiento prescrito en cuanto se sienten mejor, en lugar de completarlo correctamente.

Como resultado, las bacterias más resistentes logran sobrevivir y continúan su expansión. Hasta el momento, los científicos que buscan otros medios diferentes a la penicilina no han tenido demasiado éxito.

La doctora francesa Line Brunet de Course fue la primera en darse cuenta de las propiedades curativas de las arcillas verdes de Francia, compuestas básicamente de dos minerales llamados esmectita e illita. La doctora empleó las arcillas para luchar contra el buruli en varias clínicas de Costa de Marfil y Guinea. Después envió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) los expedientes de 50 casos estudiados, donde describieron su trabajo como “realmente impresionante”.

Sin embargo, la doctora no recibió fondos de ninguna clase puesto que carecía de evidencias científicas. Más tarde, tras la muerte de la doctora de Course, su hijo emprendió la búsqueda de científicos que pudieran estar interesados en investigar las propiedades del agricur. La doctora Lynda Williams de la Universidad del Estado de Arizona, especialista en la investigación de arcillas, acordó con él realizar las pruebas.

En estos momentos, los científicos no tienen una explicación precisa del modo en que el agricur derrota al MRSA y a otras infecciones. Según la doctora Williams, han descubierto varias arcillas anti-bacterianas que son capaces de transferir elementos desconocidos a la bacteria que impiden sus funciones metabólicas.

Los científicos no creen que se trate solo de un único elemento tóxico, sino de la combinación de varios elementos y de ciertas condiciones químicas que atacan con éxito a la bacteria desde diferentes ángulos, destruyendo de este modo su sistema defensivo. También creen que la arcilla podría atacar a la bacteria a través de la física, y no mediante procesos bioquímicos, lo cual implicaría que la bacteria jamás podría desarrollar resistencia. Los científicos se muestran realmente optimistas sobre sus hallazgos, y esperan que sirvan para salvar muchas vidas humanas.

jueves, 18 de octubre de 2007

Bacterias extra resistentes se expanden en Estados Unidos

Fuente: HispaMp3.

Dos "superbacterias" resistentes a los medicamentos se están volviendo más comunes en Estados Unidos, entre ellas una que causa infecciones de oído difíciles de tratar en los niños, informaron investigadores.

WASHINGTON (Reuters) - La segunda bacteria en cuestión, llamada Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM), provocó la muerte de unos 19.000 estadounidenses en el 2005 y enfermó gravemente a unos 94.000, según un informe publicado en Journal of the American Medical Association.

Los doctores Michael Pichichero y Janet Casey, ambos de la University of Rochester, hallaron un nuevo tipo de casos de Streptococcus pneumoniae resistente a los fármacos en chicos con infecciones de oído.

Cinco de esos niños debieron ser tratados con un antibiótico aprobado sólo para adultos, porque la medicación infantil no era lo suficientemente fuerte como para terminar con el microorganismo.

Ambos informes sugirieron que los médicos y los hospitales no están siguiendo las recomendaciones para controlar las infecciones bacterianas.

Pichichero y Casey trataron infecciones del oído medio en 1.816 niños y aplicaron a 212 de ellos un procedimiento que consiste en perforar el tímpano para extraer líquido y luego evaluar ese fluido con el fin de identificar exactamente qué tipo de bacteria provocó la infección.

Los doctores generalmente intentan descifrar y tratan las infecciones de oído infantiles con el antibiótico que creen más adecuado, pero Pichichero señaló que esto no sería lo mejor.

Su equipo descubrió nueve chicos que estaban infectados con una nueva cepa de S. pneumoniae. Cuatro habían probado más de una ronda de antibióticos y cinco tuvieron que ser tratados con levofloxacina, un antibiótico autorizado sólo para adultos.

A algunos pacientes se les debió realizar la punción en el tímpano, utilizando un anestésico local.

"Los niños no sienten ningún dolor," dijo Pichichero en una entrevista telefónica.

DRENAR EL ABCESO

"Una infección de oído es en verdad un tipo de abceso (flemón) detrás del tímpano. Drenarlo alivia inmediatamente la presión y el dolor. Reduce la fiebre instantáneamente. El 50 por ciento de las veces no hay necesidad de usar antibióticos," señaló Pichichero.

Las punciones de oído para extraer una muestra de fluido permitirían a los médicos identificar precisamente qué cepa de la bacteria está infectando al niño y elegir el antibiótico más adecuado, expresaron Pichichero y Casey.

En tanto, emplear antibióticos menos seguido ayudaría a superar la amenaza de resistencia a los medicamentos y haría que la medicación sea más útil cuando realmente se necesita.

Para el segundo estudio, el equipo de la doctora Monina Klevens, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) observó informes de SARM de todo Estados Unidos.

"A partir de 8.987 casos de SARM observados y 1.598 muertes en hospitales entre pacientes con SARM, estimamos que se produjeron 94.360 infecciones invasivas de SARM en Estados Unidos en el 2005; estas infecciones estuvieron asociadas con la muerte en 18.650 casos," escribió el equipo en su informe.

Las infecciones con SARM incluyen desde forúnculos hasta casos más graves de infección en el torrente sanguíneo, los pulmones y zonas operadas.

Según los investigadores, el 85 por ciento de los casos se vincularon con hospitales, geriátricos y otras instalaciones médicas.

La bacteria SARM se transmite fundamentalmente a través de las manos, pero también por medio de material clínico contaminado.

viernes, 5 de octubre de 2007

Electricidad generada por bacterias al alcance de todos

Fuente: the INQUIRER.

Un grupo de estudiantes del MIT ha desarrollado una nueva forma de generar electricidad alimentando a una bacteria. El dispositivo sólo cuesta dos dólares y podría ser muy útil en las regiones que carecen de tendido eléctrico.

Se trata de un cilindro cerrado con una bacteria en el interior que al alimentarse de basura genera energía suficiente para cargar un móvil y otros pequeños dispositivos. El objetivo de estos estudiantes del instituto tecnológico de Massachusetts es hacer llegar la electricidad a los millones de personas que actualmente viven sin ella. Actualmente, muchos de ellos recurren a la energía solar y a las baterías de coche para poder tener luz.

La nueva solución se llama Microbial Fuel Cell (MFC) y consiste en un contenedor Plexiglas lleno de materia orgánica vegetal como hierba, flores, hojas, etc, bañada en una solución líquida. La bacteria del interior consume el azúcar, el almidón y otras materias orgánicas que pueda encontrar produciendo electricidad en el proceso.

Actualmente, el equipo busca patentara esta tecnología, ya que no utiliza platino, como otros diseños similares. De hecho, los desarrolladores dicen que todo el aparato podría construirse por sólo dos dólares.

Aunque por el momento el MFC produce muy poca cantidad de electricidad, podría retocarse para producir cien veces más, con lo que sólo se necesitaría un día para cargar una batería de móvil.

Una extraña bacteria ataca a soldados estadounidenses heridos

Fuente: ERROR98.

Una misteriosa bacteria, resistente a la mayoría de los medicamentos, está atacando a soldados estadounidenses heridos en las guerras del Pentágono en el Medio Oriente, confirmaron hoy fuentes médicas.

Según un reporte del medio DallasNews, hospitales militares del ejército norteamericano en Iraq han reportado casos de incidencia de este microbio, cuyo principal síntoma es que muchos pacientes no dejan de sangrar.

El doctor Kyle Petersen, especialista en enfermedades infecciosas, explicó que se podría tratar del germen Acinetobacter, que agrede al sistema inmunológico y provoca que un tejido rojo viscoso se extienda alrededor de las heridas.

Cientos de pacientes militares han sido infectados por la bacteria. La mayoría de ellos tropas heridas en Iraq o Afganistán, pero también civiles fueron contagiados luego de estancias prolongadas en hospitales de campañas.

Casi cuatro mil soldados norteamericanos murieron en Iraq desde 2003, mientras más de 20 mil regresaron heridos a territorio norteamericano luego de enfrentamientos con la insurgencia en el país árabe.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Dos bacterias logran juntas en una celula de combustible lo que no conseguirian por separado

Fuente: Electrónicafacil.

Ninguna bacteria actualmente conocida, como las que permiten a las termitas y a las vacas digerir la celulosa, puede suministrar la energía a una célula de combustible microbiana, y las bacterias que sí pueden producir la corriente eléctrica no son capaces de consumir la celulosa. Sin embargo, poner a trabajar juntas a dos clases idóneas de bacterias puede permitir crear una célula de combustible que consuma celulosa y produzca electricidad, según muestra una nueva investigación.

(NC&T) Las células de combustible microbianas operan a través de la acción de bacterias que pueden pasar los electrones a un ánodo. Los electrones fluyen del ánodo a través de un cable al cátodo, produciendo una corriente eléctrica. En el proceso, las bacterias consumen materia orgánica presente en el agua o en un sedimento.

Los vegetales producen celulosa para usarla como paredes celulares y para proporcionar rigidez a su estructura. Junto con la lignina y la hemicelulosa, constituyen una gran parte de la biomasa producida por las plantas. Algunos animales, rumiantes y termitas por ejemplo, pueden descomponer la celulosa con la ayuda de bacterias que viven en su tracto digestivo. Los humanos y la mayoría de los vertebrados obtenemos poca nutrición de la celulosa.

Los investigadores John M. Regan, Thomas E. Ward y Zhiyong Ren, de la Universidad Estatal de Pensilvania, estudiaron la Clostridium cellulolyticum, una bacteria que fermenta la celulosa, y la Geobacter sulfurreducens, una bacteria electroactiva. Las dos son anaerobias y viven en lugares donde no existe oxígeno libre. La fermentadora produce acetato, etanol e hidrógeno. La bacteria electroactiva consume parte del acetato y el etanol.

Los investigadores prepararon una célula de combustible de dos cámaras que produjo un máximo de 150 milivatios por metro cuadrado. No es mucho teniendo en cuenta que los diseños actuales de células de combustible convencionales producen aproximadamente diez veces más, pero como demostración práctica del concepto resulta un logro destacable. Esta baja densidad de potencia se debe al sistema de las dos cámaras. Los investigadores esperan que en el futuro la densidad de potencia aumente.

Actualmente, los investigadores están usando celulosa pura procesada, sin ninguna hemicelulosa o lignina. Ellos están ahora empezando a buscar otros productos de celulosa para que las células de combustible puedan operar con una materia prima menos manufacturada.

Descubiertas unas bacterias devoradoras de gases

Fuente: CORDIS.

Un equipo de investigadores alemanes y norteamericanos ha descubierto la existencia de unas bacterias de los fondos marinos que se alimentan de gas.

La profundidad de los fondos oceánicos es un lugar inhóspito; de hecho, a unos pocos milímetros por debajo de la superficie existe una carencia casi absoluta de oxígeno. Las fuentes de alimentación son casi inexistentes, ya que el consumo de proteínas nutritivas y carbohidratos contenidos en el plancton se produce en zonas superiores de la columna de agua. Los que acaban depositándose en el fondo oceánico son los componentes más difíciles de digerir.

Así y todo, los sedimentos de los suelos marinos albergan vida, la de bacterias y otros microorganismos. Unos científicos acaban de descubrir un grupo de bacterias que se alimentan con los hidrocarburos de cadena corta etano, propano y butano.

Es la primera vez que se hallan bacterias anaerobias devoradoras de gases, después de descubrirse bacterias aerobias (que necesitan oxígeno para subsistir) con una dieta parecida. Los investigadores aislaron las bacterias presentes en lodos sin oxígeno extraídos de columnas de gas en el Golfo de México y embotellaron las muestras con los gases de hidrocarburos bajo estudio y sin oxígeno.

Encontraron que las bacterias utilizaban el sulfato presente en el agua del mar para transformar el etano, el propano y el butano en dióxido de carbono. El sulfato se convierte, durante el proceso, en sulfuro de hidrógeno. Estos organismos presentan un crecimiento extremadamente lento; tardan tres días en dividirse, frente a los treinta minutos que tardan las bacterias utilizadas en la elaboración de yogures.

Este hallazgo da respuesta a varias incógnitas como la de la desaparición del etano, propano y butano, así como del metano de los volcanes de lodo.

Las bacterias podrían utilizarse en bioquímica industrial; y es que deben de contar con una enzima digestiva especial capaz de dividir sustancias químicamente estables como el etano sin aportación calorífica ni oxígeno. La fabricación artificial de esta enzima resultaría sumamente interesante para los procesos químicos sintéticos, calculan los investigadores.

El estudio aparece publicado en la edición en línea de la revista «Nature».

Las bacterias también enferman de virus

Fuente: Publico.es.

La especialización de los parásitos es un fenómeno frecuente en la naturaleza, que alcanza su máximo grado en los virus, específicos hasta el punto de atacar a una sola especie.

Desde antiguo se conoce la existencia de virus bacteriófagos, o fagos, que atacan a las bacterias. En el 161 congreso de la Sociedad General de Microbiología, celebrado recientemente en Edimburgo (Reino Unido), científicos del británico Wellcome Trust Sanger Institute presentaron una serie de experimentos que abren una nueva puerta al tratamiento de infecciones bacterianas mediante el uso de estos diminutos aliados naturales.

Fagos en el río

Los doctores Derek Pickard y Ana Toribio recogieron muestras del río Cam, en Cambridge, sede del instituto. En el agua recolectada se encuentran bacterias con potencial patógeno, y por extensión, los fagos que las atacan. En esta ocasión centraron su estudio en la bacteria Citrobacter rodentium, un patógeno común que causa enfermedades gastrointestinales en ratones, con características similares a las que produce en humanos la bacteria Escherichia coli, el agente más común de las intoxicaciones alimentarias.

El cóctel de fagos obtenido del río Cam se mostró muy eficaz en el tratamiento de las gastroenteritis de los roedores, abriendo una puerta a la realización de estudios similares en humanos. Una vez comprobada la validez del enfoque terapéutico, los investigadores están analizando el ADN de los distintos fagos presentes en la mezcla para optimizar la selección de los más adecuados. “El uso de varios fagos diferentes tiene la ventaja de que se puede combatir cualquier resistencia que la bacteria desarrolle por mutaciones”, explicaba la uruguaya Toribio durante la presentación de sus resultados.

¿Por qué esta estrategia terapéutica no se ha utilizado de forma extensiva? Pickard precisa que en 1919 Felix D’Herelle ya comenzó a ensayar los fagos como herramienta en clínica y en veterinaria. “Pero las preparaciones eran pobres y solían estar contaminadas. El descubrimiento de los antibióticos marcó una era en el tratamiento de las infecciones, y todos los esfuerzos se encaminaron a este terreno”, cuenta Pickard.

Si en la medicina occidental los fagos perdieron preponderancia, no fue así en otras regiones: el Instituto de Bacteriófagos de Tiflis, en Georgia, ha aplicado estas técnicas al tratamiento de úlceras diabéticas y la cicatrización de heridas.

Antibióticos agotados

Si algún motivo impulsa a los médicos a ensayar nuevos abordajes terapéuticos contra las enfermedades infecciosas, es precisamente el progresivo agotamiento del ciclo de los antibióticos. “Las bacterias intercambian información, y esto da lugar al desarrollo de resistencias múltiples”, asegura Pickard. “Además, los antibióticos eliminan también las bacterias beneficiosas para nosotros, que nos ayudan a digerir los alimentos o nos aportan nutrientes. Esto no ocurre con los fagos”.

El científico se muestra esperanzado con esta nueva modalidad: “La administración estadounidense aprobó el pasado año el uso de fagos para matar bacterias en las carnes para el consumo. El espectro de aplicaciones es amplísimo”, sentencia.

martes, 25 de septiembre de 2007

Las bacterias pueden sufrir mutaciones y hacerse más dañinas en un viaje espacial

Fuente: adn.es.

Un estudio de la Universidad de Arizona, en EEUU, detalla cómo varios cultivos de 'Salmonella typhimurium' registraron alteraciones peligrosas después de pasar 12 semanas en órbita.

Las bacterias podrían sufrir cambios genéticos y aumentar su virulencia en los viajes espaciales, según un estudio de los Centros de Enfermedades Infecciosas y Vacunología de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los investigadores descubrieron que después de doce días de orbitar la Tierra como carga de una lanzadera espacial las bacterias patogénicas del tipo Salmonella typhimurium (una de las causantes con más frecuencia de la Salmonelosis) habían sufrido alteraciones como cambios en la expresión genética en la producción de proteínas, así como un aumento en su virulencia.

El estudio, dirigido por Cheryl Nickerson, es el primero en investigar cómo los vuelos espaciales afectan al potencial de causar enfermedades y a los perfiles de expresión genómica de un patógeno microbiano, en este caso la salmonella.

Casi tres veces más virulentas

Después del vuelo en la misión STS-105, las bacterias fueron analizadas en busca de cambios en los niveles de expresión de genes y proteínas. En comparación con las bacterias que se quedaron en Tierra, la salmonella del viaje espacial había cambiado la expresión de 167 genes. Los estudios de virulencia mostraron que las bacterias eran casi tres veces más propensas a causar la muerte de ratones en comparación con las bacterias que se quedaron en tierra.

Los científicos descubrieron que una proteína reguladora importante, la Hfg, podría ser una molécula clave responsable del aumento en la virulencia. La Hfg constituiría, según los autores del estudio, un objetivo terapéutico para proteger a los astronautas de las enfermedades infecciosas durante los viajes espaciales.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Nuevos virus para tratar enfermedades bacterianas

Fuente: CienciaKanija.

Unos virus hallados en el Río Cam en Cambridge, famoso por ser refugio de estudiantes en sus barcas en los largos días de verano, podría convertirse en la siguiente generación de antibióticos, de acuerdo con los científicos.

Con los antibióticos actualmente sobre-prescritos para el tratamiento de las infecciones bacterianas, y los pacientes no completando todo el tratamiento adecuadamente, muchas bacterias son capaces de lograr un conjunto completo genes resistentes a los antibióticos fácilmente intercambiando material genético entre sí.

La MRSA – variedad resistente a múltiples medicinas de Estafilococo Aúreo – y las nuevas variedades emergentes del “superbicho” Clostridium difficile han forzado a los investigadores médicos a darse cuenta de que se requiere una aproximación completamente distinta para combatir estas bacterias.

“Usando un virus que sólo ataque a estas bacterias, llamado fago – y algunos fagos sólo atacan tipos específicos de bacterias – podemos tratar infecciones localizando la variedad exacta de bacteria que provoca la enfermedad”, dice Ana Toribio del Instituto Wellcome Trust Sanger en Hinxton, Cambridgeshire, Reino Unido. “Esto es algo mucho más localizado que la terapia convencional de antibióticos”.

Los científicos usaron un pariente cercano de Escherichia coli, la bacteria que causa comúnmente la intoxicación alimenticia y los problemas gastrointestinales en humanos, llamada Citrobacter rodentium, que tiene exactamente los mismos efectos gastrointestinales en los ratones. Fueron capaces de tratar a los ratones infectados con un cóctel de fagos obtenidos del Río Cam que localizaron al C. rodentium. Actualmente están optimizando la selección de virus mediante análisis de ADN para usar fagos con distintos perfiles.

“Usar fagos en lugar de los tradicionales antibióticos de amplio espectro, que esencialmente intentar acabar con todas las bacterias que se cruzan en su camino, es mucho mejor dado que no afectan al equilibrio microbiano en el cuerpo “, dice el Dr. Derek Pickard del Instituto Wellcome Trust Sanger. “Todos necesitamos bacterias buenas para que nos ayuden a combatir las infecciones, para digerir nuestra comida y proporcionarnos nutrientes esenciales, y los antibióticos convencionales pueden matar también a éstas, cuando están combatiendo a las bacterias que provocan la enfermedad”.

Los tratamientos basados en fagos han sigo ignorados durante mucho tiempo en Europa Occidental y los Estados Unidos. Los principales informes clínicos humanos han llegado del Este de Europa, principalmente del Instituto Bacteriófago de Tbilisi en Georgia donde se usan bacteriófagos con éxito para tratar infecciones como úlceras diabéticas y heridas. Se planean más estudios en líneas de ensayo clínico occidental con todos los estándares requeridos.

“Cuando más podamos desarrollar el tratamiento y comprender los obstáculos encontrados en el uso de este método para tratar las infecciones intestinales, más posibilidades tendremos de maximizar las posibilidades de éxito a largo plazo”, dice Ana Toribio. “Hemos encontrado que usar una variedad de fagos para tratar una enfermedad tiene muchos beneficios sobre usar sólo un tipo de fago para atacar una variedad peligrosa de bacteria, superando cualquier resistencia potencial a los fagos por mutaciones bacterianas”.

“Esto nos lleva de vuelta al problema que tratábamos de resolver en primer lugar. Podría decirse que los tratamiento antibióticos convencionales han llevado al MRSA y otras infecciones de superbichos a hacerse no sólo más comunes sino también más infecciosos y peligrosos. La terapia de bacteriófagos ofrece una alternativa que necesita tomarse en serio en Europa Occidental”, dice Derek Pickard.

sábado, 1 de septiembre de 2007

"El amor nació hace millones de años de la fusión de bacterias"

Fuente: El Mundo.

ROSA M. TRISTÁN

MADRID.- El amor es el sentimiento más antiguo del mundo. "Tiene 3.000 millones de años y surgió en el momento en el que una bacteria se preguntó si había alguien más ahí porque no podía sobrevivir sola". El escritor Eduardo Punset, director del programa científico Redes en TVE, se sumerge en su último libro (Viaje al amor, de la editorial Destino) en la búsqueda de respuestas científicas para una emoción que tantas ilusiones y trastornos provoca al ser humano. Y da con la fórmula mágica: A=(a+i+x)k, o lo que es lo mismo: el amor es la suma del apego personal, la inversión parental o familiar y la sexualidad, y todo ello afectado por el entorno.

En definitiva, encuentra un origen biológico en este sentimiento, entendido como una fusión de cuerpos "que genera la energía necesaria para vivir o que recupera tejidos dañados". Ahora bien, si el amor es previo a la diferenciación sexual ¿cómo y por qué surgieron los dos sexos?

En términos evolutivos esa diferencia apareció hace 700 millones de años para garantizar la diversidad genética y así poder adaptarse más fácilmente a un entorno cambiante. El precio fue elevadísimo. En la reproducción por subdivisión celular, la vida es eterna, pero cuando de dos cuerpos sale otro joven irrepetible y distinto, aparece la muerte".

Hoy, esa diferenciación por géneros es evidente en nuestro cerebro; por ejemplo, en que el espacio neuronal que un hombre tiene dedicado al sexo es 2,5 veces mayor que en una mujer; o en que para que ella tenga un orgasmo su cabeza debe estar libre de preocupaciones, algo no tan importante en ellos.

"Ahora, bien", insiste Punset, "la esencia del amor, la fusión, no cambió con estos matices, sigue igual que hace 3.000 millones de años". Eso no quiere decir que la pasión entre amebas y entre seres humanos sea idéntica y en eso, recuerda el autor, tiene mucho que ver la aparición de la conciencia y la imaginación. "Es esa conciencia la que nos permite interferir y decidir no tener hijos aunque amemos. Y aún así lo importante es el instinto de fusión, la inversión material y espiritual para que perviva (es decir, los compromisos de la pareja) y la negociación de la libertad de cada uno".

En la elección de la pareja el aspecto, la simetría de las facciones, reflejo del metabolismo y los genes, es importante. Son signos de salud que ya nuestros antepasados seleccionaban para tener una buena prole. De igual modo, la monogamia apareció por el interés de ambos padres en que las crías salieran adelante. "Evolutivamente tiene explicación. La indefensión de los hijos se alargaba de cinco a siete años y ese era el tiempo que debía durar el amor para que pudieran sobrevivir. Además, hay más posibilidades de fecundar un óvulo en una relación larga que si se disemina el esperma por el planeta", mantiene el escritor.

"En nuestros tiempos, esa dedicación parental es mucho más larga, hay más compromisos y los ciclos del amor se alargan. También entran en juego otros factores al margen de la salud y tendemos a enamorarnos de personas cercanas, con valores comunes y con sentido del humor. Luego, con el paso del tiempo, a nivel biológico no ocurren grandes cambios. Si acaso son mayores en la mujer debido a las hormonas", añade Punset.

Y es que esas sustancias tienen un papel importante en el amor: se genera más oxitocina, varían los niveles de testosterona en hombres y mujeres, se dispara la dopamina y la serotonina baja ante la ansiedad de ver al ser amado. Este proceso es igual ya se trate de un amor fraguado en el tiempo o de un flechazo. "Es amor químico y hay experimentos con animales que muestran que ahí actúan las feromonas. En los homínidos el órgano que las detecta desapareció, pero aún hay feromonas en las mujeres. El flechazo se inicia también cuando se visualiza algo que es inédito en la memoria".

Y es que Punset insiste en que la felicidad aumenta con la edad porque tenemos más recuerdos y éstos se comparan con cada estímulo exterior, generando esa sensación de felicidad. De hecho, asegura en su libro que "sin memoria no hay amor". No hay con qué compararlo.

Pero ¿acaso hay diferencia entre el amor y el enamoramiento? "A nivel biológico no. Es igual el amor a la madre y a la pareja. Se mueven los mismos circuitos neuronales y hormonales. También es difícil diferenciar amor y deseo, aunque hay gente que sí lo hace". Punset considera una gran novedad el descubrimiento del mecanismo del desamor, que surge cuando el sentimiento no ha podido resistir la ausencia del otro: "Se ha comprobado que el desamparo del bebé en la cuna es idéntico al del enamorado abandonado. Y tienen las mismas armas: ninguna. El neurólogo Damasio dice que lo mejor es volver a enamorarse. Pero no es fácil. Si en la niñez uno sufrió desapego afectivo, si su curiosidad y autoestima fue escasa en la escuela, ello condicionará su búsqueda del amor al ser adulto".

Esa capacidad de amar individual se está evaluando ahora con cuestionarios como el que Punset incluye en su libro. "Con estas encuestas hemos visto, por ejemplo, que la antítesis del amor es el deprecio", señala. ¿Y de qué depende? "Lo único que sabemos es que hay un gen de la depresión, que puede manifestarse o no en función del entorno. Eso se puede aplicar a la capacidad de amar. Puede haber un factor genético que se manifieste o no según el entorno", argumenta Punset.