Una gigantesca salamandra china que antecede como especie a los mismísimos Tiranosaurius rex, extintos hace más de 60 millones de años, se halla entre un grupo de anfibios extremadamente raros que los científicos acaban de glosar para pedir medidas de protección de manera urgente.
Las ranas más pequeñas del mundo, una salamandra subterránea y ciega (Proteus anguinus) que puede mantenerse hasta 10 años sin comer y una extraña rana púrpura que pasa la mayor parte de su vida a cuatro metros bajo el suelo también se encuentran en esta lista con las 10 especies de anfibios más amenazadas, realizada por la Sociedad Zoológica de Londres.
"Estas especies están pendientes de un hilo. Son altamente sensibles a factores como el cambio climático y la contaminación, lo que las llevará a la extinción, y son un aviso de lo que está por venir", dijo el máximo responsable de EDGE, Jonathan Baillie.
EDGE, acrónimo en inglés de Evolutivamente Distinto y Globalmente Amenazado, es un proyecto establecido hace un año con el fin de identificar y empezar a proteger a algunas de las criaturas más extrañas de la naturaleza.
"Los anfibios de EDGE se encuentran entre las más destacadas e inusuales especies sobre el planeta y aun así resulta alarmante que el 85% de las 100 principales están recibiendo poca o ninguna atención dirigida a su conservación", lamenta Helen Meredith, experta en anfibios de EDGE.
Las salamandras gigantes asiáticas ('Andrias davidianus', la china, y 'Andrias japonicus', la nipona) son anfibios que pueden llegar a medir 1'80 y vivir 80 años. Los científicos confundieron en un primer momento sus restos (allá por el siglo XVIII) con el cuerpo de un humano que se ahogó en el Diluvio Universal.
"Estos animales pueden no ser monos y entrañables, pero, afortunadamente, su raro aspecto y bizarra conducta inspirará a la gente para apoyar su conservación", señala Meredith.
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