Ante la crisis alimentaria que amenaza al mundo, los biocombustibles producidos con plantas no parecen ser una buena opción para solucionar los problemas del medio ambiente.
Pero ahora científicos en Estados Unidos parecen haber encontrado una nueva fuente para el desarrollo combustibles que no perjudiquen al planeta.
Investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, desarrollaron una cianobacteria que, dicen, es capaz de producir celulosa y azúcar para conversión a etanol y otros biocombustibles.
Según estos científicos, el microbio podría eventualmente abastecer una parte importante de las necesidades de combustible para transporte en el EE.UU.
"Esta cianobacteria podría potencialmente ser una fuente muy barata para obtener azúcares para etanol y otros combustibles" afirma el doctor David Nobles, autor del estudio publicado en la revista Cellulose.
Celulosa
Las cianobacterias son organismos unicelulares que crecen en el agua, que poseen pigmentos fotosintéticos y que liberan oxígeno durante su metabolismo.
También se les conoce como algas verdiazules, (aunque no son algas).
Los científicos lograron desarrollar este organismo modificando una cianobacteria con genes productores de celulosa provenientes de una bacteria no fotosintética utilizada en la producción de vinagre, la Acetobacter xylinum.
La nueva cianobacteria resultante, aseguran, es capaz de producir una forma gelatinosa de celulosa relativamente pura que puede fácilmente descomponerse en glucosa.
El problema con la celulosa producida a partir de plantas, explican los autores, es su dificultad para fragmentarse debido a que es una sustancia muy cristalina.
Pero los científicos descubrieron que la cianobacteria puede segregar grandes cantidades de glucosa o sacarosa, que son azúcares que pueden ser cultivados directamente del organismo.
Uno de los factores más costosos en la producción de etanol de celulosa es el uso de enzimas y métodos mecánicos para fragmentar la celulosa.
Con la cianobacteria, dicen los autores, este proceso no sería necesario.
Y otra ventaja, agregan, sería la reducción en la cantidad de tierra cultivable dedicada a la producción de combustibles.
Tal como señala el doctor Nobles, la cianobacteria podría ser producida a mayor escala en instalaciones industriales o en tierras no agrícolas utilizando agua salada no apta para consumo humano o cultivos.
Hasta ahora, sin embargo, la investigación está en sus primeras etapas y todavía falta probar que la cianobacteria puede ser producida a escala industrial.
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