martes, 4 de marzo de 2008

Descubren por qué crece el estómago

Fuente: 20minutos.
  • Gracias a dos proteínas presentes en las células intestinales.
  • Podría servir para controlar diferentes casos de obesidad.
  • Bloqueando la relación del estómago producida por estas proteínas se reduciría la capacidad de ingesta de alimentos.

Un grupo de científicos cree haber encontrado una nueva terapia para controlar la obesidad, simplemente frenando el crecimiento del estómago.

Según un estudio publicado por varios investigadores del University College de Londres en el Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics, dos proteínas presentes en las células podrían ser las encargadas de relajar el estómago para que pueda admitir mayor cantidad de comida.

En teoría, bloqueando está relajación con cierto tipo de fármacos se reduciría la capacidad de ingesta de alimentos del estómago.

Las dos proteínas identificadas, la P2Y1 y P2Y11, controlan las relajaciones rápidas y lentas del intestino, y también serían las encargadas de aumentar el volumen interno del estómago de 75 mililitros hasta más de dos litros de capacidad, según publica la BBC.

"Si bloqueamos la actividad de estas dos proteínas, podemos reducir la necesidad de ingerir más alimentos", dijo Brian King, uno de los responsables de la investigación.

Un botón de "Reset" en nuestro cerebro podría curar el Alzheimer

Fuente: Novedades Cientificas.

Con un poco de ayuda, nuestro cerebro podría ser entrenado para autocurarse. Después de una lesión cerebral traumática, algunas de sus células pueden entrar en un modo de restablecimiento ("reset") volviendo a una estado previo de célula madre.

Un grupo de investigadores alemanes ha logrado, usando estas "células reset", reparar la zona coaxial de los cerebros de varios ratones, haciendo crecer de nuevo neuronas que reemplazaban los tejidos dañados. (En la imagen se pueden ver las microfotografias de las células creciendo al largo del tiempo).

Aunque todavía queda mucho camino, este avance podría ayudar a reemplazar las células muertas o dañadas del cerebro en personas que sufren la grave enfermedad de Alzheimer, así como cualquier tipo de lesión.

La investigación ha sido publicada en la revista Proceedings of the National Academies of Science, y determina como los astrocitos son claves en esta regeneración, identificándolos como fuente de células madre en el lugar de la lesión y observando como otros tipos de células cerebrales no tienen ese potencial. Los autores concluyen que están más cerca de de utilizar este prometedor tipo de células capaces de iniciar la reparación en los seres humanos después de una lesión cerebral.

lunes, 3 de marzo de 2008

Microbios a lomos del viento

Fuente: Publico.es.

Cuando el ser humano se fijó en la aerodinámica de las aves para diseñar los primeros artefactos voladores, no sabía que había otros seres en el planeta que también utilizan el transporte aéreo para desplazarse. Los científicos saben ahora que numerosos microorganismos, entre ellos muchos patógenos, viajan en el interior de las grandes masas de aire, aunque sigue sin estar claro si sobreviven tras cubrir grandes distancias y si acaban provocando brotes de enfermedades en personas, animales o plantas a miles de kilómetros de su lugar de partida.

Por lo pronto, según un artículo que publica hoy la revista Science, se ha logrado demostrar que gran parte de las minúsculas partículas que dan lugar a la formación de hielo en la atmósfera proceden de bacterias y otros microorganismos, aunque todavía queda mucho por descubrir.

En este sentido, un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de La Laguna (Tenerife), junto con colegas de las universidades de Miami (EEUU) y Barbados, acaba de iniciar un estudio con el fin de estudiar el movimiento de las masas de aire que se adentran en el Atlántico procedentes de África, y determinar cuántas bacterias y virus transportan. La idea es identificarlas y analizar si pueden ser el vehículo para la aparición de brotes de enfermedades en Canarias, o incluso en la costa americana.

Trillones de microorganismos

“Estos movimientos de aire transmiten trillones de microorganismos como bacterias, virus o esporas, que siguen el camino de los vientos”, explica el director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, Basilio Valladares, uno de los impulsores del proyecto. “Hay que determinar si llegan con vida tras permanecer a determinada altura y sufrir las temperaturas correspondientes a lo largo del traslado”.

Tras cuantificar el número de bacterias presentes por metro cúbico de aire, se realizarán estudios filogenéticos para averiguar si las que salen de África son las mismas que llegan a Canarias y, posteriormente, a Florida (EEUU).

“Se cree que una bacteria puede cruzar el océano, pero una cosa es pensarlo y otra demostrarlo”, agrega Valladares, que piensa que este proceso podría tener relación, por ejemplo, con el hecho de que la población canaria presente una prevalencia de alergias y asma mucho mayor que el resto de la población española sin motivos aparentes.

El trabajo del equipo de microbiólogos dirigido por Valladares se complementará con el un grupo de físicos meteorólogos liderado por Juan Pedro Díaz, director del Departamento de Física Básica de La Laguna, que avisarán a sus colegas de la llegada a Canarias de las masas de aire y se ocuparán de caracterizar la carga de polvo que lleven y del filtrado de las mismas para cazar las partículas y los microorganismos. Para ello, utilizarán unos aparatos llamados captadores de alto volumen, aunque, como el proyecto está todavía en una fase muy inicial, aún no se ha determinado su número ni dónde se situarán.

Díaz explica que sí aprovecharán una característica propia de Canarias: la existencia de una capa de impresión térmica, situada a unos 1.500 metros de altitud, que separa dos masas de aire diferenciadas, una más superficial y otra procedente de África.

“No hay mezcla entre las dos capas y esto facilita el estudio porque podemos colocar captadores a diferente altitud, de forma que los que estén en Izaña, a 2.300 metros de altura, recibirán la masa de aire africana con una mínima interacción con el
entorno”, explica.

En cualquier caso, todavía es pronto para aventurar qué podrá sacar a la luz esta investigación, ya que, aunque podría arrojar unos primeros resultados en un año, habrá que esperar unos cuatro años para tener conclusiones sólidas.

Bacterias en el hielo

En cuanto al estudio publicado por Science, liderado por Bret Christner, de la Universidad de Louisiana (EEUU), pone de relieve que gran parte de las partículas que dan lugar a los cristales de hielo en la atmósfera, llamados aerosoles, proceden de bacterias. Los autores analizaron la presencia de los aerosoles biológicos en nieve recién caída en 18 localizaciones, sobre todo de Francia y EEUU, y comprobaron que la nieve de la Antártida contenía las concentraciones más bajas, y la de Francia y Montana (EEUU), las más elevadas.

Las evidencias recogidas hacen pensar a los científicos que las partículas biológicas que dan lugar a los cristales de hielo recorren grandes distancias hasta llegar a la superficie en forma de nieve. Además, aunque no hacen una estimación de la presencia de aerosoles biológicos en la atmósfera, los científicos creen que juegan un papel clave en todo el mundo en la diseminación de patógenos vegetales.

Registran por primera vez las conexiones neuronales que crean recuerdos

Fuente: Tendencias Cientificas.

La manipulación genética de ratones ha permitido rastrear en laboratorio el camino seguido por un neurotransmisor durante la formación de recuerdos en estos animales. Los ratones aprendieron a temer y a recordar una caja en la que sufrían descargas eléctricas, mientras los investigadores registraban su actividad cerebral. Pudieron definir así por primera vez el tipo de conexiones neuronales que posibilitan los recuerdos, al menos los relacionados con el miedo. El estudio descubrió que un tipo específico de sinapsis es más importante para el aprendizaje y el proceso de la memoria que otros, al menos en lo que se refiere al proceso de formación de recuerdos relacionados con el miedo. Por Olga Castro-Perea.

Una nueva rama de ratones genéticamente modificados ha permitido a un equipo de científicos del Scripps Research Institute de Estados Unidos señalar, por primera vez, las conexiones neuronales específicas que se establecen a medida que se crean los recuerdos.

Lo han conseguido rastreando una proteína que, gracias a dicha manipulación genética, brillaba en color verde fluorescente a medida que circulaba por las neuronas individuales de los animales, desde el cuerpo celular hacia fuera de éste, a través de las dendritas. Los científicos pudieron distinguir así con exactitud qué sinapsis se producían cuando el ratón aprendía a temer a un estímulo eléctrico que se le suministraba en un entorno determinado, según informa la revista Technology Review.

La sinapsis es el contacto que se establece entre las neuronas o células nerviosas del cerebro, mediante el intercambio de neurotransmisores entre dichas neuronas. Mark Mayford, director de la presente investigación y profesor de biología celular del Scripps Research Institute, afirmó en un comunicado del mencionado instituto, que su equipo está desarrollando técnicas que le permitan estudiar las áreas cerebrales que realmente varían durante el proceso del aprendizaje, cada vez con mayor resolución.

Estímulo para el recuerdo

Los neurocientíficos creen que para que un recuerdo se forme, las conexiones sinápticas individuales deben ser reforzadas en respuesta a un estímulo generador de memoria. Este refuerzo parece ser consecuencia del movimiento de un conjunto de proteínas específicas hacia la sinapsis, siguiendo un patrón coreografiado con precisión, pero aún sigue siendo un misterio cuales son las proteínas implicadas en el proceso y cómo son dirigidas hacia su destino.

El presente estudio, que ha aparecido publicado en la revista Science, es el primero que traza el recorrido de una proteína particular hacia una sinapsis concreta.

La proteína estudiada es un receptor de glutamato, es decir, un neurotransmisor previamente relacionado con la formación de memoria. Los investigadores modificaron genéticamente a los ratones para que sus receptores de glutamato brillaran en verde bajo condiciones muy específicas y manipulables. Posteriormente, estos ratones fueron entrenados para esperar un estímulo eléctrico doloroso en sus patas siempre que eran colocados en el interior de una caja concreta.

El miedo es “un recuerdo de muy larga duración, muy contundente”, señala Mayford. Presumiblemente, las neuronas que se activaron cuando los ratones aprendieron a temer la caja de los electro-shocks serían las responsables de la formación de recuerdos de rechazo hacia dicha caja.

Sinapsis especiales

El receptor de glutamato marcado con fluorescencia fue modificado para que las neuronas lo fabricaran sólo cuando estaban activas. Así, el grupo pudo identificar qué neuronas contribuyeron a la formación de los recuerdos siguiendo el brillo verde. Por otro lado, los investigadores “desconectaron” completamente el sistema de “etiquetado” de la proteína administrando doxicilina a los ratones a lo largo de toda su vida, salvo cuando estaban aprendiendo, de manera que los científicos pudieron seguir la formación de estos recuerdos concretos.

El equipo de Mayford siguió el brillo del receptor de glutamato a medida que éste se movía por las neuronas, atravesando el área del hipocampo examinando capas del cerebro en diversos puntos temporales después de la tarea de aprendizaje. Descubrieron así que, después de que la proteína fuera producida en el núcleo, se trasladó hacia fuera a través de muchas de las dendritas de la célula hasta las sinapsis.

Y, sorprendentemente, esta proteína se alojó en una clase concreta de sinapsis, las propiciadas por proyecciones citoplasmáticas con forma de hongo, lo que supondría que un tipo específico de sinapsis sería más importante para el aprendizaje y el proceso de la memoria que otros, al menos en lo que se refiere al proceso de formación de recuerdos relacionados con el miedo.

Pero quedan más misterios por resolver, como el porqué de que el receptor “marcado” desaparezca de las sinapsis después de 72 horas, aún cuando que los recuerdos persisten durante mucho más tiempo. Otras proteínas y otras áreas del cerebro estarían, casi con toda seguridad, implicadas en la formación y el mantenimiento de recuerdos.

Nuevas investigaciones

La amígdala en particular probablemente juegue un papel clave. Mientras el hipocampo es esencial para la codificación de información sobre el lugar –en este caso, la caja donde se administraban los estímulos eléctricos desagradables-, la amígdala parece vinculada a aquella información a la respuesta de miedo producida por las descargas eléctricas a los ratones, señalan los investigadores.

En estudios anteriores sobre la amígdala usando ratones modificados genéticamente de manera similar, el grupo de Mayford demostró que las mismas neuronas eran activadas tanto cuando los recuerdos son formados como cuando son recuperados posteriormente. En futuros estudios, estos científicos podrían aplicar esta nueva aproximación a escala para probar la formación de recuerdos en la amígdala.

Mayford espera asimismo usar la nueva técnica para dilucidar la estructura precisa de un recuerdo codificado por el hipocampo –en particular, un recuerdo de la caja-. Planea determinar si se puede enseñar a un ratón que nunca ha recibido estímulos eléctricos dentro de la caja a temerla de cualquier forma. Para hacerlo, activaría las neuronas del hipocampo que codifican la memoria de la caja, y luego le daría un electro-shock a los ratones.

Si el experimento resultase exitoso, podría ayudar a explicar cómo la caja está representada dentro del cerebro del ratón. Una de las grandes cuestiones de la neurociencia, según Mayford, es ¿cómo se forma una representación del entorno externo?

En general, uno de los rasgos más destacados del cerebro es su capacidad para asimilar y almacenar la información que aprendemos. En este proceso participan las neuronas estableciendo nuevos puntos de contacto entre ellas –las sinapsis- o inhabilitando puntos de contacto existentes. Un aumento en contactos sinápticos entre neuronas se atribuye a un proceso de aprendizaje, mientras que, la pérdida de tales puntos puede significar pérdida de información. Pero el número total de sinapsis varía constantemente, lo que supone que el cerebro posee una plasticidad sináptica que es uno de los mecanismos clave del proceso de aprendizaje.

Mayor acelerador partículas del mundo recibe último elemento antes funcionar

Fuente: Terra España.

El último elemento del mayor acelerador de partículas del mundo fue colocado hoy con éxito, por lo que el más importante experimento físico jamás realizado podrá comenzar su andadura en el verano boreal.

'Esto nos abre la puerta a una dimensión desconocida. Estamos haciendo algo nunca antes realizado, esto es el límite de la tecnología que existe hoy en día', dijo en declaraciones a Efe el físico argentino Jorge Mikenberg.

Dentro del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) está el detector, que mide 46 metros de longitud, 25 metros de altura y 25 metros de ancho.

El detector pesa 700 toneladas y está constituido por 100 millones de captores que medirán las partículas producidas tras las colisiones de protón a protón en el LHC.

Hoy se introdujo, a 100 metros en el interior del detector, 'una pequeña rueda' de 9,3 metros de diámetro y 100 toneladas de peso.

Esta rueda está recubierta de detectores sensibles que permitirán definir y medir la impulsión de partículas que se crearán durante la colisión.

'Una vez que las partículas atraviesen el campo magnético creado por los imanes supraconductores, la sensibilidad del detector le permitirá determinar las trayectorias de las partículas con una precisión del espesor de un cabello', agregó Mikenberg.

'Podremos tener una nueva visión de las partículas elementales que constituyen nuestro universo', explicó el científico, quien definió el experimento como una especie de 'microscopio gigante',

'Vamos a poder entender la simetría entre la cantidad de materia y la antimateria al comienzo del universo, de hecho sabemos que en el universo existe una cantidad muy grande de materia que no conocemos, y hay una oportunidad de que esa materia pueda ser encontrada aquí'.

En realidad, los científicos no saben exactamente a lo que se van a enfrentar.

'Como nunca se ha hecho un experimento de estas características, no sabemos con lo que nos vamos a encontrar. Intuimos, tenemos una teoría y vamos a ver si se confirma, pero no sabemos lo que está pasando e intentaremos entenderlo con los datos que obtengamos', aseguró el físico alemán Daniel Dobos.

Por su parte, el físico teórico español Alvaro de Rújula lo definió como un trabajo de explorador: 'No sabemos lo que nos vamos a encontrar, tenemos sospechas, esperanzas de que podamos definir la partícula de Higgs, que creemos que es la responsable de la masa de todas las partículas'.

'Cada vez que investigamos a mayor energía y entendemos lo que pasa, hacemos un paso más', afirmó de Rújula, quien agregó: 'Esta vez vamos a utilizar 10 veces más energía que nunca antes en la historia, por lo que nos acercaremos 100 veces más a las condiciones del origen del universo, que es lo que nos interesa'.

'Eso, si entendemos los datos', acotó el investigador español, con la misma cautela con la que previamente hablaron el resto de entrevistados.

En el proyecto, llamado ATLAS, trabajan 2.100 físicos provenientes de 80 países distintos.

sábado, 1 de marzo de 2008

¿Bacterias que hacen llover contra la sequía?

Fuente: 20minutos.
  • Están por todo el mundo y pueden usarse para crear lluvia artificial.
  • Son de las principales partículas que desencadenan la lluvia.
Hasta ahora se sabía que algunas bacterias que flotan en la atmósfera provocan la lluvia bajo ciertas condiciones en áreas concretas del planeta, pero un equipo de científicos ha demostrado su presencia en todo el mundo y su importancia en el clima.

Generalmente el vapor de agua acumulado en las nubes se precipita en forma de lluvia cuando se congela alrededor de una de las muchas partículas sólidas que flotan en la atmósfera, desde arena y granos minerales hasta polvo de origen biológico.

Los científicos sabían que sobre amplias zonas agrícolas y boscosas, como extensas plantaciones de trigo y el Amazonas, la abundante presencia de polen y bacterias en zonas medias y altas de la atmósfera eran los principales núcleos sólidos alrededor de los cuales se catalizaba la formación de hielo. Este hielo, posteriormente, al atravesar capas más calientes de aire se transformaba en lluvia. Los meteorólogos llaman a este proceso nucleización.

Según un estudio que publicará el sábado la revista Science, cinetíficos de la Universidad Estatal de Luisiana (EE UU), junto a colegas de Montana y Francia, han encontrado evidencias de que las bacterias que hacen llover se distribuyen por toda la atmósfera terrestre y están entre las principales partículas que desencadenan la lluvia.

El estudio podría tener aplicaciones prácticas para provocar lluvia artificial, como ya se hace bombardeando las nubes con sales de plata, si no fuera porque las principales bacterias que provocan lluvias son organismos fitopatógenos, es decir, que son perjudiciales para los cultivos.

Los científicos han examinado el agua de lluvia en múltiples lugares y ha concluido que las bacterias tienen la capacidad de provocar la formación de hielo a su alrededor a temperaturas más altas que el polvo mineral. Este estudio inicia la comprensión de la intrincada relación entre el clima del planeta y la biosfera, según los especialistas.

EEUU destruye su vacuna más antigua

Fuente: Yahoo! España.

El gobierno estadounidense anunció el viernes que le ha dicho adiós a uno de los mayores salvavidas de la historia: la vacuna original para la viruela.

El Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades hizo arreglos este mes para deshacerse de sus 12 millones de dosis de Dryvax, y encomendó a otros departamentos de salud y a los militares hacer lo mismo para el 29 de febrero.

Dryvax _que se producía raspando el virus de la piel de terneros infectados_ es reemplazada en los depósitos federales de vacunas por un producto más moderno producido en laboratorios.

Dryvax era un tipo inusualmente peligroso de vacuna y se le atribuyó en años recientes haber desencadenado ataques cardíacos y una dolorosa inflamación cardíaca en algunos pacientes.

De todos modos, el médico William Schaffner, titular del departamento de medicina preventiva de la Universidad Vanderbilt, dijo que "es un momento histórico porque es nuestra vacuna más antigua. Fue una vacuna que erradicó la viruela en Estados Unidos".

La viruela es una enfermedad infecciosa mortal que asoló al mundo durante siglos y mató a casi la tercera parte de la gente que infectó.

Dryvax fue creada a finales de la primera década del siglo XIX por la compañía que se constituyó como Laboratorios Wyeth. Wyeth era proveedora de la vacuna para la viruela en los años 40 del siglo XX, y a principios de los 60 fue la última que la producía, dijo el médico D. Henderson, experto en vacunas de la Universidad de Pittsburgh que desempeñó un papel decisivo en los esfuerzos por acabar con la enfermedad en el mundo.

Las autoridades mundiales de la salud declararon que la enfermedad había sido erradicada de la naturaleza en 1980.