Fuente: Electrónicafacil.
Miguel Cabanillas - Temidas por su voracidad, las termitas se han ganado su mala reputación a base de comer madera, pero esto puede cambiar ahora gracias a un estudio de científicos de EEUU y Alemania que ha conseguido dar explicación a este hábito alimenticio tan particular como, incluso, beneficioso para el medio ambiente.
"Las termitas pueden obtener nutrientes de la madera de la misma forma en la que nosotros podemos obtener energía de las patatas y de otros alimentos ricos en almidón", explicó en declaraciones a Efe Jared Leadbetter, profesor del Instituto de Tecnología de California (EEUU).
En esa afirmación del científico estadounidense se encierra la clave que diferencia, en términos alimenticios, a las termitas del ser humano y de los demás insectos: ellas son capaces de sacar provecho nutricional de la madera gracias a las enzimas que tienen en su aparato digestivo.
"Nosotros no comemos madera porque no somos capaces de digerirla, pero podemos comer, digerir y obtener nutrientes de alimentos ricos en almidón, como las patatas", apuntó Leadbetter, quien pone de ejemplo al almidón como la cadena de azúcares que puede ser disuelta por las enzimas del ser humano en la digestión.
Sin embargo, añadió, "no podemos digerir madera porque no tenemos la habilidad para disolver las cadenas de azúcares que se encuentran en ella. Las termitas, por el contrario, sí lo hacen porque los microorganismos de su estómago pueden disolverlas".
Estas son las conclusiones que los expertos estadounidenses y alemanes han extraído de una investigación que recoge en su último número la revista científica británica "Nature" y para la que han utilizado una colonia de termitas de la localidad de Guápiles (Costa Rica).
En estos insectos, los investigadores identificaron una alta concentración de microorganismos capaces de digerir la celulosa y el xilano -ambos polisacáridos como el almidón y que se encuentran en la madera-, lo que explica por qué esa capacidad para ingerir este material.
Pero lejos de considerar este hábito alimenticio como negativo, los expertos ven en la capacidad de las termitas para comer madera un uso beneficioso para el medio ambiente.
"Las termitas son una especie de organismos con una gran capacidad de degradar la madera y, por ello, son importantes para la circulación del carbono en el medio ambiente y como fuentes de potenciales catalizadores que conviertan la madera en biocombustible", aseguraron los expertos en el semanario.
Según Leadbetter, las termitas desempeñan un papel "relevante" en la renovación de los ecosistemas, pues propician la creación de biomasa a partir de plantas muertas, aquellas a las que esos insectos han hincado el diente.
"La degradación y circulación medioambiental es un aspecto clave en cualquier ecosistema saludable", apuntó.
Con esta percepción de la alimentación de las también llamadas "hormigas blancas", los científicos pretenden mostrar otra cara de un animal responsable de pérdidas económicas y culturales como plaga en piezas de madera, obras de arte y productos almacenados.
Como insectos gregarios, las termitas pueden llegar a vivir en colonias formadas por más de dos millones, en general localizadas en climas tropicales o subtropicales de Suramérica, África y Oceanía.
Lejos de ser ese "bichito odioso", para los expertos las termitas son "ricas reservas de enzimas bacteriológicas" con una función importante en la comprensión del proceso de degradación de la madera y en la creación de métodos para convertir la celulosa en biocombustible.
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