En el mundo mueren cada año 800.000 personas por cirrosis. En España, 5.000. Un 40% de los casos se deben al alcoholismo, un 50% a la hepatitis C y un 10% a causas varias. El proceso es crónico e irreversible, aunque investigadores de la Universidad de California en San Diego han demostrado en ratones que la enfermedad se puede frenar y revertir, según publica esta semana PLoS Online.
Han descubierto que la proteína RSK, presente en las células hepáticas estrelladas, emite una señal química en caso de sobreproducción de colágeno. Y que bloqueando su actividad puede detenerse la enfermedad. Los investigadores administraron a los roedores un péptido que inhibe la acción de la proteína. Estas células hepáticas estrelladas hiperactivas, responsables de la sobreexpresión de esta proteína, se autodestruyeron. "Su muerte permite que el hígado se recupere", explica la investigadora norteamericana Martina Back.
"Estas células suponen entre el 3% y el 4% del hígado, pero con la enfermedad proliferan hasta ocupar un 12%", señala Ramon Bataller, del Hospital Clínic de Barcelona. Matarlas desactiva el mal. El equipo de Bataller investiga con el medicamento Losartam que, cuando se administra a cirróticos, "desactiva la producción de colágeno en las células estrelladas" y, por lo tanto, combate la enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario