Un poderoso chorro de partículas originarias de un agujero negro "supermasivo" ha estado golpeando a una galaxia cercana, de acuerdo con los hallazgos de la agencia espacial estadounidense.
En el pasado los astrónomos habían visto choques entre galaxias, pero jamás presenciaron una violencia espacial de este tipo.
Este fenómeno podría tener
consecuencias graves en los planetas que se cruzaron en el camino de chorro, y podría desencadenar la formación de nuevas estrellas.
Los detalles del descubrimiento se publican en la revista especializada Astrophysical Journal.
Las imágenes del choque entre vecinos fue captado desde el Observatorio de rayos X Chandra de la Nasa, los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, y los telescopios terrestres de Muy Largo Alcance (VLA, por sus siglas en inglés) y Merlín.
La vecina desafortunada
El fenómeno está ocurriendo en un sistema llamado 3C321, que se ubica a unos 1.400 millones de años luz de la Tierra.
El 3C321 está formado por dos galaxias que orbitan una alrededor de la otra, y que se encuentran en proceso de fusión.
La mayoría -si no todas- de las galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, albergan agujeros negros supermasivos en sus centros.
Pero sólo un puñado lanzan chorros desde las regiones que circundan esos centros. Se las conoce como galaxias de radio, puesto que esos chorros son muy "visibles" en ondas de radio.
La más grande de las dos galaxias que conforman el 3C321 -que ha sido denominada "galaxia asesina" por los astrónomos, ha lanzado un chorro desde el agujero negro de su centro.
Y la pequeña galaxia vecina ha tenido el infortunio de cruzarse en su camino.
Fuerza destructiva
En algunas de las fotos publicadas se ve una mancha brillante en el costado de la galaxia pequeña, el "moretón" que dejó el chorro antes de seguir, con menos potencia, su camino.
Tras el golpe, el chorro queda semi-desbaratado.
Los chorros pueden viajar a una velocidad cercana a la de la luz, y atraviesan vastas distancias. El chorro del 3C321 medía unos 1.000 años luz de ancho y puede que se haya trasladado unos dos millones de años luz desde su punto de partida.
Estos chorros están compuestos por partículas cargadas de energía que arrastran campos magnéticos. Producen enormes cantidades de radiación, especialmente como rayos X ultra potentes y rayos gama.
"Hemos visto muchos chorros originados en agujeros negros, pero esta es la primera vez que vemos a uno golpeando a otra galaxia", dijo Dan Evans, uno de los ensayistas del centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica en Cambridge, EE.UU.
"Este chorro podría estar provocándole muchos problemas a la pequeña galaxia golpeada", agregó.
El efecto combinado de la radiación y el choque de las partículas que viajan a la velocidad de la luz tendría consecuencias desastrosas en la atmósfera de un planeta similar a la Tierra.
Por ejemplo, una capa de ozono que recubriera la parte externa de su atmósfera quedaría destruida, lo que acabaría con cualquier forma de vida que hubiera en el planeta.
Neil Tyson, director de Planetario Hayden en Nueva York, comentó: "Los agujeros negros son famosos por armar lío en el espacio que los circunda. Este agujero negro en particular está alterando su vecindad al comerse esta materia que se le acercó demasiado y que paradójicamente es la fuente de energía de su chorro.
"También lanza un chorro fuera de la galaxia. Es como un agujero negro violento, que lanza un golpe al mentón a la galaxia pequeña que pasa", agregó.
Propiedades básicas
"Todavía tenemos preguntas básicas sin responder sobre estos chorros", dijo otro de los autores del artículo de Astrophysical Journal, Martin Hardcastle, de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido.
"No se sabe cómo se generan exactamente, de qué están hechos, qué tan rápidamente se mueven, o cómo evolucionan con el tiempo", apuntó.
De forma que un objeto como el 3C321 podría fungir de experimento, que nos permitiría saber más sobre cómo funciona el chorro por dentro", dijo.
El efecto de chorro en la galaxia compañera será con toda probabilidad de consideración, porque las galaxias del 3C321 están muy cerca una de la otra.
A sólo 20.000 años luz de distancia, quedan tan cerca como la Tierra está del centro de la Vía Láctea.
Pero es posible que no sean todas malas noticias para la galaxia golpeada. El influjo masivo de energía y radiación podría generar un gran número de estrellas y planetas nuevos, una vez que la primera ola de destrucción haya pasado.
Las imágenes captadas por los telescopios VLA y Chandra muestran que el chorro comenzó a golpear a la galaxia pequeña hace aproximadamente un millón de años.
Esto es historia reciente para el 3C321, lo que lo convierte en una oportunidad única para estudiar este fenómeno astronómico tan extraño, dicen los expertos.
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