Fuente: NeoFronteras.
¿Están las personas proclives hacía la generosidad genéticamente programadas para ser así? Un equipo de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén cree que éste podría ser el caso.
Los investigadores diseñaron un sistema online en el que los sujetos estudiados tenían que decidir si dar o no dinero. Los investigadores encontraron que aquellos que eran proclives a dar dinero difierían genéticamente de aquellos que decidieron ser más egoístas.
En el experimento participaron 203 jugadores online. A cada jugador se le daba el equivalente a 12 dólares y tenían que decidir cómo destinar ese capital, o quedarse con él o dar todo o parte de forma anónima a otros jugadores.
Además, los voluntarios proporcionaron muestras de su ADN que fueron analizadas y comparadas. Se encontró que aquellos que tenían cierta variante del gen denominado AVPR1a dieron en promedio un 50% más dinero que aquellos que no presentaban esta variante. El resultado de este estudio ha sido publicado recientemente en Genes, Brain and Behavior.
Según Ariel Knafo, líder del estudio, el experimento proporciona la primera prueba que relaciona variaciones genéticas con el altruismo.
El gen AVPR1a codifica la producción de un receptor que permite a la hormona arginina vasopresina actuar en las neuronas cerebrales. Vasopresina ha sido relacionada anteriormente con la creación de lazos sociales.
Los investigadores encontraron que el altruismo más intenso se daba en aquellos jugadores en los que una sección clave del gen AVPR1a, denominado promotor, era más larga.
El promotor es la región del gen que permite a la maquinaria celular atarse a él y determinar cuánto producto determinado por el gen (proteína) debe de ser producido. En este caso el promotor más largo significa habrá una mayor actividad y, por tanto, más producción de proteína.
Según los autores del estudio este hallazgo podría ayudar a los biólogos a ordenar la historia evolutiva del altruismo. Hacen notar que la versión “generosa” del gen AVPR1a existe en ciertos roedores y que éstos tienen además fuertes lazos sociales.
Este resultado sugiere que el altruismo apareció hace mucho tiempo en la historia evolutiva, anteriormente a la aparición de los humanos, pero en nosotros jugó un nuevo papel.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario