miércoles, 12 de diciembre de 2007

Científicos de Corea crean por primera vez dos gatos clonados con la piel fluorescente

Fuente: El Mundo.

Dos gatos transgénicos, creados en Corea del Sur mediante la misma técnica de clonación de la oveja 'Dolly', han nacido con la piel y los órganos fluorescentes y muestran un color rojo brillante cuando se les mira con luz ultravioleta.

Los siameses, que son una copia genética de su padre, logran este increíble efecto gracias a una proteína que provoca una fluorescencia rojiza en todo su organismo: piel, pelo, músculos, cerebro, corazón, hígado, riñón, páncreas, pulmones, estómago, intestinos, lengua e incluso en sus excrementos.

La proteína fluorescente llegó a sus cuerpos clonados gracias al trabajo de ingeniería genética que realizaron los científicos sobre el material que tomaron del padre, un siamés turco de color blanco.

Los autores del experimento aseguran que esta técnica no sólo es válida para crear criaturas asombrosas, como las que acaban de presentar, sino que también podría servir en el futuro para producir gatos clonados con los que estudiar varias enfermedades que afectan a las personas.

En este sentido, el equipo de Il Keun Kong, investigador que ha liderado el proyecto desde la Universidad Nacional de Gyeongsang, recuerda que los gatos comparten gran parte de su mapa genético con los humanos. De hecho, son más parecidos a nosotros que los roedores que suelen usarse en los laboratorios.

"La importancia de este trabajo deriva del precedente que crea: este es el primer informe de la producción exitosa de un gato clonado que expresa un gen exógeno", aseguran los científicos en su artículo, publicado por la revista 'Biology of Reproduction'. "Nuestro procedimiento de transferencia nuclear usando células somáticas genéticamente modificadas podría ser útil para la producción eficiente de gatos transgénicos", añaden.

Para lograr que los clones brillaran en la oscuridad, se usó material proveniente de una serie de virus, incluidos el que provoca la estomatitis vesicular (una enfermedad frecuente en el ganado) y otro asociado a la leucemia. A partir de ellos, se creó un vector retroviral capaz de provocar la aparición de la proteína fluorescente en los gatos.

Salvo esta manipulación transgénica, el resto del proceso siguió los pasos clásicos de la técnica de transferencia nuclear, usada ya con éxito para crear varios mamíferos, incluido el primer gato clonado, que se llamaba 'Copycat' y nació en 2004.

El procedimiento consistió en recoger óvulos de una gata, vaciarlos de su material genético y llenarlos en su lugar con el de un siamés turco, del que se querían obtener copias exactas. Después, se modificaron los óvulos para añadirles la proteína de la fluorescencia y, por último, se implantaron en 11 gatas, que hicieron de madres de alquiler.

De los 176 óvulos transferidos, sólo se desarrollaron tres fetos, de los cuales uno nació muerto. Esta clase de porcentajes son habituales en procesos de clonación de animales, en los que se considera un éxito que nazca una sola cría sana. Los dos gatos que nacieron vivos lo hicieron los pasados meses de enero y febrero, y han crecido adecuadamente.

Ahora pesan tres kilos y tres kilos y medio, respectivamente, y lucen con orgullo felino su exclusivo color, aunque sólo pueda verse bajo luz ultravioleta. No en vano, son los primeros gatos fluorescentes del mundo.

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