En el marco del 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin, un grupo de investigadores anunció que completó el primer borrador del genoma del hombre de Neanderthal, con 3000 millones de piezas del rompecabezas genético que arrojarán nueva luz sobre el antiguo homínido como también sobre los orígenes de su pariente cercano, el ser humano.
El equipo de la firma estadounidense 454 Life Sciences extrajo suficiente ADN de tres fragmentos óseos de hace 38.000 años para aislar unos 3000 millones de pares de bases de ADN. El genoma del Neanderthal contiene unos 3200 millones de pares de bases, pero muchos son repetidos, dijo el autor principal del estudio, Svante Paabo, lo que significa que su esbozo está completo en un 63%.
Paabo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, aseguró que el genoma del Neanderthal será una herramienta importante para investigar la evolución de los homínidos y para estudiar los orígenes de las características genéticas que hicieron tan dominantes a los seres humanos.
"Ayudará a demostrar cuáles fueron las diferencias entre ellos y nosotros que nos permitieron desarrollar la tecnología y colonizar el planeta. Estas secuencias pueden ser comparadas ahora con los genomas ya secuenciados de seres humanos y chimpancés, afirmó el científico antes de presentar sus conclusiones a los participantes en una conferencia en Chicago de la Asociación Estadounidense para el Progreso de la Ciencia. Lo hizo desde Leipzig a través de una videoconferencia.
El genetista Edward Rubin, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California, encabeza un proyecto separado para trazar la secuencia de segmentos del genoma del Neanderthal. Su trabajo ha demostrado que el genoma del Neanderthal coincide hasta en un 99,5% con el de los seres humanos. Agregó que el diagrama completo de Paabo le permitirá comparar segmentos y genes de su propia investigación.
Huesos analizados. El material genético analizado se tomó de huesos de neandertales, que fueron descubiertos en Croacia, España y Rusia. Además, el Landes Museum de la ciudad alemana de Bonn puso a disposición una muestra del esqueleto de 40.000 años de antigüedad, que fue hallado en 1856 en el valle de Neander, al este de Düsseldorf, que le dio el nombre a esta especie. Según Pääbo, en todo el mundo hay restos de alrededor de 300 hombres de Neanderthal.
Otros investigadores ya están planeando estudios comparativos con genes que se sabe influyen sobre el habla y el envejecimiento cerebral en los seres humanos. Eso podría reavivar el debate acerca de si los primeros humanos reemplazaron sencillamente a los Neanderthal o si los dos pudieron haberse cruzado hace más de 30.000 años.
Paabo, quien estableció en 1997 que los Neandertal eran primos en vez de antepasados de los humanos modernos, sugirió que el genoma completo podría ayudar a los investigadores a buscar evidencias de dicha cruza, aunque otros expertos opinan que la probable contaminación y las enormes similitudes entre ambas especies dificultarán notablemente precisar cualquier conexión genética.
Durante dos años y medio Paabo procesó muestras óseas diminutas -todo el proyecto apenas requirió medio gramo- en maquinarias multimillonarias que usaron reacciones lumínicas para trazar la secuencia biológica.
Arduo trabajo. El proceso fue tedioso y complicado, según aseguran los científicos. Gran parte del ADN en el hueso decayó a lo largo del tiempo y resultaba difícil distinguir los vestigios de las bacterias que colonizaron el ejemplar después de su muerte. Además, la manipulación humana en el lugar de la excavación en Croacia y en el laboratorio también contaminó la muestra.
Tom Gilbert, un genetista en la Universidad de Copenhague en Dinamarca, dijo que harán falta muchos más estudios hasta precisar qué pares son exclusivos del Neandertal. Paabo dijo que espera abarcar cada par de bases de 12 a 15 veces en los próximos años.
Mientras tanto, los científicos pueden comparar secciones más pequeñas del ADN del Neanderthal con datos de proyectos de genoma de seres humanos y chimpancés.
Beth Shapiro, especialista de ADN en la Penn State University, dijo que la comparación permitirá determinar qué regiones de nuestro genoma nos hace singulares.
"Hay 35 millones de diferencias entre los chimpancés y nosotros. Eso es mucho, y por lo tanto realmente no sabemos dónde buscar. Pero este genoma del Neanderthal nos acerca un pasito más", aseguró Shapiro.
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