La tecnología del biochip consiste en cortar minúsculos tramos de las hebras de la cadena de ADN para detectar en ellos informaciones erróneas que, por ejemplo, puedan generar con el tiempo un tumor.
Estos dispositivos han saltado a la actualidad tras un acuerdo de la compañía española Biotools con la china Capital Bio Corporation para colaborar en el desarrollo de biochips en un programa conjunto denominado "Chineka". Este programa ampliará las aplicaciones de los biochips para detectar antibióticos y pesticidas en la alimentación humana y animal y servirá también para verificar la calidad del agua.
Información muy útil
En cuanto a la información que aportan sobre los tumores, son de gran utilidad antes de una intervención quirúrgica para determinar el tamaño de los mismos y su extensión.
A pesar de los temores de Occidente por la transferencia de tecnología que supone este tipo de acuerdos, China se perfila como futura potencia en el campo de la biotecnología y en él trabajan científicos chinos que se han preparado durante décadas en las mejores universidades del mundo, explica Pellón.
Fuente: El Pais.
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