Ya se había estimado la velocidad angular de algunos agujeros negros más pequeños, y no con demasiada precisión, pero científicos de la Universidad de Maryland han logrado por primera vez medir la velocidad de giro de varios agujeros negros supermasivos con gran precisión - uno de ellos gira al 98.7% del máximo permitido por la Teoría de la Relatividad General de Einstein (unas mil veces por segundo para agujeros negros más pequeños).
Los astrónomos han utilizado el telescopio de rayos X XMM-Newton de la ESA para observar la línea espectral de emisión de los átomos de hierro que están siendo absorbidos por el agujero negro cuando se encuentran en el disco de acreción. La alteración de estas líneas espectrales les ha permitido calcular con gran exactitud la velocidad de giro de varios agujeros negros supermasivos. Los datos más precisos son del que está en el centro de la galaxia MCG-06-30-15: este agujero negro gira al 98.7% de la velocidad máxima posible de acuerdo con la Teoría de la Relatividad General (que es algo más de mil veces por segundo).
Los agujeros negros supermasivos son los que se encuentran en el centro de prácticamente todas las galaxias. “Supermasivo” significa justo lo que crees: son los que tienen una masa de al menos cien mil veces nuestro Sol (pero pueden llegar hasta a diez mil millones de Soles). A pesar de lo que la gente piensa, no hace falta que sean muy densos: la densidad de un agujero negro lo suficientemente grande puede ser menor que la del aire que estás respirando; su volumen es tan enorme que la masa total es suficiente para atrapar la luz.
La densidad gigantesca es necesaria en los agujeros más pequeños (necesaria en el sentido de que hace falta para que se trate de un agujero negro), porque al tener menos masa total necesitan concentrarla en un volumen muy pequeño para que su atracción gravitacional sea suficiente para que la velocidad de escape sea mayor que la de la luz. Por eso siempre que pensamos en agujeros negros, pensamos en densidades enormes.
Por otro lado, piensa en la magnitud del asunto: un agujero negro que tiene la masa de millones de Soles girando cientos de veces por segundo…es difícil de asimilar.
Los agujeros negros supermasivos pueden surgir básicamente de dos maneras: mediante la colisión de agujeros negros más pequeños, en cuyo caso la velocidad angular resultante no suele ser grande, o mediante la acreción de masa paulatinamente, en cuyo caso el agujero se va acelerando angularmente cuando la masa le transfiere su momento angular (algo parecido, aunque sea un ejemplo patético, a cómo el agua del desagüe va girando cada vez más deprisa cuando se acerca al agujero, al disminuir el radio de giro).
De manera que el agujero supermasivo de MCG-06-30-15 probablemente ha conseguido ese enorme tamaño absorbiendo materia poco a poco.
Fuente: El Tamiz.
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