(NC&T) Hasta ahora, se había asumido que las sanguijuelas en uso pertenecían todas a la especie Hirudo medicinalis, pero la nueva investigación revela que son realmente de una especie muy cercana, aunque genéticamente diferente: la Hirudo verbana. El estudio también muestra que las sanguijuelas medicinales europeas son de al menos tres especies diferentes, y no de una.
"Esto nos brinda la interesante perspectiva de tener a nuestra disposición el triple de anticoagulantes, y el triple de desarrollos biomédicos importantes en áreas como la de los inhibidores de proteasas", destaca Mark Siddall, del Museo Americano de Historia Natural, quien dirigió el equipo de investigación.
En tanto que la H. medicinalis ha sido aprobada por la Administración estadounidense para los Alimentos y los Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en el 2004, para su empleo como dispositivo de prescripción médica que ayuda a restaurar el flujo sanguíneo después de ciertos casos de cirugías cosméticas y reconstructivas, la H. verbana no ha sido aprobada por la FDA, y no posee un estatus especial de conservación.
Este estudio es un gran ejemplo de por qué es tan importante el campo de la taxonomía, la ciencia de clasificación de los organismos.
Los taxónomos han estado estudiando la diversidad de la vida en la Tierra desde hace cientos de años. En este caso, el descubrimiento de una diversidad desconocida de especies tiene implicaciones legales y médicas muy importantes.
Desde la época de Hipócrates, y mucho antes de que Linneo describiera por primera vez a la H. medicinalis en 1758, las sanguijuelas medicinales se usaron en gran cantidad de tratamientos médicos, en algunos justificadamente, en muchos no. En el pasado, la demanda de sanguijuelas creció tanto que se requirieron medidas especiales para protegerlas, figurando tales disposiciones entre los más antiguos esfuerzos legislativos para la conservación biológica.
Estas sanguijuelas europeas también son empleadas por investigadores médicos para estudiar procesos biológicos como la coagulación sanguínea, la genética del desarrollo, y la neurobiología. El estudio de los especimenes comerciales ha sido de gran importancia en el descubrimiento y producción de anticoagulantes e inhibidores de proteasas, algunos de ellos con posibles propiedades anticancerosas.
El que los investigadores hayan empleado incorrectamente la H. verbana en su trabajo durante décadas puede poner en duda la validez de los resultados de sus investigaciones, incluyendo cientos de estudios en publicaciones científicas, y puede inducir a una reconsideración acerca de qué saben realmente los científicos sobre estas especies tan estudiadas.
Siddall y sus colegas estudiaron el ADN mitocondrial y nuclear de las sanguijuelas silvestres de toda Europa, al igual que el de muestras suministradas por proveedores comerciales y laboratorios universitarios que emplean a las sanguijuelas como modelos de experimentación.
El análisis mostró claramente que los especimenes comerciales y de laboratorio no eran H. medicinalis, como habían sido etiquetados, sino que en realidad pertenecían a la especie H. verbana. Además, el trabajo mostró que los especimenes de sanguijuelas medicinales europeas silvestres incluían tres especies genéticamente diferentes.
Otros científicos involucrados en este estudio son de la Universidad de Ljubljana en Eslovenia, de la Universidad Nacional V. N. Karazin Kharkiv en Ucrania, de la Universidad Rutgers, y de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Fuente: Solo Ciencia.
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