Los sapos obtienen su veneno de los ácaros

MADRID.- A pesar de ser microscópicos y de pasar casi inadvertidos, los ácaros son la gran fuente de donde la especie de sapos 'Oophaga pumilio' extrae su letal veneno.

Científicos del Instituto Nacional de Salud, en Bethesda, Maryland, han llegado a esta conclusión tras analizar ejemplares de estos anfibios del sur de Nicaragua, Costa Rica y de algunos lugares de Panamá y compararlas con varias muestras de insectos y hojas que se encuentran en su hábitat.

Los expertos observaron que los sapos criados en cautiverio tienen menos veneno en su piel en comparación con los que viven en sus lugares habituales.

Además, advirtieron que los ácaros que se encontraron sobre la comida de los anfibios, contienen una impresionante cantidad de alcaloides: 84 en total, de los cuales 42 también fueron detectados en los 'Oophaga pumilio'.

Estos anfibios obtienen el veneno de los ácaros en lugar de producirlo, como se creía anteriormente. Lo que aún no se ha podido comprender, es el extraño mecanismo que tienen estos animales para reservar su arsenal tóxico en la piel. «Los sapos deben seguir un proceso a través del cual obtienen los componentes venenosos de los ácaros y los almacenan en la piel. Van acumulando lo que comen», afirma John Daly, uno de los investigadores.

El estudio abre una nueva brecha para investigar la ecología química porque nadie había sospechado que los pequeños ácaros tenían la capacidad de dar sus tóxicos a los sapos y de convertirlos en seres venenosos para sus predadores.

Hace cinco meses se descubrió que algunas especies de serpientes en Japón almacenan el veneno que obtienen de los sapos que devoran, para usarlo como su propio arsenal tóxico.

Fuente: El Mundo.