Fuente: Electrónicafacil.
En una investigación con monos, unos científicos han identificado en detalle las regiones cerebrales responsables de una habilidad exclusiva de los primates, incluyéndonos a los humanos: la capacidad de procesar formas tridimensionales para orientar nuestra sofisticada capacidad de manipular objetos.
(NC&T) Específicamente, los investigadores han logrado definir regiones de la corteza parietal responsables de la extracción de información tridimensional. Esta extracción se consigue integrando las diferencias en la información proveniente de ambos ojos. Tal integración es crítica para percibir tres dimensiones, porque cada ojo recibe sólo una proyección bidimensional de una imagen sobre la retina.
Los investigadores, liderados por Guy Orban, de la Universidad Católica de Leuven, realizaron experimentos en los cuales los monos tenían que fijar su atención sobre imágenes generadas por ordenador representando objetos, proyectadas en una pantalla. A medida que los animales observaban estos objetos, los investigadores escanearon sus cerebros por medio de resonancia magnética. Esta extendida práctica emplea de modo inofensivo campos magnéticos y ondas de radio para medir el flujo de sangre en las regiones cerebrales, lo que revela la actividad en esas regiones y permite trazar mapas gráficos de dicha actividad.
En un conjunto de experimentos, los investigadores presentaron imágenes de líneas conectadas, como clips para sujetar hojas de papel, parcialmente desdoblados, que podían ser percibidas como estructuras tridimensionales. Los investigadores estudiaron la influencia del movimiento sobre la percepción tridimensional presentando sólo a un ojo las imágenes de líneas conectadas, y "moviendo" los objetos.
El análisis que realizaron los investigadores sobre la actividad en las regiones de la corteza parietal en el transcurso de estos experimentos ha revelado que dos áreas (la corteza intraparietal anterior y la corteza intraparietal lateral) eran específicamente sensibles sólo a la profundidad de las estructuras.
En una segunda serie de experimentos, los investigadores presentaron a los monos imágenes generadas por ordenador que simulaban objetos pequeños y complejos. La percepción de las tres dimensiones en objetos pequeños es fundamental para la habilidad de los primates de asirlos y manipularlos con sus manos. El análisis de los investigadores sobre la actividad cerebral reveló que las mismas regiones intraparietales son sensibles a la profundidad de las estructuras de esos objetos pequeños.
Este estudio va más allá de otros anteriores por cuanto no sólo demuestra que diferentes áreas procesan diferentes aspectos del espacio visual tridimensional, en concordancia con su participación en distintas funciones sensoriales y motoras, sino que también las características de las formas tridimensionales están representadas específicamente en las regiones intraparietales anteriores, donde se requiere tal información para el control eficiente de las tareas de manipulación manual.
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