Fuente: Terra España.
A la hora de hospedarse, los piojos tienen predilección por las cabezas más limpias y por las niñas, que suelen llevar el pelo más largo que los chicos, ya que son ellas las víctimas de estos parásitos en un 70 por ciento de los casos.
Así lo indicó hoy el pediatra Carlos Marina, quien precisó que la pediculosis capilar afecta en España en torno a un 15 por ciento de los pequeños en edad escolar y constituye un molesto problema que, cada año, se presenta simultáneamente con la vuelta al colegio. Los expertos consideran que los piojos se contagian especialmente en las aulas escolares y en los parques infantiles porque, al ser parásitos que no vuelan, pasan de cabeza a cabeza entre los niños cuando juegan.
El doctor explicó que estas miniepidemias se revelan con la sintomatología del picor, producido por la reacción del cuerpo a la saliva que el insecto inocula en cada mordisco. Marina señaló que el hombre es el único huésped para el piojo de la cabeza, por lo que no puede ser contagiado por un animal, y agregó que este insecto puede sobrevivir unas veinticuatro horas fuera del cuero cabelludo.
Por esta razón, recomendó que se limpien las almohadas, los cojines, las colchas, mantas y peluches de la habitación de los afectados, así como las toallas, gorros de ducha o peines que hayan utilizado. Como solución rápida, sugirió guardar los objetos y prendas de los niños en bolsas durante un día entero, de modo que se garantice la muerte de los parásitos.
El pediatra recordó que suelen instalarse principalmente en la zona de la nuca y detrás de las orejas, donde la temperatura es más constante y el pelo sufre menos roturas. Para evitar contagios, propuso llevar el pelo corto o recogido en la escuela, en el caso de las niñas mejor en dos trenzas para dejar la nuca despejada.
La práctica más acertada para vigilar esta situación y terminar con las liendres es, a su juicio, el peinado frecuente de la cabellera con un peine lendrera, de púas estrechas. Marina informó de que ya existe en la farmacia española "el primer repelente específico" de piojos, que permite prevenir el contagio al tiempo que protege frente a las reinfestaciones.
En cuanto a los pediculicidas, como la permetrina, explicó que sólo deben utilizarse en los menores que ya están infestados, dado que su objetivo es causar la muerte de los piojos y sus huevos. El pediatra lamentó que mucha gente recurra al uso de estos últimos productos como si fueran preventivos, sometiendo así a los niños al riesgo de efectos secundarios y a la aparición de resistencias a los tratamientos.
Entre las prácticas tradicionales, que no por eso dejan de ser efectivas, se refirió a la aplicación de vinagre mezclado con agua para aclarar el cabello, como elemento que ayuda a que se despeguen las liendres. Opinó que es preferible que el menor no acuda al colegio una vez detectado el problema, ya que podrá regresar a su actividad al día siguiente sin haber contagiado a sus compañeros de clase, puesto que los tratamientos actuales son efectivos en apenas unas horas.
Marina advirtió que, aunque es muy difícil no rascarse la cabeza cuando se hospeda a estos parásitos, es preferible evitarlo en la medida de lo posible para no causar una irritación y una infección bacteriana en el cuero cabelludo que incremente las molestias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario