Fuente: El Pais.
Una persona con el esternón muy dañado por causas naturales o porque le hayan tenido que operar varias veces de corazón tiene un serio riesgo de morir -la probabilidad está en un 25%-. La causa es que ese hueso es clave en el mantenimiento del conjunto óseo que cubre los pulmones, y tras la operación puede infectarse o, en algunos casos, hay incluso que extirparlo. Para evitar estos inconvenientes, un equipo del Hospital Virgen de la Salud de Toledo ha probado un novedoso sistema de anclaje mediante placas de titanio que prácticamente elimina el riesgo de muerte, y reduce el tiempo del postoperatorio de casi un mes a menos de una semana.
La idea, según explicó ayer el cirujano Luis Fernando López Almodóvar, es que lo que funciona en la cirugía de reconstrucción maxilar, debe funcionar cuando lo que se quiere es reemplazar un esternón. El resultado final es que el conjunto esternón-costillas se mantiene compacto y se mueve con el ritmo adecuado, lo que facilita la recuperación y evita las complicaciones. El método ha sido probado con éxito en un hombre de 65 años, que pudo dejar el hospital a los cinco días de la operación.
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