La Unión Europea obligará a los Estados miembros a que impongan, a partir del año que viene, tarifas en el agua que inciten a los consumidores a ser eficientes y que permitan que los sectores económicos recuperen el coste de los servicios que prestan, incluidos los costes medioambientales. Esta obligación se traduce, en la práctica, en que los consumidores pagan ya una tasa o canon por servicios como la depuración de aguas. En España, las competencias en esta materia son de las comunidades autónomas o ayuntamientos y, por eso, el panorama es de lo más diverso.
La directora general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Marta Morén, señala a este periódico que es "muy importante" que exista esta tasa, "no sólo para financiar las actuaciones de saneamiento y depuración, sino porque las obras requieren un mantenimiento, y el canon va destinado a éste".
Sin embargo, existe una gran disparidad de criterios a la hora de establecer cuánto tiene que pagar cada consumidor doméstico. Así, la Comunidad Valenciana ha establecido tramos en función del número de habitantes, mientras que en Murcia tienen una cuota fija de 23 euros por hogar al año y un canon variable en función del consumo de 0,24 euros/m3.
En Cantabria también han establecido una cuota fija de 4,8868 euros por abonado al mes y una variable de 0,2437 euros/m3. Asimismo, Aragón tiene una tasa de fija de 3,90 euros por abonado al mes y 0,47 en función del consumo. En el País Vasco y Castilla y León se paga en función del consumo y varía según la empresa suministradora, y en Galicia sólo pagan los ciudadanos de poblaciones de más de 2.000 habitantes, con una tasa de 0,209 euros/m3, según han explicado las administraciones.
Catalunya y Madrid capital han optado por establecer tarifas de saneamiento y depuración en función del gasto que realiza cada ciudadano para primar la eficiencia. Las comunidades que han elegido la fórmula más sencilla son La Rioja, Castilla-La Mancha y Navarra, con un canon por depuración igual para toda la comunidad y sin divisiones por consumos. Andalucía y Extremadura están estudiando implantar un canon de saneamiento y depuración igual para toda la comunidad, ya que ahora varía en función del número de habitantes y del tipo de depuradora.
Ayudas a Asturias y Aragón
La depuración de aguas es uno de los capítulos más costosos para el Ministerio de Medio Ambiente. En el Plan de Calidad de Aguas 2007-2015, la Administración General del Estado va a dar 19.500 millones de euros a las comunidades para infraestructuras. "La directiva de aguas residuales es la más cara, no sólo para España sino para todos los países", apunta Morén. Aragón y Asturias cuentan ya con convenios para desarrollar el plan, y han recibido sumas importantes. Asturias obtuvo el año pasado 15 millones de euros, y este año serán otros 20 millones, mientras que Aragón recibió en 2008 más de 30 millones de euros, y este año serán 50, explica Morén a Público.
Además, ya se ha firmado un protocolo con Galicia, y en breve se firmará con Cantabria, La Rioja, Baleares, Ceuta y Melilla. "El objetivo es que en tres meses se firmen todos", añadió Morén. Las obras de interés general se financian al 100% por el Ministerio de Medio Ambiente, las que se realizan en zonas sensibles el 25%, y el 50% de las actuaciones en zonas protegidas.En noviembre la Comisión Europea remitió a España dos dictámenes motivados: uno por posible incumplimiento de saneamiento y depuración en zonas sensibles y otro en zonas normales. Morén explica que "el Ministerio analizó los dictámenes y en muchos casos la situación ya era correcta, ya que sólo faltaba información a la CE". La Comisión consideraba que 327 aglomeraciones en zonas sensibles no cumplían en tratamiento de aguas residuales pero, tras el análisis, resultaron sólo una decena. Y en el caso de zonas normales, la Comisión tenía dudas en 58 aglomeraciones y, tras la evaluación, sólo 14 no cumplen.
Una vez que las obras estén finalizadas, los consumidores pagarán por tener un agua limpia y de calidad. Un bien que sigue teniendo un coste bajo si se compara con la gasolina o la luz.
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