Hace 20 años, Hongkun Park (Seul, Corea del Sur, 1967) hacía guardia en una garita en la frontera entre las dos Coreas, poco antes de que ambos países firmaran un pacto de no agresión. Iba armado con un fusil de asalto y vestía uniforme de camuflaje, pero, según dice, ya era un geek, un friqui de la tecnología. En la actualidad su trabajo parece mucho más provechoso. Park cambió en seguida el color caqui por el blanco de su bata de laboratorio.
En el departamento de Química de la Universidad de Harvard (EEUU), el científico coreano ha fabricado transistores el elemento fundamental de ordenadores, radios, televisores y reproductores de mp3 con una simple molécula. Y su objetivo final pone los pelos de punta. Park y su equipo están desarrollando nanoelectrodos, dispositivos con un grosor decenas de miles de veces más pequeño que el de un cabello, para implantarlos en cerebros animales y conocer los ingredientes básicos de un pensamiento o un recuerdo. La receta del alma. El químico estuvo recientemente en Madrid invitado por la Fundación BBVA.
¿Qué preguntas quiere responder con su investigación?Básicamente, queremos aprender cómo funciona el cerebro. La ciencia sabe mucho sobre neuronas individuales y sabe algo sobre cómo funciona el cerebro como un todo, qué funciones tiene cada una de sus partes. Pero no tiene ni idea de cómo se conectan las neuronas para componer un cerebro. La razón es que los investigadores no disponemos de una herramienta para hablar con las neuronas. No sabemos cómo se propagan las señales de una neurona a otra y consiguen llevar a cabo una función. Lo que intentamos hacer nosotros es desarrollar nuevas herramientas que nos permitan charlar con las neuronas y escuchar sus conversaciones. En una etapa final, desarrollaremos un chip que podrá ser implantado directamente en cerebros animales para aprender cómo funciona un cerebro.
¿Serán capaces de saber de qué está hecho un pensamiento o un recuerdo?
Es nuestro objetivo, y estamos dando pasos para conseguirlo.
¿Se podría utilizar un dispositivo nanoelectrónico para controlar un cerebro?
Sí, posiblemente. Pero para controlar un cerebro, primero debes saber cómo funciona.
"No trabajaría con el Ejército sí sé que mi contribución se puede usar para matar"
En el futuro, ¿llegarán a controlar a una persona o a una vaca con esta tecnología?
Ya veremos, pero creo que será posible. De hecho, ya se pueden controlar funciones elementales del cerebro de una rata. Hace unos años, unos investigadores publicaron en Science que habían implantado unos electrodos en el cerebro de una rata y habían conseguido que el animal se desplazara hacia la derecha o la izquierda, según sus órdenes. Este tipo de controles sencillos son posibles, pero todavía no somos capaces de dirigir tareas más complejas, porque no sabemos cómo funciona el cerebro. Creo que llegaremos mucho más lejos.
Hay científicos que opinan que será posible grabar los recuerdos y pensamientos de una persona e implantarlos en otro cuerpo.
Posiblemente, pero todavía es ciencia ficción, obviamente. En la etapa final de la investigación, quién sabe, pero primero, repito, tenemos que saber cómo funciona el cerebro.
Usted es uno de los científicos que lograron fabricar el primer transistor con una sola molécula. ¿Cuáles son sus aplicaciones?
Fue, fundamentalmente, la demostración de que se podía hacer un transistor compuesto por una simple molécula. Es la miniaturización límite de un transistor. Los chips de silicio son cada vez mejores, ya existen algunos de 35 nanómetros. Y hemos demostrado que se puede llegar al nivel molecular y se puede optimizar el funcionamiento de los dispositivos.
¿Cómo será el iPod del futuro, con estos avances?
En vez de almacenar miles de canciones, se podrá almacenar todo el cine de la Historia o toda la vida, quién sabe.
¿Necesitamos un iPod con 300 millones de canciones?
Mi iPhone posee 16 gigabytes de memoria. Puede almacenar cinco horas de cine. Parece mucho, pero no lo es, especialmente si las películas son en alta definición. Si tienes varios terabytes, tienes miles de veces más memoria que en la actualidad, y puedes llevar contigo muchísima información, no sólo canciones, sino películas. Posiblemente, los iPod podrán reproducir 300.000 canciones seguidas, sin que se repita ninguna.
Harán falta buenas baterías.
Sí, este es un campo de investigación muy interesante ahora mismo. Hay mucha gente trabajando en el desarrollo de baterías.
¿Cuándo veremos componentes electrónicos de una sola molécula?
De momento, no. Toda la industria de chips de silicio tendría que cambiar de arquitectura y de materiales, adoptar otros completamente diferentes, y eso lleva tiempo. Si para construir una fábrica de chips de silicio has invertido miles de millones de euros, no la vas a cambiar de la noche de la mañana. Pero las empresas no tardarán mucho tiempo.
¿El ser humano es, simplemente, un conjunto de reacciones químicas?
Es una pregunta demasiado metafísica. No sé si la ciencia tiene la respuesta.
Pero, en su investigación, sólo pueden encontrar procesos químicos...
Hay muchos científicos que piensan así. Y es verdad, en esencia, somos simplemente seres químicos, pero me gusta pensar que somos algo más. Quizá sólo sea esperanza, es una pregunta muy difícil. Tendría que preguntarle al Papa primero.
Estuvo un año en el servicio militar en Corea del Sur. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué aplicaciones militares promete la nanotecnología?
Me cuesta pensar que fui un militar destinado en la frontera, pero sí. La nanotecnología tiene varias aplicaciones militares. Colaboro con el Departamento de Defensa de EEUU, para pensar nuevas tecnologías.
¿Puede dar algún detalle?
Si se lo dijera, me matarían. No, es broma. Sobre todo se interesan por nuevos sistemas de detección. Cuando envías soldados a un campo de batalla, hay que saber a qué riesgos se van a enfrentar. Buscan tecnología, pero son generalidades, como aplicaciones en el ámbito de las telecomunicaciones, nada de extravagancias.
¿Tiene problemas éticos, colaborando con el Ejército?
Yo no trabajaría con el Ejército si sé que mi contribución se puede utilizar para matar a alguien.
¿Quizá un ejército de ciborgs controlados con nanoelectrodos?
Eso sí que es ciencia ficción.
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