miércoles, 18 de julio de 2007

Descubren cómo funciona la hormona del peligro en plantas

Científicos españoles, dirigidos por el biólogo Roberto Solano, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han descubierto cómo se defienden las plantas contra sus amenazas externas, tras descifrar el mecanismo de acción del jasmonato, una hormona que es utilizada como señal de peligro.

La misión de esta pequeña molécula es actuar de centinela y avisar de una amenaza exterior, en forma de animal herbívoro, hongo o bacteria, explican los científicos en un artículo publicado en el último número de la revista Nature.

Solano destaca la relevancia que puede llegar a tener este hallazgo en el desarrollo de soluciones agronómicas y medioambientales frente a las amenazas del cambio climático para las actuales condiciones de vida en la Tierra.

Además, "la comprensión del mecanismo de acción de esta hormona en las plantas podría tener también importantes repercusiones en la investigación y terapia del cáncer", explica Solano. Recientemente, recuerda, se ha descrito la actividad antitumoral del jasmonato en células animales en cultivo, sin que se conozca de momento el mecanismo molecular que subyace a esta actividad.

Los científicos, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) en Madrid, y de la Universidad Miguel Hernández de Elche, desarrollaron sus experimentos en Arabidopsis thaliana.

Se trata de una crucífera, pariente cercana del rábano, la col, la colza, la mostaza y el alhelí, y universalmente usada como planta modelo para la investigación vegetal.

Desde su descubrimiento hace 45 años en el aroma del jazmín (al que debe su nombre, del inglés jasmine) , existen numerosas evidencias de que el jasmonato es fundamental para la supervivencia de las plantas en la naturaleza.

El jasmonato regula su respuesta a muchas situaciones de estrés, como el ataque de patógenos o insectos, la sequía o las variaciones extremas de la temperatura ambiental.

Según Solano, "una de las primeras respuestas de la planta ante la infección por un patógeno o la aparición de una herida, como la causada por la mordedura de un herbívoro, es la síntesis de jasmonato".

Esta hormona pone en marcha una batería de genes de defensa, mediante un proceso de transmisión que, hasta ahora, no se conocía en detalle.

La investigación ha identificado una familia de proteínas represoras, bautizadas por los investigadores como JAZ (abreviatura de jasmonate zim-domain proteins) , que representaban el eslabón perdido en la cadena de transmisión de la señal del jasmonato.

El estudio confirma que, en ausencia de la hormona, las JAZ se unen a los factores de transcripción y les impiden actuar. En cambio, cuando aparece un peligro, la planta produce jasmonato, como señal de alarma, que se une a un receptor e induce la eliminación de las JAZ.

Este proceso de degradación de las proteínas libera a los factores de transcripción, activa sus genes diana y desencadena la respuesta de defensa; en ausencia de peligro, esta batería de genes de defensa permanece en cambio inactiva.

Fuente: El Universal.

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