viernes, 27 de julio de 2007

Lagartos con distintos tipos de camuflaje en su piel gracias a sus madres

(NC&T) Los investigadores, de la Universidad de California en Santa Cruz y de la Universidad de Washington, han encontrado que estas lagartas dan una dosis extra de la hormona estradiol a sus huevos en ciertas circunstancias sociales. Esta cantidad extra afecta a los patrones de la espalda de los lagartos que nacerán de estos huevos, creando ya sea bandas que se extienden a todo lo largo de sus espaldas, o barras que van de costado a costado.

Éste es el primer ejemplo en el que la exposición a las hormonas de la madre cambia un aspecto tan importante en la apariencia. Más sorprendente aún es que la madre tenga diferentes patrones a su disposición.

El principal depredador de los lagartos, una serpiente, es una cazadora muy eficiente, y los lagartos necesitan la combinación adecuada de rasgos para evitar ser comidos.

Hay tres estrategias diferentes en el comportamiento que se relacionan con el color de la garganta en los lagartos con manchas en los costados. Los machos de garganta anaranjada son muy agresivos y usurpan el territorio de otros lagartos; los machos de garganta amarilla se aventuran en el territorio de otros machos para emparejarse con las hembras; y los machos de garganta azul forman sociedades y colaboran entre sí para proteger sus territorios. En las hembras, el color de la garganta se correlaciona con diferentes estrategias de reproducción.

Para evitar a los depredadores, el lagarto necesitará un patrón en la espalda que se ajuste a su comportamiento. Los escurridizos machos de garganta amarilla probablemente se esconderán en la hierba, y necesitan un patrón en barras que rompa la silueta de su cuerpo de manera que se funda con el fondo. Los agresivos machos de garganta anaranjada pasan mucho tiempo en espacios abiertos, y necesitan franjas a lo largo de sus espaldas que los ayuden a escapar de sus depredadores (el efecto óptico de estas franjas en las presas que se mueven rápido las hace difíciles de capturar).

Pero los genes que controlan el comportamiento y los patrones de la espalda no están relacionados, así que un lagarto puede terminar con una combinación desafortunada que pudiera hacerlo muy vulnerable a los depredadores, por ejemplo luciendo rayas a lo largo de la espalda y tratando de esconderse en la hierba. Los investigadores identificaron dos vías por las cuales una dosis extra de estradiol de sus madres puede ayudarles a resolver el problema.

En una vía, las hembras aumentan la cantidad de estradiol para sus huevos cuando su pareja tiene una garganta amarilla. La hormona induce un patrón de barras en la espalda de la descendencia de garganta amarilla. El patrón barrado no es inducido en la progenie no amarilla.

En la otra vía, la cantidad extra de hormona es inducida por la abundancia de lagartos de garganta naranja en el entorno social de la hembra. En los hijos de garganta naranja, la hormona induce el patrón de tiras longitudinales en la espalda, adecuado para un macho agresivo que pasa mucho tiempo a campo abierto. Las tiras también son inducidas en hijas no naranjas. Ambos efectos son inhibidos por los genes amarillos.

Fuente: SoloCiencia.

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