(NC&T) El viento solar es una corriente difusa de gas conductor de electricidad (plasma) que sopla constantemente desde el Sol. Cuando el turbulento viento solar choca con el campo magnético de la Tierra, puede producir tormentas magnéticas que sobrecargan las líneas de transmisión de energía eléctrica, así como tormentas de radiación que alteran sistemas a bordo de vehículos espaciales.
La nueva investigación da a los astrofísicos otra pista sobre cómo es acelerado el viento solar, y también podría llevar a un mejor conocimiento de la física del plasma, lo cual es de interés porque las estrellas están hechas de él, y porque se usa en nuevos dispositivos de uso doméstico como por ejemplo los televisores de plasma y también es una parte crucial de los reactores de fusión nuclear experimentales.
El viento solar sopla a una velocidad mínima de aproximadamente 260 kilómetros por segundo. Nadie sabe qué factores influyen para que la velocidad sea ésta en particular y no otra.
El hidrógeno, el elemento más común en el universo, constituye la mayor parte del Sol y del viento solar. El helio es el segundo elemento en abundancia, pero es mucho más raro en el viento solar que en cualquier otra parte del universo. El equipo descubrió que la abundancia de helio se incrementaba al incrementarse la velocidad del viento solar, desde cerca de cero alrededor de la velocidad mínima, hasta más de cuatro átomos de helio por cada 100 de hidrógeno a velocidades por encima de unos 500 kilómetros por segundo.
Como el helio desaparece casi del viento solar en su velocidad mínima, los investigadores creen que el helio podría de algún modo imponer dicha velocidad mínima. El helio no es acelerado eficazmente por ninguno de los procesos que se cree propulsan al viento solar, sino que debe ser arrastrado por el hidrógeno. Según el equipo, los átomos de hidrógeno del viento solar producen un pequeño campo eléctrico que arrastra al helio.
Cuando el helio es "remolcado" por el hidrógeno, reduce la velocidad de los átomos de hidrógeno. A la velocidad mínima (la velocidad a la cual el viento solar ya no es capaz de arrastrar al helio) el viento solar tampoco puede escapar.
Todavía no está claro cómo exactamente el helio impone la velocidad mínima, con ese valor concreto de alrededor de 260 kilómetros por segundo, o por qué se encuentra más helio a medida que el viento solar aumenta su velocidad.
También se desconoce qué hace soplar de nuevo al viento solar, una vez cae por debajo de su velocidad mínima y queda "atascado", aunque hay indicios de que el proceso puede estar relacionado con las violentas erupciones del plasma solar en el marco de las denominadas expulsiones de masa coronal. Según los investigadores, esas expulsiones de masa coronal contienen de cinco a diez veces la cantidad de helio observada en el viento solar.
Fuente: Solo Ciencia.
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