Los científicos ya han creado una "capa de invisibilidad", hecha de un "metamaterial", que puede desviar la radiación electromagnética (como la luz visible o las microondas) alrededor de un espacio esférico, haciendo que un objeto dentro de esta región sea invisible.
Hasta ahora, los científicos sólo podían hacer que los objetos resultasen invisibles desde lejos. El matemático Sébastien Guenneau de la Universidad de Liverpool, y Frédéric Zolla y André Nicolet, de la Universidad de Marsella, han demostrado, aplicando un modelo informático especialmente diseñado, denominado GETDP, que también se puede lograr hacer invisibles a objetos a corta distancia, cuando la luz viaja en ondas en lugar de en haces.
Los científicos predicen que los metamateriales podrían ser usados pronto en la tecnología militar, para por ejemplo aviones de combate y submarinos, pero que pasarán más años antes de que puedan desarrollarse capas de invisibilidad para los seres humanos.
La forma y estructura de los aviones los hacen objetos ideales para ser ocultados mediante un efecto de invisibilidad, ya que tanto su estructura como sus patrones de movimientos son bastante fijos. Los seres humanos y los animales son más difíciles de enmascarar ya que sus movimientos son muy variables y flexibles, de modo que la capa, tal como está diseñada en este momento, no lograría mantener el camuflaje cuando la persona, o el animal, hiciera cualquier movimiento súbito.
"Una capa como por ejemplo la que utiliza el personaje Harry Potter, todavía no es posible, pero es un buen ejemplo de lo que estamos intentando lograr", explica Guenneau. "Recurriendo a este nuevo modelo por ordenador, podemos demostrar que la luz puede doblarse alrededor de un objeto bajo una capa y que no es difractada por él". Esto ocurre porque el metamaterial del que está hecha la capa deforma la métrica del espacio, en lo que se refiere a la radiación, de manera similar a como las estrellas y los planetas de gran masa lo hacen con la métrica del espacio-tiempo en la teoría general de la relatividad de Einstein.
En primer lugar, para que el dispositivo de invisibilidad funcione, la luz tiene que separarse en dos o más ondas produciendo un nuevo patrón de onda. Con este patrón, los científicos consiguen las regiones oscuras e iluminadas que son necesarias para que un objeto resulte invisible.
Hasta ahora, sin embargo, no estaba claro si los fotones (las partículas que constituyen todas las formas de la luz) podían dividirse y formar nuevas ondas cuando la fuente de luz está cerca del objeto. "Si empleamos técnicas ópticas de rayos (donde la luz viaja en haces), los fotones se desajustan a corta distancia y el objeto no resulta invisible. Sin embargo, si estudiamos la luz cuando viaja en ondas, la invisibilidad sí se mantiene", explica Guenneau.
Los científicos predicen que la invisibilidad será posible para objetos de cualquier forma y tamaño dentro de la próxima década.
Fuente: La Flecha.
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