En una era en la que la humanidad parece haber dominado el mundo entero, ¿quedan lugares que todavía no han sido alcanzados por la influencia humana? Para hallarlos, New Scientist se propuso descubrir los “últimos lugares en la Tierra”.
(New Scientist).– Afortunadamente, existen muchos para elegir: montañas aún no escaladas, cuevas sin explorar, desiertos no cartografiados, tribus sin contacto con el mundo exterior e islas no invadidas por especies foráneas. También descubrimos el último lugar por el que vagaron los dinosaurios, el último en realizar contacto de radio con el resto del mundo, el último lugar que sobrevivirá a la explosión del Sol...
Acompáñenos en este tour por los sitios del planeta más desconocidos, prístinos o, sencillamente, extraordinarios.
El último que resta cartografiar: de pie sobre la rambla de Muynak, en Uzbekistán, que fue uno de los más selectos sitios de vacaciones de la Unión Soviética, ya no se ven las olas romper. Todo lo que se ve es arena extendiéndose hasta el horizonte y más allá.
Bienvenidos a lo que queda del Mar de Aral, que 40 años atrás cubría 68.000 kilómetros cuadrados. Ahora, la mayor parte ha desaparecido, como resultado del uso del agua de sus afluentes para el cultivo del algodón, que dejó 50.000 kilómetros de un desierto que aún no figura en los mapas.
Los satélites lo han fotografiado, pero pocos han explorado su suelo para confirmar esas imágenes satelitales. El resto es terra incognita .
El último sin especies invasoras: si usted vio la película Alien v. Predator , recordará a la isla Bouvet como una tierra cubierta de hielo en los mares del Sur, donde una batalla extraterreste dirime la pelea por la supremacía en el planeta. Lo irónico es que Bouvet podría ser considerado el último lugar en la Tierra en ser asaltado por otros invasores aún más peligrosos.
Una de las grandes amenazas para la biodiversidad son las especies invasoras que son transportadas de su hábitat natural a lugares a los que no pertenecen. Viajan a bordo de barcos, aviones, autos, o incluso en las personas... Ningún lugar parece estar a salvo de la llegada de especies foráneas capaces de desestabilizar un ecosistema y llevar a la extinción a las especies locales.
Pero además de ser uno de los lugares menos hospitalarios, la isla Bouvet es el más remoto. La tierra más cercana -otra isla inhabitable llamada Gough- se encuentra a 1600 kilómetros, separada por las frías aguas del Atlántico Sur.
Desde su descubrimiento, en 1739, pocas personas han pisado su suelo, cubierto en gran parte por hielo, y desde 1971 es una reserva natural. El único vestigio humano es una estación de meteorología automática.
El último en hacer contacto con la civilización: el 3 de marzo de 2004, un grupo de 17 aborígenes ayoreos que jamás había tenido contacto con la civilización abandonó la selva en Paraguay. Este es el más reciente ejemplo de lo que los antropólogos llaman "primer contacto", pero seguramente no será el último.
Según la organización Survival International, que se dedica a la protección de tribus aborígenes, existen todavía cientos de tribus -que sumarían unas 40.000 personas- que no han tenido contacto sostenido con la civilización. Para algunas de ellas, ese contacto no es algo deseable.
Uno de los casos más conocidos es el de los sentineleses, una tribu de entre 50 y 200 personas que viven en la pequeña isla Sentinel del Norte, en las islas Andamán. Se han resistido al contacto, a veces incluso recurriendo a la violencia. En enero de 2006 mataron a dos pescadores que se habían acercaron demasiado a la costa de su isla y cuando en 2004 el gobierno de la India envió un helicóptero para evaluar el impacto del tsunami fueron recibidos con flechas.
El último en ser descubierto: todavía existe tierra por descubrir, si uno sabe dónde buscar. A medida que los hielos polares se derriten por efecto del calentamiento terrestre, aparecen islas hasta entonces escondidas debajo de los hielos llamados eternos. La última en ser descubierta es Uunartoq Qeqertoq, cerca de la costa oriental de Groenlandia, así bautizada por el explorador Denis Schmitt en 2005.
El último donde ningún explorador ha pisado: desde las islas polares hasta ciertos remotos disiertos, existen incontables áreas que aún hoy siguen siendo vírgenes. Que muchos de estos lugares no hayan sido visitados responde a una razón: nadie quiere hacerlo. En el mundo de los exploradores, lo que interesa es conquistar sitios a los que los demás desearían haber llegado primero.
Existen numerosas montañas que todavía no han sido escaladas y que muchos quisieran escalar. En el tope de la lista está Gangkhar Puensum, en el reino de Bután, con 7541 metros. Los tres intentos de alcanzar su cima han fracasado y, desde 1994, Bután prohíbe escalar montañas de más de 6000 m por respeto a creencias religiosas.
También existen profundidades por ser exploradas. La cueva Take Voronya en Abjasia, Georgia, es, con 2170 metros, la más profunda del mundo. En enero de 2007, una expedición descubrió la entrada a un nuevo pasaje que agrega 30 metros... que se encuentran bajo el agua.
El último donde oír hablar la lengua más rara jamás escrita: la muerte de toda lengua es una tragedia, pero algunas son más graves que otras. Un puñado de lenguas en peligro son los últimos refugios de raras formas de lenguaje que, una vez desaparecidas, se habrán ido para siempre.
Una es el tofa, hablado por unos pocos nómadas de las montañas de Sayan en Siberia. En la década del 50, el gobierno soviético los obligó a aprender ruso y a abandonar su forma de vida tradicional. Hoy, sólo 25 personas hablan tofa, lengua que posee un sufijo - sig - que significa ´huele a , al que se le pueden adjuntar palabras como ivi (´reno ), para describir a alguien que huele a reno. Ninguna otra lengua posee sufijos de este tipo.
El último sin vida: cuando los biólogos buscan vida, suelen encontrarla. Hay dos notables excepciones: ciertas extensiones de la Antártida y Groenlandia, lo que no resulta para nada sorprendente. Pero existe otro más misterioso: una zona llamada Yungay, en el corazón del desierto de Atacama, Chile: la única extensión de tierra seca que parece no albergar vida en su superficie.
El último por donde se pasearon los dinosaurios: aunque sabemos que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, como resultado del impacto de un meteorito de 10 kilómetros de ancho, unos pocos paleontólogos insisten en que un puñado de especies sobrevivieron al desastre por unos pocos millones de años.
En Montana, Estados Unidos, se han desenterrado restos de dentadura de dinosaurio medio millón de años después de la extinción. Pero la última prueba de estos dinosaurios Lázaro son pisadas de reptiles herbívoros que se pasearon por Ludlow, Colorado (EE.UU.).
El último en hacer contacto por radio con el resto del mundo: el 28 de julio de 2006, un radioaficionado recibió la noticia de que estaba esperando. La isla Swains, un minúsculo atolón del océano Pacífico ubicado a más de 300 kilómetros al norte de Samoa, estaba oficialmente en el aire, por lo que se convirtió en el lugar número 337 en establecer contacto por radio con el resto del mundo. Con una población de sólo 37 personas, la isla estuvo sólo 6 días en el aire, pero hizo felices a muchos radioaficionados.
El último donde la gente escribe con pictogramas : hace 8500 años, los habitantes de lo que hoy es China comenzaron a escribir con símbolos. Primero usaron dibujos para representar palabras e ideas. Ese tipo de escritura ha caído en desuso y fue suplantada por sistemas de escritura más abstractos como el que usted está leyendo, con sólo una excepción.
En unas montañas del sudoeste de China, un cada vez menor número de monjes que practican una religión animista todavía escribe y lee pictogramas. El sistema de escritura se llama dongba y ha sido usado durante 1000 años para registrar y guiar la tradición religiosa de los naxi. Contienen unos 2000 pictogramas, y el que representa la palabra "robo" es un ave que cae en las garras de un águila.
Durante la revolución cultural china, el dongba fue prohibido y miles de manuscritos fueron destruidos. Hoy, menos de 60 monjes saben escribir y leer el dongba, aunque actualmente hay esfuerzos gubernamentales por rescatarlo.
El último en tener una capa de hielo permanente: el hielo de la Tierra se está derritiendo rápidamente. Si esto sigue así, ¿cuál será el último hielo permanente que desaparezca?
Es seguro que no será el del Artico. En los últimos 20 años, el océano Artico perdió el 10% de su cubierta de hielo permanente. Y aunque algunas regiones al oeste de la Antártida están experimentando una pérdida de hielo, las tierras que se encuentran al Este forman parte de una historia diferente.
Su cubierta de hielo ha permanecido estable en los últimos años o incluso ha crecido un poco. Existen grandes probabilidades de que la Antártida sea el último lugar en la Tierra cubierto de hielo, pero no lo sabremos. La civilización probablemente colapse antes, como resultado de un aumento de 70 metros en el nivel de los océanos.
El último en emerger de las aguas: el 9 de agosto de 2006, unos veleros que navegaban alrededor de Tonga fueron testigos de una erupción volcánica submarina del Home Reef, al sur de la isla Late. Tres días después, la tripulación del velero noruego Maikenm pudo observar una isla que no figuraba en las cartas náuticas.
El último que sobrevivirá a la explosión del Sol: ¿cuál será el último lugar en la Tierra, cuando dentro de 5 mil millones de años el Sol se convierta en un gigante rojo? Esto ocurrirá dos veces.
Primero crecerá hasta alcanzar el tamaño de la actual órbita de la Tierra. Es probable que entonces escapemos de ser engullidos, ya que en ese punto, el Sol habrá perdido parte de su masa y se habrá debilitado su atracción gravitacional, por lo que estaremos orbitando bastante más lejos de él que hoy. Pero después de unos pocos cientos de millones de años, el Sol volverá a convertirse en un gigante, uno aún más grande.
Aunque existen posibilidades de que el Sol no crezca tanto como para engullirnos y se convierta en un enana blanca -de ser así el fin tardaría más en llegar, después de girar en una espiral cada vez más cercano al Sol que en algún momento nos haría colisionar con él-, lo más probable es que lo que llamamos hogar sea engullido finalmente por el Sol en expansión.
Su envoltura exterior de gas caliente probablemente no alcance a la Tierra tan pronto, pero jugará con nosotros al gato y al ratón, acercándonos y alejándonos, subiendo nuestra temperatura hasta 3000°. Eso sólo será el comienzo del fin. A medida que la Tierra gradualmente vaya acercándose, la temperatura subirá hasta medio millón de grados.
A esa temperatura, sólo tomará un año la evaporación completa del planeta. Entonces, el último lugar de la Tierra -el verdadero último fragmento en desaparecer- será un pedazo de hierro cercano al centro de su núcleo actual: una gota blanca y caliente de metal líquido que rápidamente se evaporará hacia la nada.
Fuente: HispaMp3.
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