Científicos del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.) han dado con una anestesia que mantiene intactas todas las sensaciones, salvo el dolor. Este novedoso anestésico, además de ser una nueva arma para luchar contra el dolor crónico, puede facilitar muchas intervenciones quirúrgicas.
Estos expertos cuentan en la revista "Nature" cómo la combinación de los fármacos lidocaína y capsaicina crea una anestesia local que bloquea la sensación de dolor mientras se conserva la consciencia, la capacidad para caminar o el tacto. De esta forma podría haber partos en los que la madre no perdería la capacidad de empujar para facilitar la salida del bebé, y ello sin sufrir. También podría emplearse en tratamientos odontológicos.
Según los investigadores estadounidenses, un derivado de la lidocaína (un anestésico común) y la capsaicina (un ingrediente activo de la guindilla) bloquean en exclusiva las neuronas responsables del dolor y evitan que la información llegue al cerebro. Esta combinación se inyectó en roedores en una zona próxima a los nervios ciáticos. Los animales no sintieron nada cuando recibieron pinchazos, pero seguían moviéndose con normalidad y reaccionaban cuando se les tocaba. El efecto duró dos horas.
Todavía es pronto para saber si esta anestesia funcionará en humanos. Si así fuera, las personas con problemas crónicos resistentes a los calmantes actuales contarían con un nuevo tratamiento.
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