Fuente: HispaMp3.
Una investigación sobre gusanos sirve para identificar 29 genes que no sólo limitan la proliferación de tumores, sino que además frenan el proceso de envejecimiento
(Reuters) Un grupo de investigadores ha identificado una serie de genes que no sólo limitan el cáncer en los gusanos, sino que además frenan el proceso de envejecimiento, y ahora están estudiando si los genes tienen las mismas propiedades en los seres humanos.
Ya se sabe que muchos de los genes de los gusanos tienen equivalentes en los humanos, y el equipo de la sede de San Francisco de la Universidad de California, en Estados Unidos, dice que con este estudio y otros similares espera que se puedan comprender mejor algunos de los procesos que causan tanto el envejecimiento como el cáncer.
La idea es que aquellos medicamentos que consigan imitar los efectos de esos genes podrían ayudar a frenar el cáncer y también a que la gente viva más tiempo, según afirman los investigadores en la revista Nature Genetics.
La bióloga Cynthia Kenyon, directora del estudio, ha descubierto que un cambio sólo en un gen, llamado daf-2, podría duplicar la duración de la vida de unas pequeñas lombrices llamadas Caenorhabditis elegans. Ella y la estudiante de posgrado Julie Pinkston-Gosse analizaron tantos genes que hubieran sido afectados por el daf-2 como pudieron.
Una treintena de genes anti-cáncer
En total registraron 734, y hallaron que 29 de ellos o bien estimulaban el crecimiento de los tumores, o bien lo suprimían. Así, algunos causaban la proliferación descontraolada de células, lo que lleva a que un tumor crezca y se propague, mientras que otros iniciaban un proceso suicida programado llamado apoptosis, usado por el cuerpo para destruir células defectuosas, incluídas las tumorales.
"Alrededor de la mitad de esos genes también afectaban al envejecimiento normal, vinculando así ambos procesos", afirman las dos investigadoras. "Existe una opinión generalizada de que cualquier mecanismo que desacelere el envejecimiento probablemente estimulará el crecimiento de tumores", afirma Kenyon.
Sin embargo, explica que su investigación sirvió para encontrar "muchos genes que incrementan la duración de la vida, y desaceleran el crecimiento de los tumores. Los humanos tienen versiones de muchos de estos genes, por lo que esta labor podría conducir a tratamientos que nos mantengan jóvenes y libres de cáncer mucho más tiempo de lo normal", concluyó.
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