Fuente: farodevigo.es.
El 70% del colectivo utiliza un producto ideado por Antonio Amorós que aumenta la autonomía del vehículo hasta en cien kilómetros. SANDRA PENELAS / VIGO Si existe alguien que conozca y mime al detalle su automóvil ése es un taxista. Y la mayoría del colectivo en Vigo se ha sumado durante el último año a la lista de clientes de Adigal, un producto que reduce el consumo de combustible hasta en un 0,8% cada cien kilómetros, aumenta la potencia del vehículo y frena la emisión de gases nocivos.
Su funcionamiento se basa en el teflón -politetrafluoroetileno (PTFE)- y la fórmula ha sido ideada y patentada por el ourensano Antonio Amorós. "A día de hoy no hay nada en el mercado que se acerque a nuestras prestaciones", explica el empresario y apunta como su mejor aval la satisfacción de un colectivo tan exigente y reacio a probar nuevos artículos como el de los taxistas.
Adigal cuenta con la certificación de la Universidad de Vigo. Según el informe del profesor Santiago Murillo Zapatero, de la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial, la potencia máxima del vehículo se incrementa en un mínimo del 4% y el consumo de combustible disminuye en un 4,5%. En otra prueba realizada en Iveco Pegaso se llegó a conseguir un aumento de la potencia del motor de hasta un 6,53%.
Las otras ventajas del engrasante comprobadas por los taxistas vigueses son un menor consumo de aceite y la reducción de la temperatura de trabajo, así como de los ruidos y vibraciones del coche. "El motor sufre menos y puede llegar a durar más del doble", asegura Amorós.
A partir de la fórmula original Adigal comercializa desde hace 8 años tres productos que cubren todas las necesidades y son aptos para vehículos diesel y gasolina de turismos, camiones, maquinara, barcos e incluso motosierras.
La fórmula Common-Rail debe verterse en el depósito de combustible al 5% y preferiblemente mediado: "Limpia las inyecciones y engrasa a la vez. Lo hemos aplicado a motores viejos que quedan como salidos de fábrica, sin carbonilla". El Adigal Motores se añade al depósito de aceite y la fórmula Engranajes está diseñada para las cajas de cambio. El uso excesivo de cualquiera de ellos no perjudica al motor y son ignífugos.
Fiel a su filosofía de ofrecer "máximas prestaciones con mínimo coste", Amorós no invierte en publicidad pero el boca a boca ya ha convertido el Adigal en el éxito de ventas de la cooperativa de taxistas viguesa.
"El coche sube de lujo y va más suave"
"Somos los primeros que dudamos antes de echarle algo nuevo al coche. Yo lo probé primero con un todoterreno viejo, pero a los quince días ya lo estaba utilizando en el taxi". Miguel Miguélez fue el primer trabajador de la cooperativa de Vigo que comprobó los beneficios de Adigal hace casi un año. Desde entonces se han convertido en clientes la mayoría de un colectivo de 553 personas.
"Llevo 83.000 kilómetros con el producto y el consumo de combustible y aceite ha bajado. Noto menos vibraciones, el coche sube de lujo y va más suave. Y los beneficios se notarán aun más a largo plazo", destaca.
"Al cabo del año estaremos ahorrando hasta quinientos litros", añade otro de los usuarios del producto. El presidente de la Cooperativa de Taxistas, Aurelio Bolaño, asegura que se está vendiendo muy bien y augura un aumento cuando se decidan los propietarios de los vehículos nuevos "que son un 80-90% y les cuesta más probar".
Pruebas en Vitrasa
El Adigal ha llegado hasta la capital, donde lo utilizan los colegas madrileños del taxi y en la actualidad lo están probando en Vitrasa. En la cartera de clientes también figuran varias graveras de O Barco, empresas de Ponferrada y Xinzo y la empresa de transportes Raúl Alvarado, que posee una flota de 74 camiones: "Desde que le suministro el aceite no ha tenido ninguna incidencia".
Un producto "secreto"que mantiene suspendido el teflón en el aceite
Nieto e hijo de mecánicos, el ourensano Antonio Amorós es un auténtico "self-made man". Autodidacta de la Química desde sus tiempos de mili, fue su afición por recuperar los antiguos relojes de las iglesias la que le llevó a descubrir un producto, el secreto de su fórmula, que consigue que el teflón, más pesado que el aceite, permanezca suspendido en él. A partir de ahí siguió experimentando hasta llegar a los motores y fundó Adigal S.L. a finales de los noventa.
Su descubrimiento le ha valido alguna que otra "zancadilla" de las multinacionales y han llegado cortarle el suministro de aceite, pero ha conseguido salir adelante y durante el año pasado puso en el mercado cinco mil litros de sus tres fórmulas.
Él mismo se ocupa de la producción, de cien en cien litros, y el envasado en las instalaciones del Polígono de San Cibrán, en Ourense. Amorós lamenta que, además de la fórmula, "lo único gallego es la pegatina".
Los precios del bote de un litro oscilan de los 25 a los 139 euros según el producto, pero también hay envases disponibles de 250 c.c. y a menor precio.
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