(NC&T) Los fósiles, en algunos casos esqueletos completos de Mammathus columbi, quedaron depositados en las laderas de las colinas de lo que ahora son los valles de Walla Walla, Yakima y Columbia, al sudeste de Washington, donde los cadáveres quedaron atrapados cuando el agua se retiró del antiguo lago Lewis, un lago de carácter temporal aunque repetitivo. Los geólogos del PNNL están estudiando los depósitos para averiguar la altura alcanzada por el agua en muchas de las inundaciones, la última de las cuales ocurrió hace entre 12.000 y 15.000 años.
Los geólogos están interesados en investigar todo hallazgo de mamut conocido o supuesto, para recolectar evidencias adicionales y para mejorar la documentación de esos yacimientos paleontológicos.
Últimamente, Kelsey Winsor (PNNL) y sus colegas han identificado 62 puntos de hallazgos conocidos o sospechados de fósiles, y han verificado y recolectado material e información adicionales en ocho de ellos.
Están tratando de extraer cuanta información puedan acerca de cada mamut hallado en la cuenca central de Columbia, de manera que puedan conocer mejor el impacto que causaron las inundaciones del final de la Edad de Hielo sobre los mamuts y sobre otras criaturas, y así averiguar más cosas sobre la historia de las inundaciones de la Era Glacial.
Los geólogos sospechan que la mayoría de las inundaciones de la Edad de Hielo en el este de Washington, se originaron en otro lago glacial, el Missoula. Este lago se formaba detrás del hielo que actuaba como dique del río Clark Fork, represándolo. Algunas veces, el dique de hielo se rompía, liberando enormes cantidades de agua en un instante (hasta 500 millas cúbicas). Poco a poco, el dique volvía a formarse, el lago Missoula resurgía, y el ciclo se repetía de nuevo.
Los resultados preliminares colocan a la mayoría de los mamuts en el área del Lago Lewis, a elevaciones de entre 180 y 300 metros, lo que refleja la distribución de las rocas redondeadas que, originarias de muy lejos, eran trasladadas sobre icebergs. La evidencia sugiere que estas elevaciones reflejan las profundidades típicas que alcanzaba el agua en el lago Lewis, y que mayores profundidades, y por consiguiente mayores inundaciones (de hasta 365 metros), eran excepciones más que la regla.
Los esqueletos enteros de especímenes hallados a elevaciones menores probablemente quedaron enterrados poco después de su muerte, provocada en un escenario aterrador, difícil de imaginar: una pared de agua de 800 metros, ocupando completamente el campo de visión de estas criaturas sentenciadas, avanzando a una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Algunos fragmentos pudieron desprenderse de esqueletos completos redistribuidos por inundaciones posteriores, mientras que otros fragmentos quizá circularon de modo errático transportados por el hielo.
Fuente: SoloCiencia.
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