La extraña postura que mantenían los fósiles de los dinosaurios: con la boca muy abierta, el cuerpo torcido hacia atras y los tentáculos contraídos, ha atraído la atención de los científicos. De acuerdo con la explicación habitual, tras su muerte, los cuerpos mortales de los dinosaurios fueron azotados por la corriente de agua, lo que daba la forma de su postura. Otros científicos han deducido otra tesis, sugún la cual, los dinosaurios murieron de daños sufridos en la parte cerebral y sofocados, y el proceso de su muerte era prolongado y con forcejeos muy dolorosos.
Postura muestra lo muy doloros que era la muerte de los dinosaurios
La extraña postura de los dinosaurios muertos, con el cuerpo inclinado hacia atrás, ha puesto muy desconcertados a los investigadores durante largo tiempo.
Esta postura de los dinosaurios fosilizados muestra su muerte dolorosa, afirmaron Keven Paddian,
director del Museo de Paleontología adscrito a la Universidad de California Berkeler, y Synia Marshall Fox del Museo de Rocky Mountain en un artículo publicado en la edición de marzo de la revista trimestral Paleontrología.
Esta postura ha sido bien expuesta en el fósil del arqueopterix. "Casi todos los esqueletos fosilizados de esta antigua especie, que vivía hace unos 150 millones de años, mantenían la misma postura: con la cabeza erguida hacia atrás, el pico muy abierto, y las espaldas y la cola también torcidas hacia atrás y los tentáculos contraidos.
En realidad, además del arqueopterix, los fósiles de los dinosaurios y sus "parientes", incluidos los pterodáctilos, tyrannosaurus y animales mamíferos en su etapa inicial de desarrollo también se hallan en esta postura. Según la explicación tradicional de los biólogos, tras la muerte en el agua, los restos mortales de los dinosaurios eran objeto del batido de la corriente de agua, lo que les hacía mantenerse en esta postura. También era posible que el entumecimiento de los músculos y la deshidratación de los tendones y ligamentos causaban la torcedura de los tentáculos.
Los dos científicos arriba mencionados han expresado distinto punto de vista acerca de este problema. Sostienen que era posible que los dinosaurios murieran por los daños de los nervios centrales y que se matuvieran en esa postura. En realidad, esta postura, denominada como opistótonos, no es extraña para los neurólogos y es producto del daño del cerebelo. Para los seres humanos y los animales, los daños del cerebelo se derivan de la asfixia, meningitis, tétanos o envenenamiento y el proceso de muerte es doloroso y prolongado.
Un desafío a la teoría tradicional
La explicación tradicional de los biologos no es convencente para Fox, que era veterinaria antes de dedicarse a la paleontología. "Me he informado de esta tesis en los libros, pero como veterinaria no la creo", dijo. Los paleontólogos no tienen tantas oportunidades, como los veterinarios, de tener contactos con los animales enfermos o moribundos. Los animales intoxicados o atropellados por los carros mantienen frecuentemente esta postura, afirmó.
Por su parte, Paddian consideró que con la teoría del batido de la corriente de agua no se puede explicar todas las características peculiares del opistótonos. Tras los estudios de un gran número de los fósiles de dinosaurios, los dos científicos descubrieron las diferencias entre los dinosaurios fosilizados batidos por la corriente de agua tras su muerte y los dinosaurios muertos con la postura de opistótonos.
La teoría sobre la torcedura causada por la deshidratación de los músculos tampco se justifica, dijo Paddian. Todos los fósiles de los dinosaurios con el opistótonos están bien consevados. Esto demuestra que sus restos mortales no eran expuestos al aire libre durante largo tiempo. De otra manera, serían desintegrados por los animales que se alimentaban de los cadáveres de animales pudridos. Entonces, ¿cómo es posible que los restos mortales se secaran a la intemperie durante largo tiempo sin ser desintegrados?
Según afirmaron los dos científicos, la única explicación del opistótonos consiste en los daños de los nervios centrales. El cerebelo se encarga de la coordinación de los movimientos musculares, como de los músculos que mantienen erquida la cabeza. Cuando el cerebelo deja de funcionar, se pierde el control de estos músculos y se tira a toda fuerza hacia atrás, como consecuencia la cabeza y la cola se tuercen hacia atrás, la boca se abre a lo máximo y los tentáculos quedan contraidos.
Nueva teoría de la causa de muerte de los dinosaurios
Son múltiples las causas de daño del cerebelo, afirmaron los científicos. Ciertos animales fosilizados con el opistótonos podrían morir asfixiado por las cenizas volcánicas. Esta deducción coincide con el hecho de que muchos fósiles de dinosaurios fueron descubiertos en sitios con sedimentos de cenizas volcánicas. Además es posible que mueran de otras causas tales como daños en la parte de cabeza, hemorragia, escasez de vitamina o intoxicación.
Los animales que necesitan más oxígeno podrían morir muy doloroso. La postura del opistótonos sólo se muestra en los dinosaurios, pterodáctilos y animales mamíferos, conocidos por su metabilismo vigoroso y su necesidad de más oxígeno. Por su parte, las especies con un metabilismo relativamente lento, tales como los cocodrilos y lagartos, necesitan menos oxígeno, razón por la cual menos sufren al morir de carencia de oxígeno, afirmó Paddian.
Esta es una nueva teoría, que ayuda a descubrir la verdadera causa de la extinción de los dinosaurios y a evaluar de nuevo el significado de la postura de la muerte de los animales fosilizados, explicó el científico. (Pueblo en Línea)
11/06/2007
Fuente: Pueblo en Linea.
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