jueves, 6 de septiembre de 2007

Un biochip permitirá detectar la vulnerabilidad de los deportistas jóvenes a sufrir muerte súbita

Fuente: europa press.

La medicina preventiva cuenta con una nueva herramienta de diagnóstico, 'Sportchip', que permite detectar precozmente la vulnerabilidad que tiene un deportista joven a sufrir muerte súbita y que podría evitar fallecimientos como el del futbolista del Sevilla, Antonio Puerta.

'Sportchip' es un 'biochip' de ADN que analiza las principales variables genéticas que pueden predisponer a esta complicación. Esta nueva herramienta permite analizar de forma simultánea 17 genes asociados a nuestra capacidad física y metabólica, posibilitando la valoración integral de nuestro potencial de respuesta al entrenamiento físico.

Esta herramienta intentará facilitar las tareas de identificar talentos deportivos potenciales, diferenciar y racionalizar los planes de entrenamiento físico en función de las capacidades biomecánicas y fisiológicas individuales, y además alertar precozmente de complicaciones fatales como la muerte súbita.

Las pruebas se realizan a partir del ADN extraído de una muestra de saliva o de sangre y ofrecen una fiabilidad del 99,9 por ciento. Sabiobbi, empresa que comercializa el chip, se compromete a enviar un informe claro y preciso con los resultados del test en menos de 15 días, en el que ofrecerá recomendaciones prácticas.

Además, este informe muestra el potencial biológico global de un deportista y señala aquellos puntos vulnerables donde se debería actuar para lograr el mejor rendimiento.

La principal causa de muerte súbita en respuesta al ejercicio en deportistas jóvenes es la displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Está demostrado que, en algunos casos, su origen se debe a mutaciones en el gen Desmogleina-2. Este gen está involucrado en la formación del desmosoma y una mutación aquí puede desencadenar arritmias mortales.

El objetivo de incluir esta variable genética en 'Sportchip' es ayudar a identificar aquellos casos que tengan riesgo a accidentes cardiovasculares fatales y así poder establecer las medidas de prevención oportunas que eviten complicaciones mortales.

Si se utiliza esta herramienta diagnóstica no sólo pueden establecerse medidas preventivas por parte del equipo médico, sino que se puede identificar a los deportistas con mayor riesgo y, por tanto, tener previsto personal entrenado en reanimación cardiopulmonar (RCP) con un desfibrilador a pie de campo.

Las posibilidades de supervivencia tras una muerte súbita disminuyen entre un 7 y un 10 por ciento por cada minuto que se tarde en desfibrilar, mientras que una vez transcurridos 10 ó 12 minutos, las probabilidades son prácticamente nulas.

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