Bajo el temor de una 'hecatombe', el relator de la ONU para el derecho a la alimentación pide una moratoria de cinco años en la producción de los biocarburantes con base en plantas alimenticias.
Elaborados a partir de maíz y otros cereales, esos carburantes incrementarían los precios de tales productos de base, lo que agravaría el hambre en el mundo.
El 16 de octubre, con ocasión del Día Mundial de la Alimentación, Jean Ziegler presentará un informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En el texto, divulgado este jueves, el especialista pedirá una moratoria de cinco años en la producción de los biocarburantes.
La idea es contar con el tiempo necesario para "evaluar el impacto de los biocarburantes sobre los derechos económicos y el medio ambiente y efectuar las inversiones pertinentes en las tecnologías de la segunda generación destinadas a producir biocarburantes".
Estos últimos deben ser producidos a partir de plantas no alimenticias, de desechos agrícolas y de restos vegetales, más que a partir de cultivos alimenticios, con el fin de evitar aumentos en el precio de los cereales y un agravamiento de la situación del hambre en el mundo, afirma Jean Ziegler.
Un año de maíz para llenar un tanque
El relator de la ONU subraya que para llenar el tanque de un automóvil (50 litros) que funcione con biocarburante, se requieren aproximadamente 200 kilos de maíz, cantidad que permite alimentar a una persona durante un año.
Jean Ziegler criticar a Brasil y Estados Unidos, principales países productores, pero también a la Unión Europea que fijó en 5,75% la parte de los agrocarburantes de la energía utilizada para los transportes de aquí a 2010 y en 10% de aquí a 2020.
Al tomar el ejemplo de Brasil, el especialista de la ONU lamenta que las plantaciones de caña de azúcar destinadas a la producción de biocarburantes se extienden a costa de los cultivos alimenticios.
Unas 10 hectáreas de tales cultivos proporcionan medios de subsistencia a un promedio de entre siete y diez agricultores, mientras que la misma superficie destinada a la caña de azúcar permite sólo un empleo.
Además, asienta en su informe que el precio del maíz podría aumentar en 20% de aquí a 2010, los precios de las oleaginosas en 26% y del trigo en 11%.
Mártires y refugiados del hambre
Según el documento, el número de personas subalimentadas aumentará en 16 millones cada vez que el precio real de los alimentos de base se incremente en 1%. Esto quiere decir que de aquí a 2025, mil 200 millones de personas sufrirán hambre.
De hecho, el número de personas en esta situación continúa en aumento: 12 millones más por año, es decir, 854 millones. Además, 36 millones de personas mueren cada año por la falta de alimentos suficientes.
En su informe, Jean Ziegler pide también que los Estados elaboren un nuevo tratado sobre los refugiados del hambre. Se pronuncia por que al menos se reconozca un "principio de no-expulsión provisional" para las personas amenazadas por la sub-alimentación.
"Hay que poner término al drama humano que tiene lugar en el Mediterráneo. Los europeos responden solamente por medios militares. Los refugiados del hambre no son refugiados económicos. Luchan por su supervivencia", insiste el relator de la ONU.
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