No habría sido posible detener enfermedades que amenazaron con exterminarla, ni controlar el dolor por patologías o procedimientos médicos, ni tratar problemas mentales sin torturar a los pacientes.
La medicina les debe, en buena medida, su avance, pues sentaron la base para el desarrollo de tratamientos y alternativas terapéuticas, que hasta hace algo más de un siglo se restringían al uso de los ácidos orgánicos de las plantas.
Los grandes hallazgos en farmacología se produjeron en el siglo XX. Aquí todo fue nuevo: los antibióticos, los psicofármacos, las vitaminas, las hormonas, las enzimas, los antiinflamatorios y los antihistamínicos, entre muchos otros grupos.
De la fabricación artesanal de las antiguas píldoras se pasó a la síntesis de moléculas, a la manipulación de sus estructuras para acercarse a los medicamentos ideales.
Hoy hay miles para tratar un sinnúmero de patologías. No obstante, solo un puñado de ellos alcanzan la calidad de ideales, porque reúnen cuatro características esenciales: son efectivos, tienen pocos efectos secundarios y son accesibles y económicos. La mayoría han evitado millones de muertes y todos han contribuido a mejorar la calidad de vida.
La Aspirina, las vacunas, la penicilina, la anestesia, el suero oral, la insulina, la 'píldora', la clorpromacina, el sildenafil ('Viagra') y el fenobarbital se cuentan entre los supermedicamentos más representativos.
Vacunas
Son sustancias orgánicas o inorgánicas que se aplican para producir acciones de defensa en el cuerpo, protegiéndolo cuando es atacado por agentes que causan enfermedades.
Fueron descubiertas por Edward Jenner al observar que el virus de la viruela atacaba a las vacas, pero inmunizaba a los trabajadores de las granjas contra la enfermedad. De ahí el nombre de vacuna. Se han inventado cientos de estas sustancias para prevenir enfermedades infectocontagiosas y controlar alergias a sustancias ambientales o tóxicas.
Son uno de los avances más significativos en el campo de la prevención y erradicación de males que antes cobraban la vida de millones de personas, como la viruela, o les causaban incapacidades permanentes, como la polio (que está por ser erradicada, gracias a la vacunación).
Penicilina
Fue descubierta por Alexander Fleming en 1928 y desarrollada por diferentes investigadores después. Marcó un hito en la historia de la medicina, pues permitió tratar enfermedades infecciosas que antes se consideraban incurables.
En la Europa de la posguerra se usó para tratar infecciones de transmisión sexual como la sífilis, que en esa época equivalía al actual sida en África. Logró que la gente dejara de temer a las infecciones: al existir el remedio, estar enfermo pasó a ser más un problema de descuido que de incapacidad de la ciencia para curar.
En el libro
Anestesia
Hasta mediados del siglo XIX, los médicos, que no conocían la anestesia, se especializaban en ser rápidos: cuando había que operar, actuaban con la mayor velocidad posible para disminuir al máximo el tiempo de sufrimiento del paciente. Eran apoyados por ayudantes que lo inmovilizaban. El único paliativo era el alcohol, que bebía el enfermo.
En 1846, Thomas Morton administró anestesia con éter a una persona a quien tuvo que extirpar un tumor de cuello. Logró hacerlo sin dolor. A partir del siglo XX se desarrollaron distintos tipos de anestesia, que pueden administrarse por vía oral, tópica, intramuscular, intravenosa e inhalada. La anestesia hizo posible el desarrollo de todas las cirugías actuales. Hoy la ciencia busca sustancias de acción muy rápida y que actúen en sitios específicos.
Suero oral
Es la administración por vía oral de mezclas estandarizadas de sales y azúcares disueltas en agua. Thomas Latta, en 1832, fue el primero en comunicar la aplicación de soluciones endovenosas en pacientes deshidratados por cólera.
En 1968, científicos de la India y Bangladesh definieron las proporciones correctas de agua, sal y azúcar que debían usarse.
En 1971 la Organización Mundial de la Salud y la Unicef recomendaron su uso con el fin de evitar las cinco millones de muertes de niños causadas por la diarrea aguda cada año en el planeta. La terapia convirtió este mal en la causa de mortalidad más sencilla y económica de prevenir. Se estima que su uso ha disminuido en 60 por ciento los fallecimientos de menores de 1 a 4 años en el mundo.
Aspirina
El uso del ácido acetilsalicílico, obtenido originalmente de la corteza y las hojas del sauce, se remonta a la antigua Grecia.
Se cree que Hipócrates usaba dicha corteza, 400 años a.C., para el tratamiento del dolor. A comienzos del siglo XIX empezó la carrera para extractar el ácido -principio activo de la Aspirina-, y el primero en lograrlo fue el francés Charles Frederic Gerhardt, en 1853, pero quien lo patentó fue el químico alemán Felix Hoffman, en 1889.
Los mecanismos de acción de la Aspirina han sido la base para el desarrollo de todos los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (para tratar dolores, inflamaciones y artritis) en el mundo. Sigue vigente.
Fenobarbital
Este anticonvulsivo fue sintetizado en 1904 por los químicos alemanes Emil Fisher y Joseph von Mering y comercializado en 1912.
En ese momento solo se conocían sus propiedades hipnóticas y sedantes, no las anticonvulsivas. Alfred Hauptmann lo usó en una ocasión como tranquilizante en pacientes con este síntoma y, al ver que este remitía, emprendió un estudio con ellos.
El medicamento no solo logró la reducción de los ataques, también su desaparición en algunas personas, y fue un alivio para los epilépticos. La forma como actúa ha sido modelo para el desarrollo de múltiples medicamentos que buscan estos efectos.
Píldora anticonceptiva
La píldora se hizo realidad en la década de los 50, fruto de las investigaciones médicas y del estímulo dado por Margaret Sanger, organizadora del movimiento de paternidad planificada en E.U. Es el acontecimiento de mayor impacto en la historia del control de la natalidad. Su descubrimiento produjo una revolución social: la posibilidad de la mujer de planear cuándo tener hijos modificó su panorama en la sociedad.
Es el medicamento de mayor consumo entre mujeres sanas en todo el mundo.
Clorpromacina
Es considerada la primera sustancia sintética para el manejo de enfermedades mentales.
Fue descubierta en 1951. Sus acciones revolucionaron el manejo farmacológico de la psiquiatría e incluso reemplazó tratamientos agresivos para los pacientes, como las cirugías de cerebro y la aplicación de electrochoques.
Ha sido considerada por algunos el equivalente de la penicilina en el campo de la psiquiatría, pues después de su aparición cambió el concepto de tratamiento en este campo.
Fue tan contundente su efecto que, al año de ser utilizado, la mitad de las camas de los hospitales mentales ya no eran necesarias, incluso en Colombia.
Insulina
Fue descubierta en 1921 por Sir Frederick Grant Banting, a raíz de una serie de experimentos hechos en la cátedra de John MacLeod, profesor de fisiología de la Universidad de Toronto (Canadá).
Banting convenció a MacLeod para que, durante las vacaciones de este, le asignara un ayudante y le permitiera usar sus laboratorios. Charles Best, estudiante de química, fue el encargado de aislar la presunta proteína. En nueve semanas de trabajo identificaron esta hormona.
Por su hallazgo, MacLeod y Banting recibieron en 1923 el Premio Nobel de Medicina. Banting protestó porque MacLeod compartió el premio en lugar de Best, y repartió con este último su parte del Nobel. Su descubrimiento ha salvado millones de vidas y mejoró la calidad de vida de los diabéticos en todo el mundo.
'Viagra'
Fue desarrollado como un componente para tratar la angina de pecho (una enfermedad cardiovascular).
En la primera fase de las pruebas con pacientes tuvo pocos efectos en la angina, pero indujo marcadas erecciones masculinas.
El laboratorio que creó la molécula decidió entonces comercializarla con el nombre 'Viagra' para tratar la disfunción eréctil. Fue aprobado por la FDA en 1998.
El sildenafil (principio activo) inhibe la producción de una enzima que limita la cantidad de óxido nítrico, lo que causa una mayor concentración de sangre hacia el pene y resulta en una erección. Su uso ha llegado a ser calificado como una segunda revolución sexual.
FUENTES: LEONARDO PALACIOS SÁNCHEZ, M.D. NEURÓLOGO, DECANO FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DEL ROSARIO. HERNANDO VILLAMIZAR, PRESIDENTE SOCIEDAD COLOMBIANA DE PEDIATRÍA. RODRIGO CÓRDOBA, MÉDICO, PSIQUIATRA, UNIVERSIDAD DEL ROSARIO. CARLOS CORTÉS, GINECÓLOGO OBSTETRA, UNIVERSIDAD NACIONAL. REVISTA 'QUO' (ESPECIAL SALUD). WIKIPEDIA.
http://www.encolombia.com/medicina/academedicina/academ25363-contenido.htm
CARLOS F. FERNÁNDEZ
SONIA PERILLA SANTAMARÍA
ASESOR MÉDICO, REDACTORA
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