Las leyes de conservación de energía y masa dicen que la energía o la masa no pueden ser creados o destruidos – solo pueden cambiar su forma. Con la ayuda de científicos rusos, la empresa israelí de Recursos energéticos ambientales EER ha tomado a las leyes de la ciencia y las ha convertido en un invento útil – un reactor que convierte los deshechos radioactivos y peligrosos municipales en productos inertes como vidrio y energía limpia.
El problema de los deshechos radioactivos es mundial, y va en aumento.
Todos los países en el mundo industrializado están tomando conciencia de la necesidad de obtener métodos para prevenir los residuos peligrosos.
Usando un sistema llamado PGM – tecnología de derretimiento de la gasificación del plasma – desarrollado en el Centro de Investigaciones “Kurchatov” y el Instituto Radon, de Rusia conjuntamente con el Instituto Tecnológico Technion de Israel, se combinan altas temperaturas y baja energía radioactiva para transformar el deshecho.
Este dispositivo no daña el medio ambiente y combina tres procesos en una solución: toma sopletes de plasma para acabar con los deshechos; las sobras de carbón son gasificadas y componentes inorgánicos se convierten en desperdicios sólidos. El material restante vitrificado es inerte y puede ser colocado en moldes para producir, azulejos, bloques o platos para la industria de la construcción.
Con un estricto seguimiento por parte del Ministerio de Protección del Medio Ambiente, EER reveló la profundidad de su concepto, mostrando como se pueden tomar montañas de deshechos municipales y reducirlos a una pila de escombros negros.
“No quemamos.” Esa es la clave, dicen. Cuando se quema se produce dioxina. En cambio, nosotros aspiramos el oxigeno para evitar la combustión.
Fuente: Is-Real.
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