Pues claro, para qué pagar fletes carísimos, y correr el riesgo de que las tripulaciones y los buques se accidenten mientras navegan, cuando podemos enviarles agua "embotellada" (en bolsas enormes que floten a la deriva) a nuestros vecinos canarios, desde la desembocadura de los ríos de Galicia o Asturias, usando simplemente las corrientes superficiales del Atlántico Norte. La idea no es mía claro, es de un físico australiano llamado Ian Edmons (al que he conocido vía Treehugger), pero es que en Australia están igual que aquí... abunda el agua en el norte y falta en el sur, y la corriente también va en el sentido correcto, así que ¿por qué no aprovechar el OCEAN EXPRESS y sus tarifas de transporte gratuitas? Ya me imagino a los convoys de "Agua del Miño" o "Agua del Sella" descendiendo lentamente, con la corriente, camino de las Canarias.
Fuente: Barrapunto.
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