lunes, 17 de septiembre de 2007

Diez lugares del mundo ni para respirar

Fuente: BBC Mundo.

El Instituto Blacksmith, un grupo ecologista con sede en Nueva York, acaba de publicar una lista de los diez lugares con mayor nivel de contaminación ambiental en el planeta.

Entre ellos se incluyen sitios de Rusia y ex repúblicas soviéticas, China, India, Zambia y la ciudad minera de La Oroya en Perú, donde -asegura el estudio- viven en situación de riesgo sus 35.000 habitantes.

Sin embargo, no es el lugar más contaminado. Este puesto lo ocupa Sumgayit, en Azerbaiyán, donde las emisiones de las industrias petroquímicas castigan a sus 275.000 pobladores.

Gracias a la industria del carbón y el plomo, las ciudades chinas de Linfen (3 millones de habitantes), en la provincia de Sanxi y Tinaying (140 mil) se ubican segunda y tercera.

Sukinda (2,6 millones) y Vapi (71.000 habitantes), le siguen en India, para dar paso seguidamente a La Oruya, en el sexto lugar.

Entre la industria y la guerra

Mientras en la mayoría de los casos, las contaminaciones son productos de las industrias petroquímicas y las actividades mineras, la situación es un tanto diferente en las ex repúblicas soviéticas.

En efecto, las poblaciones rusas de Dzerzhinsk y Norilsk, deben los puestos séptimo y octavo de esta "lista de la vergüenza" al legado de la fabricación de armas químicas durante la Guerra Fría.

La tragedia de 1986 en la planta nuclear de Chernobil, en Ucrania, todavía sigue afectando la salud a millones de personas en Europa Oriental y por eso ocupa el noveno lugar.

El estudio, elaborado con la colaboración de expertos de la Universidad de Harvard y del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, pone al final de la lista al único sitio africano, la ciudad de Kabwe, en Zambia.

Allí, las minas descubiertas a principios del siglo XX, han llevado a sus 250.000 habitantes a verse expuestos a niveles exagerados de plomo en la sangre.

Vergüenza y acción

Se trata del mismo problema que sufre el 99% de los niños de la ciudad andina de La Oroya, debido a las actividades del complejo minero del grupo norteamericano Doe Run Perú (DRP).

La población aparece por segundo año consecutivo en este informe, que estima en 12 millones de personas las afectadas por enfermedades crónicas, entre ellas asma y condenadas a muertes prematuras en estos sitios, como consecuencia de la contaminación.

"La reiterada afirmación sobre La Oroya sugiere que no se ha hecho nada para revertir esta triste y agónica situación", protestó monseñor Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, capital del departamento de Junín al que pertenece la ciudad.

Por su parte, el gerente de Recursos Naturales y Gestión de Medio Ambiente de ese departamento, Iván La Negra, admitió a la agencia de noticias EFE, la necesidad de "fortalecer las políticas de fiscalización y vigilancia ambiental, como se desprende de la reciente sanción que recibió Doe Run Perú, al tiempo de mejorar las acciones directas sobre la salud de la población".

En esto coincidió con el director del Instituto Blacksmith, Richard Fuller, quien al difundir la lista expresó: "El hecho concreto es que los niños están enfermos y se están muriendo en estos lugares contaminados, donde no se necesita de una gran ciencia para revertir esta situación".

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