miércoles, 26 de septiembre de 2007

Dos bacterias logran juntas en una celula de combustible lo que no conseguirian por separado

Fuente: Electrónicafacil.

Ninguna bacteria actualmente conocida, como las que permiten a las termitas y a las vacas digerir la celulosa, puede suministrar la energía a una célula de combustible microbiana, y las bacterias que sí pueden producir la corriente eléctrica no son capaces de consumir la celulosa. Sin embargo, poner a trabajar juntas a dos clases idóneas de bacterias puede permitir crear una célula de combustible que consuma celulosa y produzca electricidad, según muestra una nueva investigación.

(NC&T) Las células de combustible microbianas operan a través de la acción de bacterias que pueden pasar los electrones a un ánodo. Los electrones fluyen del ánodo a través de un cable al cátodo, produciendo una corriente eléctrica. En el proceso, las bacterias consumen materia orgánica presente en el agua o en un sedimento.

Los vegetales producen celulosa para usarla como paredes celulares y para proporcionar rigidez a su estructura. Junto con la lignina y la hemicelulosa, constituyen una gran parte de la biomasa producida por las plantas. Algunos animales, rumiantes y termitas por ejemplo, pueden descomponer la celulosa con la ayuda de bacterias que viven en su tracto digestivo. Los humanos y la mayoría de los vertebrados obtenemos poca nutrición de la celulosa.

Los investigadores John M. Regan, Thomas E. Ward y Zhiyong Ren, de la Universidad Estatal de Pensilvania, estudiaron la Clostridium cellulolyticum, una bacteria que fermenta la celulosa, y la Geobacter sulfurreducens, una bacteria electroactiva. Las dos son anaerobias y viven en lugares donde no existe oxígeno libre. La fermentadora produce acetato, etanol e hidrógeno. La bacteria electroactiva consume parte del acetato y el etanol.

Los investigadores prepararon una célula de combustible de dos cámaras que produjo un máximo de 150 milivatios por metro cuadrado. No es mucho teniendo en cuenta que los diseños actuales de células de combustible convencionales producen aproximadamente diez veces más, pero como demostración práctica del concepto resulta un logro destacable. Esta baja densidad de potencia se debe al sistema de las dos cámaras. Los investigadores esperan que en el futuro la densidad de potencia aumente.

Actualmente, los investigadores están usando celulosa pura procesada, sin ninguna hemicelulosa o lignina. Ellos están ahora empezando a buscar otros productos de celulosa para que las células de combustible puedan operar con una materia prima menos manufacturada.

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