Científicos del Reino Unido han descubierto que las regiones motoras suplementarias del cerebro son las responsables de evitar los movimientos involuntarios que podemos ejecutar al reconocer objetos y situaciones que nos son familiares.
Hasta ahora se sabía de la responsabilidad de estas áreas de la corteza frontal del cerebro para dirigir las acciones voluntarias, pero no que regularan también los actos involuntarios que se producen tras los impactos visuales que llegan a la mente humana, desvela un artículo de la revista científica "Neuron".
"Encontramos todos los días cosas y personas que nos son familiares y que producen actos involuntarios en nosotros", afirma Masud Husain, de los institutos de Neurología y de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres.
"Por ejemplo, cuando alguien ve en una mesa una taza con el asa a la derecha, automáticamente se activa la parte del cerebro que controla el lado derecho del cuerpo, aunque no se quiera alcanzar la taza", añade.
Es ahí cuando entran en acción las regiones motoras suplementarias, que controlan que el movimiento del brazo hacia la taza no se produzca.
Para conseguir dar esta explicación aparentemente simple, los expertos de las universidades de Londres y Cardiff (Gales) estudiaron el caso poco frecuente de dos pacientes que habían sufrido pequeños infartos en las regiones motoras suplementarias.
Vieron que estos pacientes presentaban dificultades para controlar los movimientos involuntarios.
"Los estímulos visuales activan automáticamente el cerebro, pero esta activación puede ser cancelada de nuevo, para evitar que hagamos ciertas cosas dependiendo de los objetos que veamos", explica Petroc Sumner, de la Universidad de Cardiff.
"Esto ocurre en la sombra, sin conocimiento consciente. En los pacientes (cuyo caso analizamos), sin embargo, no encontramos ningún tipo de supresión", añade.
Según este experto, cómo se producen estos movimientos involuntarios y cómo son suprimidos son claves para entender por qué desarrollamos ciertos hábitos y por qué elegimos entre ejecutar una u otra acción.
Las regiones motoras suplementarias están también relacionadas con la enfermedad de Parkinson y con desórdenes neurológicos como el síndrome del miembro alienado, en el que algunas extremidades del cuerpo pueden reaccionar por sí mismas, incluso contra la voluntad de la persona.
"Antes se creía que las regiones motoras suplementarias eran más importantes para las acciones internas del cerebro -en las que se toman las decisiones de actuación- que para las externas, las que reaccionan ante estímulos del exterior", comenta Husain.
"Lo que queremos decir es que parte del control interno de las acciones depende de la inhibición de estos hábitos que todos activamos automáticamente", indica. EFE
Fuente: Electronica Facil.
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