"Nunca hemos puesto a prueba nuestro conocimiento sobre reciclaje de desechos en el espacio. Es la primera vez que enviaremos bacterias anaerobias termófilas con el fin de estudiar su comportamiento", explica a AFP Christophe Lasseur, jefe del proyecto 'Melissa' de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Lanzado en 1989, 'Melissa" prepara un viaje de seres humanos a Marte, que podría materializarse dentro de varias décadas con una duración de unos tres años.
A excepción de las misiones 'Apolo' de la NASA, "el hombre nunca ha salido de la órbita terrestre durante más de unas semanas", recuerda Lasseur.
Además, la distancia relativamente corta de la Tierra a la antigua estación espacial rusa MIR o a la actual Estación Espacial Internacional (EEI) ha permitido hasta ahora a los astronautas viajar con todo el equipamiento necesario y regresar con sus desechos, agrega.
Sin embargo, para emprender rumbo a Marte, las condiciones serán bien distintas.
Puesto que el mínimo diario para la supervivencia de un individuo en el espacio comprende 1 kilo de oxígeno, 1 kilo de alimentos y 3 de agua, para una misión de seis personas durante 1.000 días, el volumen total de las provisiones se elevaría a 30 toneladas, algo que ninguna nave puede transportar. El objetivo es por lo tanto reducir peso.
La solución que propone 'Melissa' reside en el desarrollo de un ecosistema cerrado en el que los residuos orgánicos sean "reciclados" por bacterias no consumidoras de oxígeno las cuales reducirán su volumen desprendiendo dióxido de carbono (CO2), que será absorbido a su vez por algas y plantas productoras de oxígeno.
Se trata principalmente de limitar el volumen de los residuos resultantes de la higiene personal, según el profesor Viachheslav Ilyn, del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de Moscú.
El Instituto de Microbiología de la Academia búlgara de Ciencias se adjudicó el concurso para este proyecto sobre bacterias anaerobias termófilas, prueba de los esfuerzos de la ESA para alentar la participación de los nuevos Estados miembros de la UE en sus actividades.
Las primeras bacterias serán enviadas al espacio en la primavera de 2009, según el profesor búlgaro Ivan Siméonov, jefe del proyecto ANDIOMUM (Estudio de la Digestión Anaerobia de Materia Orgánica en Condiciones de Microgavedad).
"Enviaremos bacterias en estadios diferentes de desarrollo para dejarlas 10 días en el espacio. Paralelamente, realizaremos la misma experiencia en la Tierra para comparar", explica.
"La vida sobre la Tierra nació de las condiciones constantes de gravedad. La microgravedad espacial representa para las bacterias un estado de estrés, hay que ver si son capaces de sobrevivir", indica Siméonov.
Fuente: La Flecha.
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