(NC&T) En el proceso, también pusieron a prueba teorías sobre la naturaleza de cepas específicas del virus con capacidad de infectar a los humanos.
El equipo de expertos biomédicos, liderados por Daniel Janies, profesor en el Departamento de Informática Biomédica en la Universidad Estatal de Ohio, empleó un software especial para crear un árbol evolutivo de las mutaciones del virus. Los investigadores emplearon lenguaje KML en Google Earth para proyectar el árbol sobre el globo terráqueo y entonces escogieron colores y símbolos para indicar diferentes portadores potenciales del virus, y dónde vivían. TimeSpan, otra función en Google Earth, les permitió animar la dispersión del virus en la década pasada.
El mapa está lleno de información adicional. Al hacer click sobre un subtipo viral específico se genera una nueva ventana que revela mutaciones que distinguen una cepa viral de otra, y todos los datos albergan vínculos hacia fuentes de información del GenBank, dependiente del Instituto Nacional de la Salud.
El mapa da a los científicos una manera completamente nueva tanto de ver al virus en acción como de comprender qué está y qué no está haciendo. Permite a los científicos comparar hallazgos sobre el virus en el mundo real frente a diversas hipótesis sobre la dispersión del H5N1 obtenidas a partir de estudios de laboratorio.
El virus de la gripe aviar fue identificado primeramente en pájaros acuáticos salvajes en Guangdong, China, en 1996. De allí se contagió a pollos y humanos en Hong Kong al año siguiente. Desde 1997 hasta el 2005, apareció en varios países del sudeste asiático y se dispersó por medio de múltiples portadores hacia el centro y sur de China, Rusia, Oriente Medio y la India. Hasta la fecha, se han declarado brotes en lugares tan lejanos hacia el occidente como Europa y África, y tan lejos hacia el este como Japón, Corea e Indonesia.
Por ahora, parece que el virus H5N1 no es muy contagioso hacia y entre los humanos. Pero esta situación podría cambiar con rapidez. Los científicos creen que mutaciones impredecibles podrían equipar al virus con precisamente lo que necesita para saltar con eficacia entre especies, y los expertos afirman que una pandemia sería desastrosa.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, que se ha encargado de reunir y vigilar los datos sobre el H5N1, han existido hasta el momento de escribir estas líneas 291 casos de la enfermedad en seres humanos desde el brote epidémico inicial, y 172 muertes, lo que constituye un porcentaje de mortalidad del 59 por ciento.
Fuente: Solo Ciencia.
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